Fuente: El Cronísta ~ Dejó los hidrocarburos para crear una escuela de moda y asesoramiento de imagen. Su nueva veta: enseñar cómo ser inuencer.
Economista especializada en energía, modelo, asesora de imagen, maquilladora, escritora y emprendedora. Todas esas etiquetas, y algunas más también, aplican para describir a Yamila Pica. Sin embargo, aunque el mundo de la economía y la moda parezcan distantes, en la vida de Yamila ambos se desarrollaron en paralelo.
“Mientras estudiaba Economía en la UBA, mi papá me regaló una sesión para que me hiciera un book de fotos porque siempre me había atraído el modelaje. A la semana de mandarlo a las agencias, me empezaron a llamar. Si bien trabajé sólo 6 meses como modelo,cerré varios eventos como el BAF y hasta campañas internacionales, los horarios de los castings y eventos implicaban relegar mi formación profesional, por lo que decidí abocarme 100 % a la facultad”, relata.
Se recibió y empezó a trabajar en YPF, donde llegó a ser “la mano derecha” de uno de los directores como Coordinadora de Presupuesto Financiero. Pero en 2012, ante la estatización de la empresa, decidió dejar el mundo corporativo. “Resultó ser una situación muy estresante. Hacía unos años que me había formado como asesora de imagen y maquilladora profesional así que con mi background fashion, decidí dar el salto, dejar YPF y fundar Plushlamour, una escuela de moda e imagen”, cuenta desde la sede de la escuela en Paraná y Corrientes.
Si bien destaca que no fue fácil, la constancia y el esfuerzo dieron sus frutos. “Plushlamour» arrancó primero online y después con cursos presenciales, siempre con el foco en el expertise de moda, buscando la excelencia y la calidad en el aprendizaje. Hoy tenemos 4 cursos troncales -tanto presenciales como virtuales- a los que se suman cursos cortos que van surgiendo. Y se abrió una nueva rama: somos la primera academia en dictar la formación de influencer en el país”, destaca. En 2016, Yamila compartió su experiencia en su primer libro, Belleza honesta (Distal) en el cual da consejos prácticos para potenciar la imagen personal.
Desde agosto, Pica se volcó a un nuevo desafío: conducir la nueva temporada de ‘Look de Fiesta’ -programa que se emite los martes por Más Chic- donde en cada capítulo ayuda a una invitada distinta a elegir el vestido idóneo para su tipo de cuerpo y el festejo al que asiste. La serie cuenta con la participación de reconocidos diseñadores de alta costura como Lulú Martins, Claudio Cosano, Patricia Profumo, Jorge Ibáñez, Marcelo Péndola.
¿Qué aconsejás tener en cuenta para vestirse para una fiesta?
Por lo que lo general la mujer tiene mucha incomodidad al momento de armar su look de fiesta. Una se viste todos los días para ir a trabajar o para hacer una determinada actividad y lo maneja con más o menos incomodidad. Pero cuando se sale de lo cotidiano, muchas mujeres entran en pánico. Siempre es importante entender el estilo de cada una, respetarlo y en base a eso elegir. Lo primero a tener en cuenta es el tipo de evento, el contexto. Después, lo que no falla jamás es un buen escote y el corte imperio. Otra clave es destacar lo que tenemos, ya sea los ojos o la boca, buscar ese complemento en el makeup. Pero una cosa, no 20: menos es más.
¿Qué tendencias se vienen esta temporada?
Se viene mucho lo que es la onda de los ’80, ’90. Los colores pasteles, mucha luz en los géneros: verde agua, rosa bien pálido, celeste también. Hay mucha femineidad con la onda que se viene, muy retro.
Circulaba hace unos días en las redes, ante el horror de muchas, que volvería el tiro bajo. ¿Es verdad?
El tiro bajo es una de las peores cosas que surgió en los ’90 y costó mucho desarraigar. Hará unos 5 años empezamos con el tiro medio, y hace unos 2 años con el tiro alto. Tardó mucho en limpiarse lo que fue la cultura del tiro bajo. Siempre digo que a muchas mujeres les deformaba el cuerpo. La verdad que sería malísimo para la moda que vuelva, pero no creo porque hay factores clave para que algo vuelva, se instale o perdure: que la mujer lo elija, lo compre. Mientras que la mujer no lo consuma, por más que se quiera imponer, el empresario no lo vende. La moda va muy de la mano de lo que demanda el mercado, por ende no creo que vuelva el tiro bajo tal como lo conocemos. A lo sumo volverá un tiro medio. El mercado argentino todavía es muy chico. Creo que hay una falsa concepción de las marcas top o premium acá. Afuera no son conocidas, pero acá te las cobran como una de alta gama internacional: cuando viajás, te das cuenta que no podés comparar las calidades. Al mundo de la moda local le falta mucho por crecer y, sobre todo, necesita ampliar horizontes
reales. No está la idea de hacer algo bien a lo grande, el empresari o textil argentino no tiene la cabeza puesta en lo que es el concepto o la empresa textil para exportación sino para consumo interno. Desde ese lugar nunca vamos a poder tener una moda para exportación y siempre vamos a estar preocupándonos de que el segmento ABC consuma determinada marca, en vez de tratar de que la marca sea reconocida internacionalmente. Falta esa cuestión de construir una marca para consolidarla puertas adentro y puertas afueras. Es difícil en un país tan turbulento, pero es lo que falta.
¿Cuáles son las claves para ser asesor de imagen?
El asesor tiene que ser objetivo y no analizar subjetivamente. Somos también una suerte de psicólogos: empatizamos y escuchamos buscando potenciar a la persona, sin imponer. No es sólo una cuestión de criterio profesional sino de empatizar humanamente con la persona y poder ponerse en los zapatos del otro, sentir lo que realmente está necesitando, por dónde pasa su cambio, su necesidad. Cuando uno conecta con la necesidad de cambio logra los resultados que están a la vista. Trabajamos mucho la autoaceptación, ver la imagen real y trabajar los puntos fuertes para entender qué se puede mejorar y qué cosas se pueden transformar y potenciar.
¿Notás que los hombres están más interesados en su estética?
En nuestros cursos hay un 10 % de hombres, y muchos tienen un sentido estético increíble. No todos los hombres se animan pero los que sí, lo pasan genial. Generalmente los más interesados en asesoramiento son los empresarios y políticos. Es raro que venga ‘el hombre común’, aunque cada vez se ve más porque muchos quieren pulir su imagen porque se separaron o cambiaron de puesto de trabajo y necesitan otro perfil.