“Utilísima me dio el título que no tenía”: recuerdos de una experta en costura que vio nacer y morir al mítico canal de cable

Fuente: Clarín – Hacia fines de los 90, apenas un año después de haber llegado de Mendoza a vivir a Buenos Aires, Fabiana Marquesini se presentó a un llamado de Utilísima para enseñar a coser por televisión. En la fila de alrededor de 300 personas, veía que muchas ostentaban un título que ella no tenía, ya que siempre había sido autodidacta. Embarazada de su segundo hijo, llevó una valija llena de ropa y sábanas personalizadas que había hecho para su familia: “Me encantaba coser, y creo que toqué el corazón de la productora con las prendas con el nombre de mi hijo; la idea era que cada uno pudiera hacer lo mismo en casa con su ser querido”, rememora con Clarín.

Fabiana siempre fue inquieta y, aburrida de usar la ropa que heredaba de alguna de sus hermanas mayores (es la del medio entre cinco hermanos), comenzó a confeccionar ropa para usarla en salidas y paseos. Nunca fue a clases de costura, sino que aprendió de su mamá y su abuela con una máquina que le habían regalado a los 8 años.

Luego perfeccionó su técnica y comenzó a vender ropa, especialmente aquella que hacía con el punto “smock” -una técnica difícil, que se puede hacer con dos agujas o a máquina, usada para fruncir tela de vestidos elegantes e infantiles-.

En esos años en Mendoza no existía una carrera relacionada con el diseño de indumentaria o moda, así que mantuvo la costura como un hobby y estudió el profesorado de educación física. Se casó, se mudó a Buenos Aires y tuvo a su primer hijo.

Cuando Fabiana ingresó a Utilísima, el canal llevaba un año como señal, emitiendo las 24 horas (los primeros años funcionó como un programa de televisión). Participaba en “Puntos y puntadas”, un programa con una hora diaria en el que dos o tres especialistas explicaban algún paso a paso, siempre con la tela como protagonista. Era un equipo conformado por alrededor de once especialistas que cubrían toda la semana, y una conductora (como Marisa Andino y Viviana Sáez).

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Fabiana Marquesini en el programa Puntos y puntadas, en Utilísima

El mencionado proceso de selección constó de alrededor de ocho pruebas. En el exámen final -cuenta- llevó “el peor trabajo que podría haber llevado, el más complicado: el punto smock. Tendría que haber hecho un cuadrado para un almohadón y hubieran estado felices. Cuando vi que la otra chica había llevado algo re simple, dije ‘pucha, a mí no me van a tomar’”. Pero quedó, tanto es así que -como ella dice- “cerró la puerta” del canal.

Recuerda su paso por Utilísima con una sonrisa, y comparte algunas anécdotas: “El primer día que fui me dijeron que le diera impronta a mi trabajo, que lo levantara, que lo vendiera. Hice un tarro para poner la ropa sucia, pero lo describí tanto y decía que era tan ‘imprescindible’ que después me cargaban, como que ¡el tacho de la ropa sucia era lo más importante que alguien podía tener en su vida!”.

Fabiana tenía a sus hijos chicos y un día ocurrió que no había tenido tiempo para preparar nada para presentar en el programa: “Me levanté a las cinco e hice lo que pude, hice un círculo con dos agujeritos, me lo puse y dije que era un chaleco. Fui con vergüenza… Y fue un exitazo. Ahí me di cuenta que la gente quiere lo simple, no lo complicado. Quizás yo hacía un tapado forrado en quince minutos, pero nadie lo podía hacer”.Fabiana Marquesini formó parte de Puntos y puntadas; hoy se dedica a enseñar costura por YouTube. Aquí, en su taller en Villa del Parque. Foto: Ariel Grinberg.Fabiana Marquesini formó parte de Puntos y puntadas; hoy se dedica a enseñar costura por YouTube. Aquí, en su taller en Villa del Parque. Foto: Ariel Grinberg.

Eran tiempos donde se enviaban cartas, y los televidentes escribían para pedir el molde de la prenda que se hacía en televisión. Alrededor de un mes después -rememora Fabiana- el canal les enviaba gratis los moldes. Pero era un “talle único”, el de la modelo.

“La gente pedía a gritos todos los talles. Ahí aprendí que hay que enseñar para que cada uno se lo pueda hacer a su medida. Esto fue a partir de cientos de cartas”.

Utilísima cerró en 2013: “Fue muy triste, aunque lo veíamos venir porque estaban echando personas a pasos agigantados. Yo fui de las poquitas que quedamos hasta el final, yo digo que ‘cerré la puerta’ porque literal fue el último día de grabación. No fue lindo, encima nos mandaron a todos la carta documento el día 24 de diciembre”.

Nueva etapa, influencer de costura

Si bien al año de arrancar en Utilísima Fabiana había empezado a armar su escuela de costura (la hizo en el quincho de su casa, para trabajar cerca de sus hijos), el cierre del canal le generó un gran vacío. Fue en ese marco que un sobrino le dijo “tenés que armarte un canal en YouTube para transmitir lo que sabés”. Y con la ayuda de sus hijos y su familia, hace seis años comenzó a grabar para web.

Su famoso “círculo-chaleco” sigue vigente hoy, pero ya en formato digital: es uno de los videos “estrella” de su canal de videos, donde acumula más de 800 mil suscriptores, principalmente adultos y adultos mayores, aunque también jóvenes.Fabiana acumula más de 800 mil suscriptores en su canal de videos. Foto: Ariel GrinbergFabiana acumula más de 800 mil suscriptores en su canal de videos. Foto: Ariel Grinberg

Dice que uno de los tutoriales más exitosos es uno de los menos “glamorosos”: “Cómo arreglar cuando un agujero (desgaste) en el jean al raspar las piernas. Es gracioso, porque la foto es el pantalón con el agujero, y otros que son divinos y brillantes no tienen tanto éxito”.

Otros de los más vistos son “cómo hacer una cortina de baño desde tu casa”, “truco de costura para coser lycra o telas elastizadas”, “el mejor maxi buzo del mundo oversize”, “musculosa súper fácil”, “convierte los jeans viejos en una increíble alfombra o tapete”, “reciclado de remeras en desuso” y “cómo arreglar un agujero (desgaste) de tus jeans”.

“Siempre digo que lo mejor que le puede pasar como docente es que te copien lo que estás haciendo. Y si lo hacen hasta con la misma tela, me alegra el triple, porque les gustó todo. Que lo que digas haga que lo quieran copiar y sentir esa ilusión de que ellos lo pueden crear y hacer”, dice a Clarín Fabiana, en su versión como “youtuber de costura”.En su taller, armó su "museo" con máquinas de coser antiguas y otros elementos relacionados que le han regalado. Foto: Ariel Grinberg.En su taller, armó su «museo» con máquinas de coser antiguas y otros elementos relacionados que le han regalado. Foto: Ariel Grinberg.

“En la calle me pasa que quizás se acercan dos mujeres: una grita como loca que me conoce y la otra le pregunta ‘¿quién es?’ Si no le gusta la costura, no tiene idea. Fue un canal que todo el mundo amó, por lo que son recuerdos lindísimos”.

“Yo creo que Utilísima me dio el título que no tengo. Porque había muchísimos especialistas, que eran los mejores en lo suyo. La que borda, el molderista, los que hacen telar, bolsos, ropa interior… Había mucho para aprender. Son 17 años de escuchar a los que saben, y sin querer vas sumando experiencia de todo. Es como ir a una escuela que te están enseñando todo el día”.

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