Fuente: Cronista ~ Ana Bisdorff se volcó al diseño de indumentaria. Su fanatismo por la ropa y el deporte la convirtieron en la dueña de una pyme que, en muy poco tiempo, asegura que llegó a todas las provincias. La curaduría y el encuentro con Benito Fernández.
Cuando esta marca se presentó en la edición de octubre de Feria Puro Diseño de Buenos Aires, el sueño de Ana Bisdorff estaba a pocos días de cumplir los siete meses desde su lanzamiento. Dorff es una empresa joven creada en la provincia de Tucumán con un diferencial: es la primera línea de ropa de diseño para mujeres ciclistas en la Argentina. “No hay algo similar en el país”, afirma la creadora, que se propuso combinar colores, estilo y comodidad arriba de la bicicleta.
Dorff comenzó después el nacimiento del cuarto hijo de Bisdorff. Cuando la nena cumplió un año, esta mamá decidió mechar el pedaleo entre la maternidad y su trabajo en calidad de arquitecta. Al poco tiempo, el pasatiempo al aire libre se convirtió en la inspiración para “salir de la zona de confort”, tal como ella lo define, e innovar en la indumentaria deportiva femenina.
Bisdorff se reconoce “pilchera de toda la vida” y no encontraba “algo lindo” para ponerse antes de la primera carrera oficial de la que iba a participar. “Me pareció que estaba bueno ponerle diseño a este tipo de ropa y por mi profesión el diseño es mi vida. Surgió de a poco, busqué imágenes y se empezó a gestar”, cuenta. Luego 18 meses de trabajo, presentó Dorff en un showroom en Yerba Buena, una localidad ubicada a 12 kilómetros al oeste de la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Estilo Cada una de las prendas son diseñadas por Bisdorff, con el sistema dry fit y protección UV. Es ella también quien testea las estampas, el calce de las telas y la funcionalidad. Una vez superadas esas instancias, la confección se realiza en Buenos Aires. La intención de la emprendedora, sin embargo, es que la marca se produzca íntegramente en la provincia.
“Me costó mucho conseguir la mano de obra, la ropa deportiva no es fácil pero en breve queremos fabricarlo en Tucumán”, aclara Bisdorff.
Como leitmotiv, ninguna de las colecciones se repetirá. El stock no se repondrá para priorizar la exclusividad de las calzas, remeras, musculosas, chalecos, manguitas, rompevientos y cuellos que integran las colecciones. Los precios oscilan entre $ 330 y $ 1980, lo que Bisdorff señala como “el medio” ya que “no es ni lo más barato ni lo más caro” en el mercado.
Las cuatro primeras colecciones (llamadas Mandalas, Alta costura, Anita Dorff y Combinadas Print) se vendieron en el país mediante comercio electrónico, utilizando una plataforma web que además funciona como la presentación de la empresa y la mentora. Combinadas ofrece artículos básicos para usar con lo que ya salió.
La idea de esta emprendedora es que la marca llegue “al mundo” aunque se propuso empezar primero con América latina, asegura.
“El único punto que no tenía conquistado era Ushuaia pero tuve la gratificación de que ya realice ventas allí”, agrega.
Participó asimismo con un stand en una competencia en Río Pinto (en la provincia de Córdoba) en abril y la segunda semana de agosto en el trasmontaña de mountain bike en Tucumán.
Por ahora, instalar la marca es la prioridad: “Al ser mío y unipersonal, se robó mi tiempo. Estoy muy apasionada, le he puesto mucho de mi corazón. No pienso dejar mi carrera como arquitecta, pero este año estoy disfrutando de este noviazgo que tengo con Dorff”.
Concepto y lema “Sueña y hazlo” es el slogan de la empresa.
Una frase que vale para el emprendimiento y para la incursión de Ana en el ciclismo. “Quería transmitir que todas las mujeres podemos, que pueden darse unos minutos, entrenar da salud y te cura.
Siempre decimos que podés salir con pocas ganas a pedalear, pero nunca te arrepentís de haber salido. Y con el diseño armé un concepto de moda dentro de la ropa de ciclismo”, explica.
Más que intuitivo, el proyecto Dorff fue pensado. La elección de las mandalas entre los diseños y como logo principal es adrede. De hecho, todos los elementos adoptados en Dorff son intencionales.
Para cada decisión, Bisdorff tiene un argumento: “Quería crear algo bien conceptual, las mandalas por ejemplo significan rueda”.
El guiño de los expertos Dos meses atrás, Dorff quedó seleccionada para participar de la segunda edición 2018 de Puro Diseño, la feria del diseño, la creatividad y la innovación. Se trata de un espacio que, desde hace 19 años, promueve el desarrollo, la comercialización y la difusión del talento aplicado al diseño y se articula como una red de trabajo y negocios.
La curaduría en Tucumán estuvo a cargo del diseñador de alta costura Benito Fernández y Marcela Molinari, la directora del Comité de Selección del evento. Ambos llegaron a la provincia para elegir a los emprendedores que integrarán el espacio del Instituto de Desarrollo Productivo local en la Ciudad de Buenos Aires. Así arribó también el momento del cara a cara de Bisdorff con los especialistas. “Tenía unos nervios como si me estaría por recibir. No íbamos a tener la oportunidad de verlos porque iban a hacer un trabajo a puertas cerradas, pero luego nos llamaron para hacernos una devolución”, recuerda.
Tras presentarse, tuvo que mostrar cuáles eran sus creaciones: “Me preguntaron y señalé mis percheros. Benito me dijo que no tenía nada que decir porque no tenían cosas para corregirme.
Yo puedo transmitir el mensaje que quiero con mis diseños, pero que a alguien especialista en esto le guste Dorff y me diga que no tiene nada para agregarme fue sublime”.