Fuente: Ámbito – Hubo despidos recientes en Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja y hay señales de recesión en Tierra del Fuego.
Como una mancha imparable que se extiende por todo el país, la desocupación crece por goteo. En los últimos días una empresa textil despidió a 41 empleados en Santiago del Estero, la semana pasada fueron 85 los trabajadores de la firma Topper, en Tucumán, a los que se les cesaron sus contratos y hace unas semanas sucedió lo mismo en el Parque Industrial en La Rioja, con despedidos y suspensiones. Las alarmas se encendieron también en Tierra del Fuego por el inicio de suspensiones en la actividad textil.
Este último viernes 1 de marzo, la firma de capitales brasileños Coteminas, que tiene su planta en la ciudad de La Banda, en Santiago del Estero, en donde fabrica sábanas y toallas, comunicó a 41 trabajadores que prescindía de sus servicios. La novedad fue confirmada por el secretario general de la seccional local de la Asociación Obrera Textil (AOT), Mario Díaz, quien agregó que las notificaciones se produjo en el cambio de turno de las 6. Esta decisión se sumó a lo ya adoptado por la firma en los últimos días del año pasado, cuando adoptó una medida similar con 63 empleados. La caída de la actividad, la apertura de las importaciones y crecientes costos internos, fueron esgrimidos por el empresariado para justificar el achique de la planta. Desde el gremio advirtieron que a diferencia de diciembre, esta vez Coteminas pretende pagar en cuotas las indemnizaciones, algo a lo que se opone la AOT.
En el caso de Tucumán, la firma Topper (exAlpargatas), ubicada en la ciudad de Aguilares, que migró de la industria textil al calzado e indumentaria, cesó 85 contratos en el arranque de la semana pasada. Se trata de jóvenes que, en la mayoría de los casos, estaban por cumplir un año, por lo que podrían haber pasado a la planta permanente. De acuerdo a Jorge Fugaracho, delegado de la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA), en diálogo con Ámbito, el CEO de la empresa les comunicó que la medida fue tomada por la caída de las ventas y la imposibilidad de continuar produciendo para stock. «Fue doloroso porque son chicos que habían sido capacitados y trabajaban en distintas áreas», dijo. «Ya lo veíamos venir porque sabíamos que la cosa no venía bien, por lo que tememos que esto se profundice», agregó. Hasta este cese, Topper tenía en esta provincia 1.065 empleados. El último informe de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), indicó que el comercio del calzado cayó entre un 35% y 40%.
Señales en La Rioja
La Rioja tiene desde hace 20 años un parque industrial que cuenta con alrededor de 35 firmas, mayoritariamente de las industrias textil y de calzado, en las que trabajan cerca de 3.000 empleados. En 2023, la empresa internacional PUMA, que tiene en ese predio la única fábrica que está afuera de su lugar de origen, en Alemania, amplió su mano de obra a 1.000.
En los últimos días, el delegado en esta provincia de la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA), Gustavo Castro, informó que desde que arrancó el año ya hubo 46 despidos en el parque industrial. «Las empresas aducen que hubo una caída de las ventas de entre un 40% y un 50%, que se rompió la cadena de pago, no venden y están sobreestockeadas», señaló en reciente declaraciones al medio Riojavirtual Radio. Precisó que las desafectaciones fueron en varias marcas pero todas del rubro de la confección de ropas. Anticipó que para tratar de neutralizar nuevos despidos, algunas firmas analizan la reducción de un día de trabajo en la semana, lo que redundará en una baja en los costos.
Por información a la que accedió Ámbito, en una empresa textil del parque y tras negociaciones por fuera de la Secretaría de Trabajo local, se activará un sistema de suspensión para 200 empleados de la empresa Apaclad, que consistirá en que una mitad prestará servicios durante una quincena y el otro 50% en la siguiente. El empleado percibirá el 75% de su sueldo, más una cifra no remunerativa. Alpacladd fue inaugurada por el expresidente Alberto Fernández durante una visita en 2022 y arrancó con 300 trabajadores.
El rubro de la gastronomía también se vio afectado y fue confirmado a este medio desde el gremio del sector. En el Hotel Naindo, el más importante de la capital riojana, cinco trabajadores fueron despedidos, cuatro en el hotel del Automóvil Club Argentino, en la localidad de Chepes, y cerró el conocido local T-Club, por lo que 16 personas se quedaron sin trabajo.
Preocupación en la provincia más austral
En Tierra del Fuego, la empresa Australtex envió un correo electrónico a sus empleados para comunicarles que desde hace un año y medio se retrajeron las operaciones pero «durante enero estas condiciones llegaron a un límite histórico, donde las ventas están prácticamente en cero y no existe espacio en los depósitos para seguir produciendo para el stock». «En ese marco, estamos lanzando medidas urgentes e indispensables para la sustentabilidad de la empresa y los puestos de trabajo, consistente en suspensiones concertadas en cada una de las unidades productivas más afectadas», cerró el mensaje que lleva la firma del área de Recursos Humanos. En ese contexto, hace dos semanas la empresa desvinculó a 15 empleados y negocia suspensiones, se indicó.
En diálogo con Ámbito, un miembro del equipo de colaboradores cercanos del gobernador peronista Gustavo Melella, explicó -«sin ánimo de justificar a la empresa»- que esas desafectaciones en la actividad textil son comunes a esta altura del año porque ya se llegó a un pico de producción. En unos meses, estas mismas personas son incorporadas de nuevo. «Por ahora, se monitorea la situación, se está en contacto con las empresas y se verá qué sucederá», agregó.
Distinto es el caso de la industria electrónica, explicó, en donde -tras encuentros con sus responsables- se les comunicó que en las proyecciones para el mediano y largo plazo ya se incluyó un casi seguro escenario recesivo. «Estas firmas trabajan mirando el futuro y las primeras señales ya muestran que bajaron las ventas de teléfonos, televisores y computadoras, entre otros electrodomésticos», detalló. «Por ahora este sector está cumpliendo con los contratos del año pasado y por esto todavía no afectó a sus trabajadores, pero si la tendencia actual no se revierte, seguro en cuatro meses podrían producirse los primeros», indicó.