Fuente: 0223 ~ Desde la Cámara Textil de Mar del Plata renovaron su pedido hacia el intendente Guillermo Montenegro para que los habiliten a los propietarios del rubro a recibir clientes dentro de los locales tras el retroceso a fase 3 de la cuarentena que los obligó a restringir la atención con un mostrador en la puerta de los comercios.
A través de un comunicado, la cámara que conduce Juan Pablo Maisonnave explicó que la entidad rediseñó el protocolo que se aplicaba hasta el retroceso y en base al trabajo de los ingenieros del sector se dispuso reducir al 50% el factor ocupacional. «En la mayoría de los locales en centros comerciales a cielo abierto o de cercanía no se supera las tres personas, por lo que con esta nueva medida estarían atendiendo al cliente de a una persona a la vez«, manifestaron.
Desde la entidad explicaron esta reducción del 50% contempla mínimo una persona y en el caso de ser un número impar el factor ocupacional será definido hacia el valor inferior. Para la industria textil esta modificación «no afectará el objetivo principal que llevó a la ciudad a bajar de fase, que es cuidar la salud».
El escrito firmado por Maisnonave sostiene que los comerciantes de indumentaria tuvieron «una gran responsabillidad» a la hora de aplicar los respectivos protocolos de seguridad e higiene. «Creemos que esta medida puede facilitar la comercialización cuidando a los clientes de estar a la intemperie en los tiempos de espera y sin generar impacto negativo a la situación sanitaria».
Las diferentes marcas que componen la Cámara Textil local entienden que sería fundamental contar con el visto bueno del jefe comunal para el sector que «viene muy golpeado» por el impacto de la cuarentena que se instauró a mediados de marzo.
Maisonnave había confiado a 0223 semanas atrás que los locales venían trabajando «muy bien» en base a los protocolos establecidos. «Pensamos que iba a ser difícil de implementar, pero la verdad es que la parte comercial trabaja de manera ejemplar, nos sorprendió a nosotros mismos», había reconocido.
Según había estimado, la pérdida económica «es muy grande» cuando los locales se ven forzados a cerrar al detectar algún caso positivo o sospechoso de Covid-19, aunque había reconocido que en el sector comercial «se puede recuperar con un buen día de facturación por alguna promoción».
«Si bien es positiva la apertura que descomprimió la situación económica y comercial, estamos entre un 40 y 50% de la facturación del año pasado«, había planteado.