Fuente: Clarín ~ La industria recuperó este año sus niveles de producción prepandemia. Qué variables los ubica en el lugar de los más favorecidos.
Este año, la industria textil recuperó sus niveles de producción según los niveles de la prepandemia y finalizará con una inversión estimada en bienes de capital que ronda los US$ 200 millones, según la Fundación ProTejer.
Detrás de esos resultados, que no alcanzaron a otros sectores de la economía, existen algunas variables de la coyuntura que jugaron a favor del sector. Por un lado, el cepo a las importaciones, que frenó el ingreso de productos potencialmente competitivos frente aquellos de confección nacional. Y por otro, la brecha cambiaria, hoy en el 92%, que posibilitó a las empresas la compra de insumos a un dolar oficial y luego la implementación de los precios de los bienes fijados al ritmo del dólar blue. Esta situación derivó en precios que subieron 48 puntos más que la inflación de dos años y en cantidades producidas que volvieron al nivel de 2019.
La producción de prendas de vestir, cuero y calzado, crecieron 58,1% en el período acumulado a octubre de este año respecto del mismo lapso del 2020, según los datos del INDEC. En cuanto a los precios, la suba fue del 139,4% entre noviembre del 2019 y noviembre del 2021 frente a un aumento del 94% en el nivel general, según el IPC de CABA.
Desde la Fundación ProTejer, sostienen que “después de cinco años de crisis y fragilidad financiera, y frente a un mejor contexto macroeconómico y mejores expectativas frente al futuro, las empresas comenzaron a repuntar y recompusieron el margen de rentabilidad anterior”.
Según la entidad, esos “márgenes se encuentran en rangos normales y son compatibles con las inversiones que se requieren para atender las nuevas exigencias del mercado y continuar sustituyendo importaciones”. Así lo señaló en un comunicado que intentó explicar porqué se produjeron los aumentos en los precios de la indumentaria, uno de los rubros que viene impulsando más la inflación.
Según el economista Jorge Vasconcelos, del IERAL, “las restricciones a importar, el cepo al comercio exterior y al mercado cambiario produjeron un desvío de la demanda”. Sucedió, entonces que la mayor demanda durante el Covid se dirigió mucho más hacia los bienes que hacia los servicios. De ahí el aumento de los precios y de la producción a niveles de la prepandemia.
Pero además, el experto sostiene «es posible que haya una importante reinversión de utilidades, pero orientada más a máquinas que a empleo, en la medida que el sector logre importar máquinas al tipo de cambio oficial. “Este tipo de cambio comercial define un sesgo pro máquinas, más en el contexto de una legislación laboral vetusta, doble indemnización, etc”, señaló.
Es así, como el sector ya lleva invertidos US$ 161 millones en bienes de capital hasta octubre y estima llegar a los US$ 200 millones al finalizar el 2021.
Para Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la Union Industrial (UIA) se trata de “ventanas de oportunidad que no son solo aprovechadas por un sector sino que es algo generalizado”, señaló. Y plantea que, de todas maneras, “el deseo de todos es converger hacia una macro con menos distorsiones”, señaló.