Fuente: Ambito ~ La industria textil es otra de las víctimas de la cuarentena por el coronavirus. Con shoppings cerrados hace casi seis meses y un público que se volcó hacia las compras online, las ventas en lo que va del año se desplomaron un 32%, según el informe de agosto de CAME. Y el futuro aún es complejo; a sólo días de que comience la primavera, el stock de ropa de verano es casi insignificante y los negocios continúan con la liquidación de invierno. “Es muy complejo fabricar y producir nuevas prendas en este escenario, no se consigue la materia prima importada, como hilos y telas y muchos talleres textiles cerraron sus puertas o se volcaron hacia la fabricación de productos para la salud”, explicaron desde el sector.
“Hay mucho producto que no se hizo y esto se debe a que hay faltante de materia prima. Mucho de lo que se quiere comprar no hay. El mercado está muy monopolizado y eso hace que sea muy difícil de conseguir productos. Además en este contexto no están aprobando la entrada de cierta mercadería al país”, explicó Horacio Ernesto Del Burgo, presidente de la Cámara Argentina de Innovación Textil y Afines (CAITA). En resumidas cuentas; “hay faltante de hilo, de tela, de elástico”, ejemplificó el especialista.
Con los días de sol y el incipiente calorcito, los compradores se vuelcan hacia la ropa de verano, lo cierto es que el stock de Primavera-Verano es muy reducido y de hecho algunas marcas aún no han presentado su nueva colección. “La cuarentena generó una ruptura del concepto ‘temporada’. Hoy las marcas venden lo que tienen y lo que pueden”, describió Del Burgo. “Estamos ante un comprador sin tanta pretensión por la realidad económica que atraviesa el país”, agregó
Desde la Cámara Argentina de la Indumentaria aseguraron que este año la liquidación de invierno se extendió hasta tiempo récord; “hay sobrante de ropa de invierno porque tenemos todos los shoppings cerrados, por lo que hay liquidación aún en septiembre, algo atípico para este mes, cuando ya se suele instalar la ropa de primavera-verano”, remarcó Claudio Drescher, presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria.
Las marcas más pequeñas dependen de sus talleres textiles y lo cierto es que muchos, durante la cuarentena, se desmontaron y otros se volcaron hacia los productos de salud. “Las empresas que subsistieron son las que se reconvirtieron y empezaron a fabricar otras cosas como camisolines, barbijos. Ahora eso repercute porque hay menos fábrica”, indicó Del Burgo. Además se mostró preocupado por la falta de materia prima, que se traduce en menos oferta de indumentaria para la temporada Primavera-Verano: “Se protege más al producto terminado que la materia prima entonces corres el riesgo de que entre al país el artículo final”, sentenció Del Burgo.
“No hay dudas de que el gran problema es la materia prima que no se consigue. Es muy difícil comprar materiales y aquellos pocos que aún tienen mercadería para vender lo retrasan porque piensan que van a aumentar y especulan con los precios”, finalizó Del Burgo.
Mientras desde el sector textil aseguran que el rubro atraviesa una fuerte crisis que generó que casi el 100% de las empresas estén inscriptas en el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), las ventas tanto en el canal online como en físico cayeron, de agosto a agosto, medidas en cantidades, un 32%, según Came ubicándose como el segundo rubro de mayor caída anual.
Coincido plenamente. Es facil decir «Cierren la importacion de textiles» pero sin analizar que se fabrica en Argentina y que no,ocurre esto. Argentina solo puede producir hilados de algodon,algo de poliester algo de rayon y casi que mas nada. No hay acrilico,rayon filamento,microfibras,etc.etc. Es decir,posibles tejidos Comodity. Alta moda,imposible..