Fuente: Ámbito ~ En diálogo con Ámbito, el referente del sector textil abogó por una modificación del sistema laboral, se refirió al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y a la solución de la inflación y remarcó cuál es su diálogo con el gobierno.
Teddy Karagozian es Presidente de TN&Plantex, una empresa textil argentina que nació en 1979. Actualmente es un referente de la industria textil y cuenta con ocho plantas industriales en el país, un centro de distribución y oficinas administrativas en seis provincias.
En diálogo con Ámbito, el empresario se refirió al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, a la inflación y remarcó cuál es su diálogo con el gobierno. También, realizó una propuesta basado en el sistema austríaco, la «Mochila Argentina», que busca establecer una nueva forma de asegurar las indemnizaciones bajando el costo laboral de los empresarios mediante la creación de un Seguro de Garantía de Indemnización (SGI).
Periodista: ¿Cómo se encuentra el sector textil en este comienzo del año?
Teddy Karagozian: «La industria textil en la Argentina está andando muy bien, estamos recuperando parte de la producción perdida durante los años del macrismo y aún nos falta llegar a los niveles máximos que teníamos en el 2015. Tenemos restricciones porque faltan dólares en la Argentina para comprar maquinaria pero todo el sector está invirtiendo muchísimo. Se han invertido en estos dos años cientos de millones de dólares en maquinaria para aumentar la producción. Eso hace que poco a poco aumente el empleo en el sector. Las restricciones que tenemos son lógicas producto de un país que se ha empobrecido y se endeudó, pero tenemos la esperanza de que pronto podamos volver al nivel máximo que teníamos en el 2015″.
P: ¿De qué manera perjudica el acceso a dólares para la producción textil?
T.K: Nosotros somos conscientes que la argentina se ha empobrecido. Vamos haciendo las inversiones en la medida que tenemos y hay dólares disponibles. Es un problema grande, pero no es un problema del Banco Central sino de la Argentina que no tiene dólares. Las inversiones más grandes de nuestra historia la estamos haciendo ahora. Faltan dos sectores que tienen que aumentar su capacidad de producción es la tintorería que son procesos químicos donde por falta de técnicos es muy difícil de aumentar la velocidad de producción. Durante los años de crisis muchos técnicos químicos se dedicaron a otras cosas y ahora es difícil de conseguir. También tenemos muchos problemas en la parte de confección que debido a las leyes laborales muy complejas de la Argentina no conviene tener empresas grandes para confeccionar. En ese contexto creemos que en la posibilidad de tener un seguro de indemnización haría posible que miles de mujeres que hoy están sin trabajar porque no consiguen empleos, pudieran trabajar en la industria de confección en La Rioja, Catamarca, Chaco, Tucumán, Buenos Aires y San Juan y darle un crecimiento enorme al empleo en la industria. Si aumenta la confección va aumentar la producción de tela, hilado y el consumo de algodón.
P: Usted presentó el proyecto «Mochila Argentina»: ¿Fue recibido por el Ministerio de Desarrollo Productivo?
T. K: Todos los ministerios lo tienen y lo habrán visto los ministros tanto Martín Guzmán, Matías Kulfas, Claudio Moroni y Juan Zabaleta. Creo que está frenado porque quizás el Ministerio de Trabajo no ha comprendido las grandes implicancias en el aumento del empleo y la consiguiente disminución de la pobreza en la Argentina. Pero poco a poco, si la sociedad va comprendiendo que la “mochila argentina” da más derechos al trabajador porque a todos les asegura poder cobrar la indemnización mientras que hoy menos del 20% la cobra, muchos de los problemas que tiene la Argentina como la informalidad que hay en todas las industrias, se solucionaría. Pero esto requiere tener una visión estadista y eso a veces requiere de tiempo.
P: ¿Porqué el empresario argentino no contrata a más personal pese a que la capacidad productiva actual lo permite?
T.K: El problema no es el conflicto laboral sino el pasivo laboral. Cada persona en una empresa va acumulando una deuda para la empresa. Cuanto más años tiene en la empresa, más deuda tienen. Esto hace a veces que las empresas compren más máquinas que las necesarias, más tecnologías que las necesarias y por lo tanto menos gente. El empresariado quiere contratar más gente, pero por el pasivo laboral terminan teniendo conflictos laborales porque el empresario despide con justa causa aunque no la tenga, o el empleado desea cobrar su indemnización si se considera despedido. Si uno tuviera la Mochila Argentina funcionando, el empleado que consigue un mejor empleo se va y el empresario cuando aumentan las ventas tomaría más personal y bajarían los índices de desocupación. Hay muchos argentinos que no van a buscar trabajo porque los sueldos no les alcanza y muchos empresarios que pudiera tomar gente, no lo hace.
P: ¿De qué manera le afecta a su empresa la inflación a la hora de discutir salarios y el aumento de los costos?
T.K: Cuando hay inflación, siempre hay discusión de precios con clientes y con proveedores. También, discusión de salarios. Esas discusiones quitan tiempo que las empresas deberían dedicarle a mejorar nuestros productos y mejorar la productividad, a bajar los costos. Cuando hay inflación, uno no sabe cuánto son los costos el mes que viene. Y como no lo sabe, son dependientes a ver cuánto va a llegar la tarifa de la luz, del gas, cuánto va a salir la nafta, la materia prima y el dólar. Son todas cosas que el empresario no maneja. A veces sale bien y a veces sale mal, la imprevisibilidad de la inflación hace que haya menos inversiones.
El origen de la inflación es la emisión monetaria, su origen es el gasto público. No son los impuestos porque tiene muchos. Pero el gasto publico no es un problema, porque todos los políticos en la Argentina tuvieron gasto publico. Esto quiere decir que la Argentina tiene falta de empleo privado. La Mochila Argentina es mi verdadero aporte a la solución contra la inflación, no el control de precios ni controles a la importación de productos. No la presión de los liberales de bajar el gasto público.
La falta de empleo privado es el origen del gasto público porque otorga subsidios a la gente que no tiene trabajo. Si aumenta el empleo privado disminuye que el estado emplee tanta gente.
P: ¿A qué se debe los aumentos de precios en la indumentaria?
T.K: La mayor parte de la gente, el 95% no compra en un shopping. Esas primeras marcas, el 70% de lo que tienen en venta es importado. No hay dólares, y durante muchos años fueron no comprando en la industria nacional y se quedaron sin proveedores.
Las grandes marcas en vez de producir localmente tratan de obtener todo importando porque les conviene más porque hay pocos fabricantes de confección en la Argentina.
Para que el precio de la ropa baje, hace falta bajar los impuestos, porque el valor agregado hace que del precio total, el 55% sean impuestos. El segundo tema casi un 20% de los precios que se observan se llevan en alquileres y un porcentaje en el tema de intermediación financiera llámese tarjetas o Mercado Pago. Por otro lado es muy cara la logística. El 8% de la ropa es de los fabricantes.
Son las marcas que tienen un porcentaje muy alta de productos importados que son caros. Los que vendemos a marcas nacionales con algodón argentino y materia prima argentina y sin tanta marca y publicidad, los productos son baratos. Aun gente con baja recursos, se puede proveer de ropa barata.
P: ¿Qué opina sobre «Acción Moda», el programa de Desarrollo Productivo para comprar a precios más baratos?
T.K: Ahora las marcas están haciendo un gran esfuerzo que van a hacer un descuento por esta temporada. Creo que es una buena iniciativa que trata de resolver los síntomas pero aún no el problema.
P: ¿Cómo ve la economía argentina tras la aprobación del acuerdo con el FMI?
T.K: El acuerdo es algo necesario pero no suficiente. Si no hubiera estado el acuerdo, las cosas irían muy mal. Que haya gente tanto de izquierda como de derecha que utiliza el acuerdo para tirar agua para su molino, es vergonzoso. No es suficiente para que la Argentina crezca. Argentina tiene que crecer, tiene que cambiar sus impuestos, tiene que empezar a cambiar su visión del empresario como el hombre malo y el estado como hombre bueno. El estado tiene que distribuir lo que el privado ha generado, lo que tenemos que hacer es aumentar la producción del sector privado en todo.
Es ilógico un país como la Argentina promover lo que algunos de izquierda promueven que es bajar las horas de trabajo. Un país pobre como la Argentina disminuyendo las horas de trabajo no va a aumentar el trabajo.
Los argentinos nos tenemos que poner a trabajar, significa trabajar en empresa privada que genere valor agregado y que la riqueza se distribuya de una manera que incida en la gente y que cuando se trabaja, le paguen bien por lo que trabaja. Si hay desocupación y hay inflación ,los salarios nunca van a subir.
Un salario no puede subir si hay un sobrante de personal. Cuando uno pone un aviso y aparecen 100 personas para un solo puesto, los salarios bajan. Cuando uno pone aviso y no consigue gente, los salarios suben. Es tan simple como eso.
P: Por último, ¿Tiene diálogo con el Ministerio de Desarrollo productivo?
T.K: Tengo dialogo con el ministro Matías Kulfas, con el ministro Guzmán, con Zavaleta. La verdad es que me siento muy escuchado. No quiere decir que puedan hacer todo lo que uno quiere pero honestamente a mi entender es un gobierno que escucha mucho.
En algunas cosas comparto.
Si n9 se reesrructura la adm. Publica, imposible bajar impuestos.Sobran 2/3 de todas las estructuras.
No solo faltan profesionales en tintoreria.Tambien en Hilanderia y tejeduria. Pero toman gente de Brasil y Peru. Aqui no se capacita gente. Ni hay escuelas desde 1975..
Algunos empresarios dsspidieron gente idonea en epoca de Menem, porque de golpe ganaban en dolares. Les pagaron monedas de indemnizacion.
Por ultimo no entiendo de donde sacaremos materas primas. No hay poliester, acrilico, viscosa, poliamida y si nos descuidamos, el algodon no alcanzara..