Son muy jóvenes y se animan a soñar en grande con su propia planta de indumentaria para clubes

Fuente: La Capital – Matías Sappietro y Juan Manuel Milano son los jóvenes que vieron el nicho en el deporte, se capacitaron y apostaron. Las tres novedades que traen entre manos.

Son primos, muy jóvenes, uno tiene 23 años y el otro 27. Son fanáticos del fútbol y esa pasión, casi de forma casual, los llevó a emprender juntos. Lo que nació como un hobby, gracias a una máquina estampadora que era propiedad de la familia, es hoy una marca de ropa deportiva que ya tiene planta propia donde operan con una capacidad para fabricar 10 mil prendas mensuales. Nada mal para esta pyme que funciona bajo el nombre HM Sport (high move o movimiento en alto) y que tiene gran proyección por delante de la mano de esta sangre joven.

Los rosarinos Matías Sappietro y Juan Manuel Milano son los protagonistas de esta historia. Fue Matías el que empezó a meterse en el rubro cuando se interesó por hacer funcionar la estampadora que tenía su papá en la casa. Al poco tiempo se sumó Juan Manuel, quien estaba aún en el secundario, pero cuando salía de la escuela se subía a la bici e iba directo a la casa de su primo a probar las impresiones de la máquina. Hasta ese momento, no se habían metido en la fabricación textil, sino que sólo estampaban a pedido.

Fue en el 2018 cuando apareció la oportunidad de entrar en la industria de la indumentaria. Matías estaba jugando un partido de fútbol para el club Coronel Aguirre, famoso por haber sido el primer lugar donde jugó el Pocho Lavezzi, y el entrenador le pidió si se animaba a hacer unas estampas para las pecheras. “Yo jugué al futbol desde siempre, en ese momento estaba en cuarto año de diseño industrial y le dije al entrenador que sí. Las hicimos y le pusimos un logo para que sepan que eran nuestras. A partir de ahí nos pidieron más pecheras y conjuntos de invierno. No teníamos nada más que la estampadora, que es sólo uno de los tantos procesos que tiene una remera”, recuerda Matías.

En la planta producen hasta 7 mil prendas al mes, pero tienen capacidad para llegar a 10 mil.

En la planta producen hasta 7 mil prendas al mes, pero tienen capacidad para llegar a 10 mil.

Ambos confiesan que entrar en esta industria les llevó tiempo para aprender el know how, porque es mucho más complejo que hacer sólo la estampa. Al principio trabajaban con proveedores, pero luego empezaron a hacer todo el proceso de fabricación para no depender de los tiempos de terceros. “El primer pedido grande que tuvimos fue de 150 conjuntos de entrenamiento de juego para Ñaro Club de Fútbol y todo lo que podía salir mal, salió mal”, relata Matías y confiesa “gracias a Dios el cliente no nos abandonó porque entendió que éramos principiantes. De hecho, hoy sigue siendo cliente, le estamos entregando el cuarto pedido”.

El crecimiento de la producción

Empezaron en un pasillo de una casa en Arroyito, pero ya para el primer pedido entendieron que debían tener taller propio. En abril del 2019 compraron un equipo de grandes dimensiones, una termo estampadora industrial, y alquilaron un espacio de 500 metros cuadrados. “Ese lugar nos permitió crecer y a partir de allí decidimos abocarnos 100% a este negocio y los dos dejamos la facultad porque teníamos que tomarnos en serio este trabajo”, explica Juan Manuel. Tiempo después les tocó la pandemia, periodo que aprovecharon para capacitarse de forma online y desarrollar la página web.

A partir de allí los pedidos de los clubes no cesaron. En el fútbol amateur hay una enorme demanda de este tipo de prendas, tanto en Rosario como en todo el país, porque cada pueblo o ciudad tiene su club y, por lo tanto, su propia camiseta y short. A la hora de hacer la lista de clientes que les permitieron dar el salto en este segmento, los socios enumeran a: Coronel Aguirre, Argentino de Rosario, Sportivo Matienzo de Pujato, la división senior y vóley de Rosario Central, club Náutico y Remeros, así como la selección argentina de footgolf, entre otros. Venden el 30% en Rosario, el resto en distintos puntos de Argentina, sobre todo en el sur del país, y fabrican en promedio unas 5.000 prendas al mes.

Mas de 20 personas trabajan en la planta.

Mas de 20 personas trabajan en la planta. Foto: La Capital

Con ese crecimiento, fue que decidieron mudarse a una nueva nave, de 1.700 metros cuadrados sobre boulevard Avellaneda que es donde funcionan hoy y donde tienen en carpeta sus nuevos desarrollos. Entre ellos, Matías destaca que la estrategia es seguir creciendo desarrollando servicios para los clubes y buscan seguir profesionalizándose para dar respuesta a la demanda no sólo del fútbol amateur sino también de las grandes ligas. Pero van paso a paso.

El estreno de la marca propia

Hasta el momento, todo lo que producían era para los clubes. Pero ahora se lanzaron a la fabricación de indumentaria deportiva bajo la marca HM, venta unitaria. El estreno será el 6 de diciembre cuando hagan el lanzamiento de la colección tanto para la comercialización online como en su showroom. “Nosotros teníamos un problema, la gente nos pedía ropa deportiva para ir a correr o para ir al gimnasio y no teníamos nada para ofrecerles, porque todo lo que fabricábamos estaba abocado a los clubes e instituciones, salía con sus colores y sus números. Ahora desarrollamos toda una línea que tiene desde shorts femeninos hasta camisetas de entrenamiento”, detalla Juan Manuel. La estrenarán en diciembre para aprovechar el consumo que llega de la mano de la Navidad.

El equipo está atento a que las prendas salgan con la calidad y terminación óptima.

El equipo está atento a que las prendas salgan con la calidad y terminación óptima.

Foto: La Capital

Jóvenes promesas: las tiendas oficiales

Otra pata importante para HM Sport es la dar más servicios a los clubes. En esa línea, les ofrecen armarles todas las tiendas deportivas para que puedan resolver todos los productos con un proveedor. En general a los clubes más chicos se les complica la organización de ese merchandising y si les otorgan el servicio llave en mano podrían vender mucho más. Porque si hay algo que los socios tienen claro es que llevan la camiseta puesta. Y la compran.

Fueron sumando tecnología para poder ampliar la capacidad operativa de la planta.

Fueron sumando tecnología para poder ampliar la capacidad operativa de la planta.

Foto: La Capital

Respecto de lo que se viene para adelante, Matías y Juan Manuel están pensando en invertir en la planta. Hasta el momento el crecimiento fue orgánico y de hecho no han tomado créditos. Como el techo de la nave es muy alto, lo que tienen en carpeta es construir un entre piso que les permita duplicar la capacidad. Son jóvenes, tienen potencial y se lanzan con todo en esta industria que tiene grandes jugadores.

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