Fuente: Planeta Urbano – Del 20 al 28 de septiembre, los mejores diseñadores de la moda local expusieron sus colecciones en lugares emblemáticos de la ciudad, consagrando una semana que logró combinar a la perfección moda y arte.
A un desfile por día, y con un gran cierre en el Malba, los diseños de alta costura argentina tuvieron su propia semana por segunda vez consecutiva. Aquí, un resumen de lo mejor de la Semana de la Alta Costura (SAC)
EL PALACIO ERRÁZURIZ SE LLENÓ DE GLAMOUR
Bajo la lluvia, y con nubes de humo sobre las cabezas de los asistentes, en el jardín del Museo de Arte Decorativo, Laurencio Adot dio inicio a la SAC. Con materialidades como seda, satén, crepe y géneros bordados en strass, la colección “212party54”, nos sumergió en un mundo de ensueño, donde la mujer fue la única protagonista.
Vestidos confeccionados en colores arco iris, coral, naranja, amarillo, esmeralda, azul royal y verde lima, cumplieron su homenaje a las grandes fiestas neoyorquinas de los 90. El diseñador expresó: “Las mujeres escapan al jardín del palacio a encontrar un mundo de fantasía”. También caminaron sobre la pasarela blanca propuestas para novias y fiesta, en tonos nude, negro y off white.
Al día siguiente, Adrian Brown repetiría la locación para presentar “Solsticio”. Las modelos caminaron con diseños cargados en oro, perlas y géneros iridiscentes en colores vibrantes. El diseñador referenció la flamante estación primaveral para darle un renacer a la temporada donde, en sus palabras, “el sol se detiene e irradia toda su energía”.
La elección del salón Luis XIV fue un gran homenaje a las excéntricas piezas que lucían los miembros de la aristocracia en Francia durante el siglo XVII. Brown lo dejó en claro: “Los diseños parecen salidos de los baúles del sastre del ‘Rey Sol’”, dejando así en evidencia su inspiración en la alta costura gala.
UNA PROPUESTA A LA ALTURA
Marcelo Giacobbe eligió la torre BBVA [Av. Eduardo Madero 802], uno de los edificios más altos de CABA, para presentar su nueva colección. En esta ocasión, buscó expresar los sentimientos que atraviesan la vida, la muerte y el renacimiento. Comenzando con sastrería y vestidos en negro, que acompañó con cuero y velos de encaje, continuó con prendas en blanco puro con brillo y transparencias.
Para finalizar, con un frenesí de colores y mariposas, gran símbolo del renacer, el diseñador invitó a vivir la vida y ofrecer colores que celebren la esperanza, manteniendo la elegancia y sofisticación de la marca.
CASA BASAVILBASO, HOGAR DE LAS JOYAS DE CAMILA ROMANO
“’Presagio’ refiere a algo que está por ocurrir: quiero que puedan ver mi colección como algo que está ocurriendo, algo que está sucediendo, presagiando lo que es la alta costura hoy”, explica Camila Romano, quien presentó sus creaciones en Casa Basavilbaso, una de las joyas arquitectónicas de Buenos Aires.
Con un gran enfoque en lo artesanal, se pudo apreciar su visión del mundo de las novias y madrinas, con vestidos de noche en texturas como de escamas, brillos con redes y bordados hechos a mano. Su paleta de colores fue del blanco al negro, haciendo un recorrido por tonos metálicos y pasteles. “Fueron 50 pasadas, un desafío muy grande, una gran cantidad de diseños inusual para lo que yo estoy acostumbrada a presentar en mis desfiles, que en general han sido de entre 30 o 40 vestidos”, destacó la diseñadora.
LAS ESCALINATAS DE DERECHO, A PURO COLOR
“Mis inspiraciones siempre se refieren a los movimientos arquitectónicos de diferentes lugares y creadores, por eso en esta ocasión elegí la Facultad de Derecho” explicó Fabian Zitta. Mientras caía el sol, las luces que iluminaban las famosas columnas de la universidad se encendieron y dieron inicio al show.
El diseñador presentó «Escala», una colección con 62 looks femeninos y 8 masculinos, plagada de detalles en diferentes texturas, como cueros calados, vestidos plisados, gasas en seda y brocados geométricos. También los colores marcaron protagonismo: se robaron las miradas desde el blanco y negro hasta el fucsia y colorado, pasando por el azul y el verde.