Se contraen las ventas de ropa
La caída en Shoppings fue de 13,6% y en Supermercados de 12,4%, al compás de la reducción del poder de compra de los salarios.
Fuente: CIAI ~ El INDEC registró la mayor caída del consumo de prendas desde el año 2016 en los shoppings de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense y en supermercados de todo el país. En este contexto, esta semana se confirmó el cierre del histórico Centro de Compra de Villa del Parque. En comercios minoristas, la contracción fue de 16,8% en mayo de 2019 comparado con mayo de 2018 según la encuesta realizada por la CAME.
La causa principal de la disminución de la demanda de ropa es la caída del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores argentinos, que según el INDEC fue de 12,3% en abril de 2019 comparado con abril de 2018. Una dinámica similar sufrieron las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares, que cayeron 13,6% en mayo de 2019 respecto a la situación de un año atrás.
A su vez, la pérdida de poder de compra de los últimos 12 meses obedece al rebrote de la inflación, consecuencia de la suba del dólar y de las tarifas de los servicios públicos. De cara a la segunda mitad del año se puede esperar que la estabilidad del dólar obtenida en los últimos dos meses actúe como ancla contra la inflación. En efecto, el mercado espera una inflación de 40% para diciembre de 2019, según el relevamiento del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esta cifra es sustancialmente menor a la inflación acumulada de 57,3% entre mayo de este año y mayo de 2018, registrado por el INDEC.
En caso de mantenerse la estabilidad del dólar, la inflación de la segunda mitad del año podría situarse en torno a un promedio de 2,3% mensual según las expectativas del mercado. En este contexto, los aumentos de las paritarias de 2019 en torno al 30% según el sector de actividad, si bien no lograrán recuperar el terreno perdido durante 2018, probablemente eviten nuevas caídas mensuales. Así, se arribaría a las elecciones presidenciales de octubre con una leve recuperación de los salarios en torno a 2 o 3% respecto al piso alcanzado a principios del año. Algo similar se puede esperar que ocurra con las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares.
Este escenario, sumado a los efectos de otras políticas de impulso al consumo como el relanzamiento del programa Ahora 12 en junio, podría generar una mejora en las ventas en los próximos meses. Cabe resaltar que el nuevo Ahora 12 cuenta con una reducción de tasas de interés que, además, serán fijas hasta diciembre. No obstante, su limitación podría estar marcada -en buena media- por el grado de endeudamiento previo de las familias.
La estabilidad cambiaria y la desaceleración de la inflación impulsaron la recuperación de la confianza de los consumidores, que mejoró 12,8% en junio de 2019 comparado con junio de 2018, según el relevamiento realizado por la Universidad Di Tella. Por su parte, el mercado pronostica una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina de 1,4% para todo 2019, según el relevamiento del BCRA.
Ahora bien, la contrapartida de la caída de las ventas de ropa fue una intensa contracción de la producción nacional, que disminuyó 14,7% interanual en mayo de 2019 según el INDEC. Durante los primeros cinco meses del año, la reducción de la producción acumuló 14,4% comparado con mismo período de 2018. La producción de hilados y tejidos (industria textil) cayó aún más: 19,8% en mayo y 19% en el acumulado del año.
Por su parte, las exportaciones de ropa aumentaron un 2,5% en mayo de 2019 respecto a mayo de 2018 según los registros aduaneros del INDEC. Las importaciones en dólares cayeron 39,9% (y 36,7% medidas en kilogramos), con una precio promedio 5,1% inferior que en mayo de 2018. El tipo de cambio real con China creció en junio 1,6% respecto al mismo mes del año anterior, según el BCRA.
El Ministerio de Producción y Trabajo aún no actualizó la información sobre el empleo en el sector: los últimos datos disponibles (tercer trimestre de 2018) indican que se perdieron 8.688 puestos respecto al mismo periodo de 2015, una caída de 17,9% en los ocupados del sector.
La suba de los costos del sector no afloja. La tasa de interés para adelantos en cuenta corriente se ubicó en 65,8% durante el último día hábil de mayo, según datos del BCRA. La electricidad aumentó 78,2% en Ciudad de Buenos Aires en mayo de 2019 comparado con mismo mes de 2018, en función del relevamiento elaborado por el Instituto Estadístico de la Ciudad. Por último, la nafta súper acumuló 53,3% de aumento en los últimos doce meses, encareciendo los costos logísticos de las empresas.
Al mismo tiempo, dada la intensa reducción de la demanda y las ventas, el precio de la ropa aumentó 43,1% en mayo de 2019 comparado con mismo mes del año anterior, cifra sensiblemente por debajo del nivel general de inflación en Argentina (57,3%). Esta dinámica implica un abaratamiento relativo de las prendas, producto tanto de los descuentos y de las promociones como de la imposibilidad de trasladar plenamente al precio los incrementos en los costos.
Esta situación llevó a una desaparición de los márgenes que dan sustento al desarrollo empresarial tanto en la comercialización como en la fabricación de ropa, dinámica que explica el cierre y la quiebra de aquellas que venían de una situación más crítica. El mantenimiento en el tiempo de esta dinámica de ajuste profundizará la crisis del sector, con la consecuente destrucción de empleo y pérdida de capacidades empresariales. En este contexto, pasar de una macroeconomía del ajuste a una de crecimiento económico se torna condición necesaria para la recuperación del sector. Sin embargo, el crecimiento sólo no alcanza: también se requiere la implementación de políticas públicas específicas para resolver los principales problemas que acucian a las PyMEs de la indumentaria.