Fuente: CIAI ~ En octubre, la producción de ropa alcanzó su nivel más alto de los últimos 3 años
Las cantidades fabricadas de indumentaria fueron las más altas desde fines de 2018 y recuperaron el terreno perdido por la crisis de 2019 y por la pandemia.
- En octubre, la producción de ropa subió 11,5% comparado con mismo mes de 2019, lo que representa la mayor suba del año.
- Comparado con octubre de 2020, la recuperación asciende a 41,1%.
- Esta dinámica está asociada fundamentalmente a la recuperación de las ventas, a la mejora en la competitividad cambiaria de la economía argentina y a la activa administración del comercio exterior.
- La recuperación podría ser aún más intensa pero el sector está enfrentando una fuerte escasez de costureros capacitados que impide a nuestras fábricas y talleres incrementar aún más las cantidades fabricadas.
Aclaración metodológica: varios indicadores se comparan contra el año 2019 para evitar las distorsiones en la base de comparación generadas por la cuarentena de 2020.
La industria argentina de confección de ropa está aumentando fuertemente su producción: las cantidades fabricadas en octubre fueron las más altas en los últimos tres años, según informó recientemente el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). De esta forma, nuestro sector pudo recuperar los niveles de actividad perdidos por la crisis económica de 2018-2019 y por la pandemia. Sin embargo, y a pesar de la fuerte recuperación experimentada este último año, aún se encuentra un 20% por debajo de los niveles del segundo trimestre de 2016, el registro más alto de los últimos 6 años, tal como muestra el gráfico a continuación.
Producción nacional de ropa: 2016-2021
En número índice base 100 = promedio año 2004
En este punto, conviene advertir que la fuerte escasez de trabajadores costureros que se registra en la actualidad impide que la recuperación sea mucho mayor. En efecto, nuestra industria atraviesa un momento muy particular en el cual no se puede incrementar aún más las cantidades fabricadas debido a que las fábricas y los talleres no logran conseguir mano de obra capacitada en el oficio de confección, lo que actúa como un auténtico techo a la oferta de prendas. Este fenómeno obedece
fundamentalmente a la pérdida de las capacidades productivas provocada por la crisis que atravesó el sector durante el último lustro, el cual fue expulsor neto de mano de obra, parte de la cual se reinsertó en otros sectores de actividad mientras otros migraron hacia polos de confección ubicados en países limítrofes.
El crecimiento de la demanda de la industria nacional de ropa se debe, por un lado, a la recuperación del mercado de prendas por la superación de los peores momentos de la pandemia y, por el otro, al cambio en los incentivos macroeconómicos (valor del dólar, activa administración del comercio exterior y Ahora 12). En este sentido, las ventas de prendas en comercios minoristas
fue 8,4% superior a la registrada en noviembre de 2019 (y 22,6% a la de mismo mes de 2020), según registros recientes de la CAME.
Habría que aclarar que la migración de trabajadores se deber mayormente a que no pueden hacerse de dólares a valor oficial y que no pueden enviar remesas al exterior. El trabajo de confección nunca paro, y si hubo alguna disminución en la pandemia también en los paises limítrofes.