Fuente: CIAI ~ Se normaliza la inflación de la ropa en Argentina. Después de un año de fuertes distorsiones, las subas de los precios en la indumentaria son cada vez más similares al nivel general de la economía.
- En el último año, los precios de la ropa subieron debido a la imposibilidad de fabricar durante varios meses, a la escasez mundial de materias primas, a las subas de los precios internacionales del algodón, polyester y nylon y al incremento de los costos fijos medios por el derrumbe del mercado y por el traslado del personal (dada la imposibilidad de usar el transporte público).
- La inflación de la ropa fue heterogénea según el segmento de comercialización: los precios de las prendas del canal formal subieron mucho menos que los del canal informal, más afectado por la pandemia del COVID-19.
- En paralelo, el aislamiento provocó cambios en la metodología del INDEC para relevar precios de la ropa, lo que llevó a una sobre-estimación de la inflación en nuestro sector. En abril, los precios de la ropa subieron 20 puntos porcentuales más para el INDEC que para los diez institutos de estadísticas provinciales que también relevan indumentaria.
- Entre abril y junio, la inflación de la ropa acortó más de la mitad de la diferencia que existía con el nivel general. Prevemos que esta dinámica se profundice con la publicación del índice de julio, debido al efecto de las promociones por el inicio del fin de la temporada otoño invierno.
Aclaración metodológica: varios indicadores se comparan contra el mismo año de 2019, dado que la cuarentena de 2020 distorsiona la base de comparación.
La pandemia del COVID-19 provocó fuertes presiones de costos en el mercado de indumentaria argentina. Durante los primeros meses de 2020, las fábricas de insumos textiles y de indumentaria de China estuvieron sin operar lo que provocó escasez a nivel global. Esta dinámica se vio agravada por la virtual paralización del transporte marítimo durante los primeros meses de la pandemia. Superado los peores meses de aislamiento (marzo, abril y mayo), el mercado fue paulatinamente recuperándose, lo que llevó a una fuerte suba de los precios internacionales de las materias primas textiles. Sólo a modo de ejemplo, entre mayo de 2020 y febrero de 2021, el precio internacional de la fibra de algodón subió 65,6% en dólares, sumado al aumento de 31% de la cotización del dólar oficial en Argentina en el mismo período.
Esto provocó un fuerte incremento de los costos de los insumos utilizados por las fábricas de confección, tanto los de origen nacional como los de origen importado. Un relevamiento propio de la CIAI concluyó que entre abril de 2020 y abril de 2021, los insumos textiles se encarecieron 95,3% en pesos, lo que presionó los precios de las prendas. En paralelo, los mayores costos por el traslado del personal (debido a la imposibilidad de usar el transporte público) sumado al incremento de los costos fijos medios (por el derrumbe de las cantidades comercializadas) también contribuyeron a presionar los precios de la indumentaria.
Al mismo tiempo, el aislamiento provocó cambios en la metodología utilizada por el INDEC para relevar precios de la ropa. A la imposibilidad de recabar precios durante el mes de abril de 2020 se sumó la mayor participación de prendas de canales digitales (de mayores precios debido a que pertenecen a empresas más formales), lo que sobre-estimó los aumentos de precios de las prendas, dado que se dejaron de comparar las mismas canastas de productos. Este cambio metodológico afectó a todas las mediciones mensuales desde mayo de 2020 a abril de 2021, debido a que la estacionalidad del mercado lleva a medir precios distintos a lo largo del año (colecciones otoño invierno y primavera verano). La mayor distorsión se alcanzó en abril de 2021, cuando para el INDEC los precios de las prendas habían subido 79,1% interanual mientras que para los organismos provinciales, 59,9%, 19,2 puntos porcentuales menos. El cuadro 1 muestra las mediciones de precios de la ropa.
Cuadro 1
Precios de la indumentaria y del calzado
En porcentaje de variación interanual
Fuente: elaboración propia de CIAI en base a datos de INDEC e institutos de estadísticas provinciales.
Entre abril y junio, la inflación anual de la indumentaria y del calzado registrada por INDEC pasó de 79,1% a 65%, una desaceleración de 14,1 puntos porcentuales. En junio, la diferencia con el promedio simple de los institutos provinciales se acortó a sólo 4,8 puntos, prácticamente un cuarto de la registrada en abril.
En paralelo, la aceleración del nivel general de inflación en el promedio de la economía argentina también recortó la diferencia con la dinámica de la ropa: de una tasa anual de 35,8% en noviembre de 2020, el ritmo anual de aumento de precios a junio de 2021 se ubicó en 50,2%, según el propio INDEC. En este punto, conviene destacar que el nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se trata de un promedio que incluye bienes y servicios con precios congelados (servicios públicos) o regulados (salud, educación, entre otros). Si se compara la evolución contra otros bienes, tales como materiales para la construcción, autos o carne, los precios de la indumentaria subieron sustancialmente menos. Sólo a modo de ejemplo, mientras en junio los precios de la ropa subieron 65% interanual, los materiales para la construcción se encarecieron 86,1%, los autos, 84,9% y la carne, 79,2%, según el propio INDEC.
Cabe advertir que la inflación de la indumentaria también resulta heterogénea según el tipo de segmento de comercialización: el segmento formal aumentó menos los precios que el informal. En efecto, un reciente relevamiento de la CIAI entre sus empresas socias indica que la variación de precios promedio para la próxima temporada de verano del segmento formal se ubica en 44,9% interanual respecto a la temporada anterior. En contraste, diversos factores asociados a la pandemia del COVID-19 impactaron especialmente en la ropa fabricada y comercializada en los segmentos informales. Entre ellos se destacan: i) la formalización impositiva de una gran cantidad de operaciones debido a la digitalización de las ventas y de los pagos; ii) las comisiones de las billeteras virtuales (alrededor de 4%), que ganaron participación como modalidad de pago; iii) las comisiones de los sitios de venta online; iv) los fletes y las encomiendas.
En adelante, en la medida que continúe la normalización del abastecimiento y de la dinámica de precios en los mercados internacionales y la industria nacional pueda superar los peores momentos la pandemia, los precios de la indumentaria continuarían su convergencia con el resto de los precios de la economía. Algo similar ocurre para la medición del INDEC: en la medida que pasen los meses y se replique la nueva metodología, los sesgos asociados al cambio de canastas tenderían a desaparecer y la medición del INDEC convergería con la del resto de los institutos de estadísticas provinciales.
A continuación podrán descargar el Semáforo de la Indumentaria – Agosto 2021: