“Arranqué en el 2012 con un local multi marca en calle España, entre Córdoba y Santa Fe, gracias a una inversión de mi pareja. Por los diseños que vendía, la ubicación en donde estaba y el uso de redes sociales me fui haciendo conocida y eso me permitió, en el 2015, cuando decidí cerrar el local por gastos y mudarme a un showroom, seguir manteniendo los mismos niveles de clientes”, contó la diseñadora, que estudió Bellas Artes y ya lleva siete años seguidos al frente de la marca.
Ya para ese entonces, se había lanzado a diseñar ella misma la ropa que luego vendía, pero fue en el 2016 cuando descubrió una nueva pasión de la mano de las mallas, que si bien están comprendidas dentro del mismo rubro, requiere de otras máquinas y materiales para su confección. “Una temporada hice un body que termino siendo malla, era un diseño que gusto muchísimo y lo empece a explotar. Me di cuenta que podía entrar en un ambiente diferente, con diseños propios e innovadores”, destacó la joven.
A la hora de elaborar los distintos conjuntos, Ybarra tenía en claro que quería que su marca tuviera una visión no hegemónica de los cuerpos, donde todas sus clientas pudieran encontrar trajes de baño que les quedaran bien y con los que se sintieran cómodas. Por eso decidió confeccionar su diseño en una amplia variedad de talles que supieron destacarla frente a la competencia y llamar la atención de muchas otras consumidoras que comenzaron a solicitar sus diseños.
“Yo quería tener una marca con una imagen ajustada a la realidad. Cuando yo lanzo la primera campaña la hago con clientas mías que querían modelar las piezas, todas con distintos tipos de cuerpos. Esa producción se conectó con todo el furor del movimiento feminista, el empoderamiento de los cuerpos. Tengo muchas clientas que elijen mi marca porque no solo encuentran talles sino también variedad en los diseños, no se tienen que quedar con lo único que encuentran”, indicó la emprendedora.
En la actualidad, Ybarra se dedica a confeccionar prendas de ropa para la temporada otoño, invierno y mallas para la primavera y el verano y remarcó que, gracias a la gran cantidad de ventas, aumentó los niveles de producción y de stock para abastecer la creciente demanda. “Tuve mucho crecimiento a partir de mi tienda online y, más allá del contexto, en comparación con el año pasado aumenté casi un triple las ventas, creo, principalmente, porque muestro la belleza desde una visión más realista”, remarcó la diseñadora.