Fuente: Perfil – Marcas y diseñadores presentaron sus colecciones en el Pabellón de Culturas Brasileñas del Parque Ibirapuera. San Pablo Fashion Week es considerada la mayor semana de moda de toda América Latina y te contamos el motivo.
¿Qué hace que una fashion week sea la más importante de todo el continente? Si lo juzgamos por los estándares internacionales (dónde cada semana de la moda es viral a su manera), la respuesta sería la inversión en desfiles exuberantes, la reproducción masiva de su contenido y en los asistentes que con sus looks, hacen que los eventos sean un show aparte.
Pero acá en América Latina, sabemos que el juego de la moda es diferente – y Brasil entendió bien la necesidad de levantar una semana de desfiles que compita con los estándares extranjeros.
Fue en 1995 que Paulo Borges empezó el proyecto nombrado Morumbi Fashion con 31 marcas participantes – no fue hasta el 2002 que el evento recibió el nombre de San Pablo Fashion Week (SPFW) y para ese entonces, ya se había consolidado como una plataforma de networking para diferentes profesionales: fotógrafos, estilistas, modelos, maquilladores, periodistas, agencias, marcas y diseñadores se juntaban para una semana intensa de trabajo, con el único objetivo de promover la moda brasileña.
Hoy, casi 30 años después, la SPFW se convirtió en referencia internacional. De las 41 firmas que se presentaron, te mostramos los 10 desfiles que muestran por qué esta la semana de moda más importante que tenemos en América Latina.
GUSTAVO SILVESTRE + PROYECTO PUNTO FIRME
Veterano de la semana de la moda, Gustavo Silvestre desfiló 40 looks con su proyecto Punto Firme – un hermoso ejemplo de diseño de autor sustentable. En los escalones del Museo del Ipiranga (antigua residencia de la familia real portuguesa), Silvestre llenó de colores y texturas el icónico escenario de la ciudad. Sus telas, que son tejidas a mano con lentejuelas, representan el trabajo de capacitación y terapia ocupacional para reclusos, egresados del sistema penitenciario y personas en situación de vulnerabilidad social. Cada look es único, mostrando que su ropa se adapta a diferentes estilos y figuras.
LILY SARTI
Otro nombre súper conocido es el de Lily Sarti: una marca moderna y chic, que representa a la mujer urbana mejor que nadie. En esta colección, el punto de partida fue la filosofía Wabi-sabi, que valora la belleza de la imperfección – figuras minimalistas y arquitectónicas tomaron forma de ropa, siluetas sin excesos y superposiciones inteligentes que agregan aire sofisticado a los looks.
NORMANDO
El estreno de Normando en el tercer día de desfiles marcó un antes y después en la historia de la marca: la dupla de diseñadores Marco Normando y Emídio Contente probaron que se puede hacer moda brasileña sin la necesidad de ser caricatos, o caer en clichés estereotipados. Nombrada “Vándalos del Apocalipsis”, la colección fue marcada por la sastrería como punto inicial, con hombreras exageradas y siluetas bien ochentosas – lo que empezó con looks en blanco y negro, a los pocos fue tomando forma de estampados coloridos, jugando con prints de peses del río (como el tucunaré y el pirarucu), así como dibujos de madera que representan la flora del país tropical.
BOLD STRAP
Desde su lanzamiento, Bold Strap ha hecho exactamente lo que se espera de una it-marca: vistió celebridades de todo el mundo (en Argentina, Emilia Mernes usó un corset rosa de efecto vinílico para el vídeo “no_se_ve.mp3”), se consolidó con un abanico de piezas deseo y se hizo querer a través de campañas provocativas y desfiles exclusivismos. Ni mismo las dos horas de retraso para arrancar el show bajó el entusiasmo de los más de 600 invitados. Fiel a su ADN fetichista, Bold Strap armó una alta pared formada por más de 4.000 lubricantes íntimos para crear la atmósfera. Camila Queiroz, musa de la marca, abrió el desfile que propuso siluetas ajustadisimas en diferentes figuras corporales, superposición de lencerías y accesorios del mundo BDSM, como guantes y máscaras de arnés, collares de plugs y muchas piezas de látex transparente. Vibrante y sexy, Bold Strap domina el escenario fashion con audacia.
CATARINA MINA
Romántica, libre y despreocupada: Catarina Mina es una diseñadora que representa fielmente el estilo de la mujer brasileña. La marca que es del Ceará (Noreste del país, donde el verano dura el año entero) presentó la colección “Herederas del Futuro” con 35 looks en técnicas de macramé, tejidos y bordados, celebrando la artesanía local con una mirada sofisticada y moderna. Looks cargados en flecos y transparencias en siluetas cómodas y relajadas que parecen haber sido hechas para una eterna caminata en la playa. El trabajo de Catarina Mina es sustentable y responsable, garantizando condiciones justas de trabajo para artesanas de 31 comunidades de la región.
ARTEMISI
Definitivamente el punto alto de la semana, Artemisi – marca de diseño de autor creada por Mayari Jubini – desfiló su segunda colección en el cuarto día del evento. Una mezcla entre el futurismo y el trabajo manual, la colección que se llama “Into The High” desafió a la percepción de los espectadores con piezas tridimensionales que rompían el carácter estático de la pasarela, creando una estética sensorial casi inmersiva a cada pasada. Desde outfits con impresión 3D fundidos en resina hasta adornos de pedrería (casi 70 mil cristales fueron aplicados a mano) y pinturas híper realistas, el desfile fue una verdadera obra de arte. El momento más especial fue el cierre, en el que una modelo vistió un corset negro y “alas” motorizadas que crean un efecto de ilusión óptica en la foto. Hoy en día, es difícil ver una marca que tenga una propuesta conceptual tan fuerte que nos haga recordar por qué nos gusta la moda; y Artemisi volcó todo su talento en una colección high fashion que refuerza el talento latino en su primor.
LED
En medio a cables enredados y pantallas torcidas, LED presentó GAMBIARRA (en traducción libre: Gran Artífice de la Mecánica Brasileña Inventada para Arreglar, Recuperar o Realizar Algo). Las referencias al estilo kitsch brasileño de “arreglarse como se puede” fueron volcadas en el styling que tenía alfileres, grapas, cordones, ganchos y demás artífices que unían a las piezas y tenían función de accesorizar a los looks. Tejidos y crochet coloridos llenaron la pasarela, flecos súper exagerados tomaban forma de carteras y vestidos; LED lo hizo pensando en un estilo urbano y cosmopolita.
LUCAS LEÃO
Simple y sofisticado: el diseñador Lucas Leão propone cuestionar los códigos de vestimenta entre el guardarropa masculino y femenino. La sastrería clásica fue el punto inicial de la colección, con trajes estructurados de hombros marcados y algunos con recortes en la espalda, agregando un elemento moderno a algo tradicional. Las camisas tenían moños que sustituyen a los botones, con una inclinación coquette pero sin ser demasiado romántico. Mini vestidos de colores con más de 3 mil flores bordadas hicieron una aparición casi al término del desfile – algo que agregó un elemento surrealista a la colección.
WALÉRIO ARAÚJO
Carnavalesco y lujoso como solo él puede ser: quizás no lo sepas, pero desde hace 30 años, el diseñador Walério Araújo domina la escena underground de la vida nocturna de São Paulo. Brillos, lentejuelas, plumas, estampados extravagantes y muchísimos accesorios de cabeza (por supuesto, la colección fue nombrada “Cabeza Hecha”) que hacen parte de su repertorio y también de su nueva colección. Exageradamente detallista, cada look contaba una historia alegre y divertida – fue la primera vez que vimos a un personaje de cartoon sentado en primera fila. Eso, porque parte de la colección era un homenaje a los 60 años de “Mónica y sus amigos”, creación de Mauricio de Souza que marcó la niñez de más de una generación. Así que Mónica y Cebollita estaban presentes, vibrando y celebrando cada pasada a lo mejor estilo ball room.
À LA GARÇONNE
Marcando su retorno a las pasarelas nacionales, el diseñador Fábio Souza celebra 15 años de marca con un desfile que define la estética de lujo silencioso brasileño. La firma que empezó como un proyecto de upcycling, ahora toma forma de pret-à-porter con una paleta casi toda en blanco y negro – desde trajes sastreros de cuadros, hasta vestidos de princesa transparentes con lunares. Chic y urbano al mismo tiempo, À La Garçonne propone piezas atemporales para el estilo de vida urbano, con chaquetas y parkas militares adornadas con cadenas y metales en la espalda, moños tamaño XL y los dibujos de soga pintados a mano, que estuvieron presentes desde la primer colección de la marca.
Dejando de lado los estándares eurocentristas, la SPFW es prueba de que se puede hacer algo grandioso, celebrando las raíces del talento local y usando el patriotismo como plataforma que celebra la diversidad cultural. En ese caso, pudimos observar tres pilares que la diferencian de las demás semanas de moda latina:
1) BELLEZA DIVERSA: Mismo que haya una intención en diversificar el casting de modelos, acá en Argentina estos espacios tienen un cupo muy limitado. Muchas veces en temporadas como BAFWEEK o Designers, se puede contar en los dedos el número de modelos de color y talles reales que caminan por la pasarela. En San Pablo, cada marca tiene la obligación contractual de que su casting sea mínimamente 50% étnico – lo que brinda destaque a la belleza indígena, negra y asiática; los cuerpos reales y curvilíneos también ganan protagonismo, apareciendo más de una vez por desfile, con diferentes modelos al largo de la semana. La belleza andrógina y los cuerpos trans también ocupan un espacio de destaque (y no solo en las marcas “alternativas”), ofreciendo un abanico de diferentes tipos de belleza que representa bien la diversidad estética del país.
2) APOYO INSTITUCIONAL Y GUBERNAMENTAL: Además de las marcas que pueden llegar a patrocinar el evento (en esta edición contabilizamos más de 20), el apoyo institucional y gubernamental es muy importante. El mismo Gobierno de la Ciudad de San Pablo, junto a la Secretaria de la Cultura, Economía e Industria Creativas y el Ministerio de la Cultura del Gobierno Federal son responsables por la realización del evento. ¿Les parece poco? La SPFW también es auspiciada por la Lei Rouanet, de incentivo a la cultura. Para un evento de moda, es muy importante contar con el respaldo del gobierno, ya que esa es una industria frágil y oscilante; el soporte político ayuda a consolidar la industria nacional y le da una base para la exportación del producto.
3) FOMENTO DE LA IDENTIDAD DE MODA NACIONAL: Cuando se piensa en la moda brasileña, es fácil de reconocer las imágenes que nos vienen a la cabeza – los colores, la sensualidad y la actitud son parte de su ADN. Sin embargo, la exportación de ese concepto no sería posible sin el apoyo a los talentos locales, emergentes y sobre todo el incentivo al consumo responsable. Para reafirmar la identidad de moda nacional, es necesario un arduo trabajo de conocer lo que fue e imaginar lo que será.
ALADI / Asociación Latinoamericana de Diseño, agradece y aprecia toda la información. La compartimos en nuestro programa radial AGENDAB00K 21, cada viernes de 18 a 19 hs por ONRADIO. Excelente y gracias!!