Fuente: InfoNegocios – Rouxurie es un emprendimiento cordobés que marcó una gran tendencia en el mundo de la moda íntima (y mucho más). Fundada hace 10 años por dos amigas, Camila Mazzola y Coco Sienra, hoy la marca se consolida como un referente de innovación en lencería y accesorios. Una historia que comenzó con organización de despedidas de solteras, se encuentra hoy con un local en el centro de Córdoba, Marcelo T. de Alvear 223, y llegando con un nuevo local (con experiencia 360) a Palermo Soho.
El nacimiento de Rouxurie fue un tanto inesperado: ¿cómo dos jóvenes licenciadas en diseño de indumentaria pasaron de organizar despedidas de solteras temáticas a fundar una marca de moda íntima reconocida? Con mucho trabajo y dedicación Coco y Cami, sus fundadoras, lo hicieron. Ambas buscaban darle un giro estético y elegante a un espacio comúnmente dominado por lo vulgar y lo cliché: así nació Tras Bambalina, un proyecto con despedidas creativas, como el famoso «funeral de la soltería», que, escuchate esta, dejó huella en más de 100 eventos en Córdoba.
Cami y Coco, fundadoras de Rouxurie
«Nosotras queríamos hacer algo diferente, demostrar que el erotismo podía ser estético y creativo», comenta Coco. Este enfoque las llevó a desarrollar pequeñas prendas y accesorios para los eventos, lo que sin darse cuenta fue el inicio de lo que sería Rouxurie. La demanda de estos productos creció, hasta que el mercado mismo las llevó a decidir: era momento de crear su propia marca.
Rouxurie, la marca de moda que desafía tabúes
Lo que diferencia a Rouxurie no es solo la calidad de sus prendas, sino la actitud con la que desafían las normas tradicionales de la moda íntima. Pero te cuento algo, la marca empezó con una propuesta arriesgada, jugando con prendas que rozan lo kinky pero manteniendo siempre una estética sofisticada. «Lo que en un principio horrorizaba a los vecinos en el local de barrio, ahora es una tendencia global», afirma Coco.
Además de todo eso, la marca trabajó desde siempre (e incansablemente) para ser inclusiva. Rouxurie se destaca por su amplia curva de talles, desde el S hasta el triple XL, algo poco común en el mercado de lencería. «La lencería es más que moda, es un espacio de confianza y seguridad para la mujer», explica Cocó. «Nos preocupamos por que cada clienta se sienta bien consigo misma, y eso comienza por ofrecer productos que realmente le queden y le hagan sentir espectacular», agrega.
Con 10 años de recorrido, Rouxurie no solo ha crecido en Córdoba, sino que está lista para dar el gran salto a nivel nacional e internacional. El próximo gran proyecto es la apertura de un local en Buenos Aires, específicamente en Palermo Soho. ¿En qué consistirá este espacio? Ofrecerá no solo prendas, sino una experiencia completa: desde la entrada minimalista que te lleva a un mundo de descubrimiento, hasta los probadores con iluminación ajustable para sentirte completamente cómoda.
Este local no solo responde a una cuestión de logística, ya que el 50% de sus ventas online provienen de Buenos Aires, sino que también marca el comienzo de una expansión más ambiciosa. «Queremos llevar Rouxurie al mundo», afirma Coco, con la mirada puesta en la apertura de locales en otros países. «Ya vendemos a nivel internacional desde nuestro shop, pero tener presencia física en otros mercados nos permitiría acceder a materia prima que acá no se consigue, mejorar nuestros productos y, sobre todo, ofrecer una experiencia más cercana a nuestras clientas globales».
La moda pasa, el estilo permanece: qué es lo que se viene
El futuro de Rouxurie no se detiene en la lencería. La marca está trabajando en nuevos proyectos que abarcan desde accesorios hasta su propia fragancia, siempre manteniéndose fiel a su identidad audaz y vanguardista. «Queremos que Rouxurie atraviese otros rubros. Que no solo sea una marca de lencería, sino que se convierta en un estilo de vida», comenta Coco. La marca está desarrollando una fragancia única que se venderá en los locales y se podrá llevar a casa, un paso más hacia la creación de un ecosistema propio.
En el horizonte cercano, además de la apertura en Buenos Aires, Rouxurie sueña con locales en el exterior, lo que no solo significa una expansión comercial, sino la posibilidad de acceder a materiales exclusivos y mejorar su cadena de producción. «Queremos romper con las barreras que hoy nos limitan en Argentina, y la única manera es estar presentes en otros mercados», concluye Coco.