Fuente: Perfil – Astrid Muñoz abre las puertas de su proyecto Curatoria, un espacio que combina diseño, arte, sustentabilidad y compromiso social.
Hay mujeres decididas y con un poder de transformación inmenso, esas que se animan a ir por más y dejan una huella en este mundo voraz. Astrid Muñoz es una mujer multifacética: ex modelo, fotógrafa, empresaria y activista social. Nacida en Puerto Rico, recorrió el mundo desfilando para las más casas de moda, como Chanel, Dior, Valentino y Versace. También se dedicó a la fotografía, retratando a personalidades como Penélope Cruz, Antonio Banderas y Pedro Almodóvar. Su pasión por la revalorización del arte la llevó a crear su propio proyecto: Curatoria Design.
En un mundo que requiere cada vez más marcas que enaltezcan el slow fashion y se comprometan con valores sustentables, Curatoria es un ejemplo indudable. Para Astrid el tejido social es tan esencial como las fibras que tejen sus creaciones. Está comprometida a respetar y valorar los procesos productivos arraigados en la tradición, aquellos que han sido transmitidos de generación en generación y reconocer el legado de las habilidades artesanales que dan forma a la esencia de la marca.
“En el corazón de nuestra firma se encuentra la fusión entre el lujo y la naturaleza, consideramos que el verdadero lujo está arraigado en el respeto por el entorno y la tierra. Cada pieza que creamos es el resultado de nuestra misión, un entramado de respeto por los saberes ancestrales que apunta a visibilizar y celebrar el talento argentino”, señala.
Entretejiendo sus pasiones con sus experiencias y su espíritu, Muñoz asume el rol visionario de conjugar lo más sofisticado y único del diseño y el arte latinoamericanos con las técnicas ancestrales de su tierra. Su mayor objetivo es promover el crecimiento sostenible de las comunidades con las cuales trabaja. Para ella el valor del saber ancestral y el trabajo artesanal son un puente que unen los estados naturales de la moda.
“Cada pieza que creamos es el resultado de nuestra misión, un entramado de respeto por los saberes ancestrales que apunta a visibilizar y celebrar el talento argentino”.
La firma fusiona una conexión entre el respeto por la tradición, la excelencia en el diseño y el impacto social positivo. Su misión trasciende la creación de textiles y la decoración de lujo, para comprometerse en la búsqueda de un impacto social duradero y significativo. El objetivo de Curatoria está en identificar necesidades concretas de las comunidades con las que colaboran, generando soluciones que mejoren la calidad de vida de estos pueblos para aumentar el valor de lo hecho a mano y fomentar alianzas innovadoras de diseño con los artesanos.
“Curatoría nace de mi búsqueda incansable por la creatividad, la excelencia y el detalle de las piezas hechas a mano. Me apasiona el legado artesanal, la transmisión de técnicas ancestrales y la transformación de materiales nobles en piezas únicas”, añade. El espacio interior fue ideado para que sea una cueva originaria de adobe y que al ingresar uno se traslade a los orígenes de la tierra donde se resignifican los tesoros hechos por las comunidades artesanas indígenas y artistas que hacen parte del Universo de la marca.
Cada detalle de la tienda fue pensado para seguir a la perfección el concepto de la marca y combinar elementos que crean un ambiente único. La temperatura en el interior te invita a usar los tejidos expuestos sobre un largo perchero de bronce, la calidez de los materiales en cada mobiliario genera una sensación de hogar y el aroma en el ambiente invade todos los sentidos, de esta forma experimentamos de manera corpórea un viaje en el tiempo.
Podemos decir que Astrid Muñoz y Curatoria se atraviesan logrando una fusión perfecta. Firma y creadora funcionan como un puente para la unión exquisita de artesanos con diseñadores. En esta unión Muñoz logra redefinir a la palabra “lujo” en el trabajo manual dejando así su huella en el mundo.
at Federico Velenski