Fuente: La Nación ~ Cuando Laura Michieli (37) se convirtió en mamá por segunda vez, el tiempo que pasaba especialmente de madrugada, amamantando a su pequeña Charo, se transformó en un puente para dar forma al deseo de la marca propia. Celular en mano, dedicaba horas a analizar firmas de bebés y niños y proyectar artículos que soñaba fabricar por su cuenta.
Egresada de la carrera de Diseño de Indumentaria de la Universidad de Buenos Aires, desde que incursionó en el terreno laboral, su trabajo siempre estuvo vinculado a las grandes marcas. Allo Martínez y Cristóbal Colón fueron algunas de las empresas por las que pasó hasta que finalmente en 2008 -y hasta la actualidad- se asentó como encargada de producto en la marca Garçon García, de indumentaria masculina.
«Arranqué con la idea de mi propia marca cuando tuve a mi primer hija, Nina, en 2013 y empecé a meterme en el mundo de las firmas infantiles locales. Me gustaban mucho las sabanas de jersey de algodón y me di cuenta que era un producto que acá casi no se conseguía, cuando afuera es algo bastante común. Por mi trabajo en Garçon García, antes de la pandemia viajaba dos veces por año a Nueva York y Europa para armar la colección nueva. Y solía comprar artículos de blanquería infantil en marcas de afuera. Porque lo poco que había en el mercado nacional era liso o con estampas muy clásicas tipo pintitas y a uno o dos colores máximo».
La realidad era que llevar a la práctica lo que Laura pretendía era una tarea muy difícil. Su intención era fabricar sábanas estampadas con dibujos macro y de muchos colores. Sin embargo, en ese momento, en el país la única forma disponible de estampar digitalmente era para en artículos con poliéster. Y ella tenía muy en claro que no quería hacer sábanas con poliéster para bebés y niños.
Parir un sueño
Pasó el tiempo y, aunque Laura nunca dejó de soñar, fue luego de varios años que logró dar con un proveedor que estaba incorporando la tecnología de estampado que ella necesitaba. Fue así que junto a su marido pudo arrancar con las primeras producciones de sábanas infantiles bajo el nombre Cool n’ Cotton, que salieron a la venta en agosto de 2017 y tuvieron muy buena repercusión.
«Para la inversión inicial arrancamos con un poco menos de $100 mil. Justo habíamos vendido un auto y decidimos invertir el dinero en este proyecto. Armamos la cuenta de Instagram y comenzamos a vender a través de esa red social. Luego sumamos Mercado Pago como facilidad para pagar. Somos un negocio familiar. Ezequiel, mi marido, se ocupa de la parte contable, de los impuestos y la facturación, y yo del resto».
La parte de publicidad la manejaron a través de distintas bloggers e influencers o de algún famoso que apuntara sus acciones al nicho infantil que buscaban. Lo hicieron por medio de la modalidad de canjes y cada una de las propuestas tuvo siempre muy buena aceptación. «A partir de ahí el negocio empezó a crecer pero nosotros, ambos, tenemos nuestros trabajos fijos paralelamente y con dos hijas chiquitas lo que más nos limita el crecimiento es el tiempo. Honestamente tenemos poco tiempo para dedicarle y cada vez Cool n´Cotton nos requiere más, especialmente a mí».
Recién a fines de 2018 Laura pudo armar la tienda online en TiendaNube. Lo hizo siguiendo todos los tutoriales y le resultó algo muy simple y práctico. «Era algo que siempre dejaba para después porque no lograba generar la rueda de producción para tener un stock más continuo. De hecho, esa es nuestra principal traba hoy en día. Tenemos por un lado una técnica de estampa que solo hace una persona y dependemos 100% de esa persona. Si le sumamos la inestabilidad del país, la inflación, entre otras dificultades, es muy difícil poder proyectar en ese sentido. Pero venimos ajustando cada vez mejor los tiempos y fuimos incorporando varios productos para rotar y no depender de un único ítem». De todos modos, reconoce que la estrella y diferencia de la marca siendo las sábanas y estampas, que no se consiguen en otro lugar.
Crecer y consolidarse
Lentamente pero en forma sostenida las ventas fueron creciendo. Por eso Laura y su marido están evaluando la posibilidad de incorporar a una persona para delegar algunas de las las tareas. Además tienen proyectos de cobranding con marcas afines para hacer cápsulas y sumar productos nuevos.
Además de las sábanas, los artículos de temporada como las mantas de polar en invierno y las batas y toallones de pileta o playa, en verano son algunos de los artículos que Cool n’ Cotton ofrece. Este año sumaron batas de polarsoft estampadas.
«Con la pandemia explotaron las ventas online. Esto nos significó un nuevo desafío para poder responder con velocidad a los consumidores. Por el momento nosotros manejamos todo desde nuestra casa/oficina, por lo que no tuvimos problema con las entregas y siempre seguimos funcionando en tiempo y forma y con muy buena respuesta de parte de los clientes».
Los consejos de Laura
- Definir el producto. «Esto significa también tener bien claro el público al que querés apuntar, es preferible no abarcar mucho y ser más concreto».
- Hacer un estudio de mercado de las marcas que ya están haciendo lo mismo. Monitorear qué hacen otros y qué precios manejan. «No hay obsesionarse con la competencia: si uno está seguro de su producto no le debería afectar lo que hagan los demás. Tratar de estar siempre un paso adelante».
- Llevar todos los movimientos del emprendimiento desde el día. «Para hacer números hay que considerar todos los costos fijos y variables, aún cuando eso incluya ponerle un precio al trabajo propio, que es un costo que generalmente se deja de lado y en realidad es súper importante. Si no lo hacés vos, lo haría otra persona a la que habría que pagarle».
- Tener un emprendimiento implica mucho trabajo. Quizás hasta más que trabajar en relación de dependencia. «Si estás segura de querer embarcarse en tu negocio, al final del viaje vale la pena y nada da tanta satisfacción como ver el proceso desde que el producto está en tu cabeza, hasta lograr concretarlo y que encima a la gente le guste y lo compre».
En números
$100 mil fue la inversión inicial. Vendió su auto y destinó ese dinero para poner en marcha su proyecto.
3 personas trabajan en Cool n’ Cotton: Laura, su marido Ezequiel y quien se ocupa de las estampas.
Jersey 100% algodón es el textil estrella de las sábanas de la marca.
29.7k seguidores tiene en Instagram (@coolncotton).