Fuente: La Nación ~ Así como alguna vez la española Loewe dejó de ser una casa exclusivamente de marroquinería y sacudió la Semana de la Moda de París con su línea prêt-à-porter -y es un éxito hasta el día de hoy- la nueva línea de indumentaria de Prüne, viene a romper con un paradigma para enriquecer la historia de una marca que ya tiene dos décadas de éxitos en el país.La primera colección «ready to wear» de Prüne activó una poderosa sinergia entre los miembros del team de la marca, que incorporó nuevos talentos y dinámicas a su estructura.
María Eugenia Farrell, directora creativa de Prüne, nos cuenta de qué se trata este plan de crecimiento que puso a funcionar, con cada parte de la organización, rumbo a una colección que sostiene y reafirma el estilo que ya caracteriza a la firma.
¿Cómo surge esta expansión hacia la creación de prendas propias?
Empezamos en septiembre del año pasado, y todo fue muy rápido. Se nos ocurrió y pronto empezamos a trabajar con las áreas de diseño, producción, marketing, diseño. Fue la clase de proyectos que traen adrenalina a una organización. La indumentaria estaba presente en nosotros desde hace mucho tiempo, no sólo en el imaginario, sino de manera más explícita. En nuestras vidrieras, campañas, editoriales, siempre había un estilo, una forma marcada de llevar los accesorios. De hecho, hace años me preguntan si lo que lucen nuestros maniquíes se vendía, pero no, no se vendía.
¿De dónde venían esas prendas?
La fabricábamos o la traíamos de afuera. Si había algún producto vintage que nos gustaba para los maniquíes, se nos hacia más complicado. Lo cierto es que a lo largo de estos años, cada cosa que poníamos en vidriera, nos preguntaban si estaba a la venta. Después de tanto tiempo explorando nuestro estilo, fue fácil generar la colección porque salió de la misma idea con la que estábamos trabajando los accesorios y con la misma lógica con la que siempre hicimos la confección de nuestros diseños.
¿Cuál es esa lógica?
Nuestra historia con la manufactura de productos de cuero, que son de lujo, nos dio una orientación muy sólida a la hora de saber qué camino seguir en nuestra primera producción de indumentaria. La calidad de los materiales y el detalle de la confección y la manufactura, es algo que se puede apreciar a simple vista. Las líneas son muy simples y los materiales, muy fluidos, livianos. Hay un trabajo muy fuerte en esa elección. Ésta es una colección inicial chica, de quince, veinte prendas. Cada prenda tiene un pequeño detalle, algo en las puntadas, en los ruedos, que demuestran una gran atención. En general, hay algo hecho a mano, con un tratamiento similar a lo que son nuestros productos de cuero. Es una colección que todo lo que tiene de simple, lo tiene de sofisticado.
¿Cómo es la estética que se eligió mostrar en #FRONTROW?
El concepto que se eligió para #FRONTROW gira alrededor de prendas en colores neutros, blancos y negros, pero al mismo tiempo, hay una importante inclusión de color de manera explosiva en los accesorios. Así se aprecian la liviandad de la ropa en contraste con zapatillas con fondos más pesados. Por último, usamos el metalizado en total looks. Nos gusta mucho lo power de las prendas metalizadas, combinadas con pilotos livianos y con líneas de mochilas deportivas.
¿Hay algo de lujo en la primera línea ready to wear?
El lujo, para nosotros, tiene que ver con algo muy simple de muy buena calidad y con sumo cuidado en los detalles. La versatilidad, lo multifacético, también tiene que ver con eso. Nuestros productos conviven y se potencian.
¿Qué incorporaciones hubo en el equipo para que este trabajo se pueda dar?
A nivel productivo, se incorporó a la empresa una persona que venía trabajado en algunas marcas en Europa. Volvió a la Argentina y quiso trabajar en Prüne . Esta persona armó un equipo dentro del equipo de diseño ya existente. En fábrica también hay ingenieros de otras marcas de indumentarias que conocen los procesos. Finalmente hicimos una red. Toda la fabricación ha sido nacional.
¿Cómo sigue este plan de expansión?
Hay un plan de producción establecido respecto a cuántas prendas se van ir incorporando en el futuro y cuantas tiendas van a ir ofreciendo. También para generar las reformas necesarias en los locales y para preparar a los vendedores. En cuanto a Prüne como marca, sabemos que el mundo del cuero seguirá siendo el ADN de la marca pero seguiremos trabajando en esta idea de look total. Por supuesto, somos conscientes de que nuestro crecimiento también dependerá del contexto, de las condiciones del país.
¿Cómo va a afectar en las tiendas la nueva experiencia de acceder a prendas?
Prüne es cercana, es democrática. Los clientes tocan, prueban, se llevan, comparan. Hay una linda experiencia en el local y eso lo queremos mantener. Encaramos un rediseño muy interesante. Por otro lado, no todo es físico. También notamos que la confianza hacia la marca se vio muy reflejada en las ventas iniciales por el e-commerce. A pesar de que nuestros clientes nunca habían visto una prenda Prüne, confiaron en la marca, en la calidad y compraron.
Ahora estamos abriendo una local en Pacífico, que es es el primer local que nace con probadores. Va a ser más fácil para exhibir y probarse todo.
¿Y cómo será la próxima colección?
La liviandad de esta primera colección seguirá siendo un eje, adaptado a otro tipos de prendas. Los abrigos serán protagnistas y habrá mucho color en monoblock. El tono brick y el verde army serán parte de los favoritos. También estamos incorporando prendas de puntos que van a ser una novedad dentro de la producción.