Fuente: Clarín ~ Responden tres diseñadoras top: Dolores Barreiro, Evangelina Bomparola y Cynthia Kern. Además, reflexionan sobre la revolución de las mujeres y el estilo propio de las argentinas.
Son tres grandes referentes de la moda argentina y tres mujeres apasionadas por lo que hacen. Han construido una carrera con mucho esfuerzo, tienen éxito con sus marcas y un estilo que las caracteriza. Pero eso no es todo, Cynthia Kern (dueña de Kosiuko), Evangelina Bomparola y Dolores Barreiro se las han ingeniado para criar hijos en medio de telas, agujas y talleres de costura. Cynthia es mamá de Luca, Mika, Fiona y Luigi. Evangelina es mamá de Beltrán y Esmeralda. Y Dolores, la mamá de Valentino, Salvador, Milo, Suria e Indra.
Y como si todo esto fuera poco, las tres son mujeres a las que les gusta verse bien, por lo que suman a sus obligaciones laborales y familiares, la exigencia de mantenerse en forma y siempre, por supuesto, tener el mejor look. Es tiempo de redes y las tres son muy activas en sus cuentas de Instagram.
Convocarlas no fue tarea fácil. Tienen una agenda repleta de actividades, donde los viajes están presentes continuamente. Este año, crisis del país mediante, tienen más trabajo que nunca para tratar de maximizar los recursos, no aumentar los precios en exceso y lograr buenas ventas. No caben dudas de que las tres son mujeres todoterreno. La charla, que tiene lugar en la espectacular Mansión del Four Seasons, atraviesa todos los temas.
¿Sienten que representan a la moda argentina?
Cynthia: Después de estar tantos años en el mercado, se supone que sí. Lo importante es poder crear un proyecto y mantenerse, lograr una identidad. Es un desafío constante, la moda me divierte y me entusiasma.
Dolores: Yo soy más nueva como empresaria en la moda, pero escucho atentamente esto que dice Cynthia. Hay que adaptarse y ver qué es lo que quiere la gente, estar siempre en constante búsqueda para descubrir hacia dónde va el camino y qué es lo que se va a consumir.
Evangelina: Siempre digo que, para mí, la moda es un lenguaje social, un lenguaje cultural. Lo vivo como el desafío de seguir creciendo con las ganas de hacer y de correr todos los límites posibles. Con los años empezás a decir: “¿Y por qué no?”. Más allá de que nos bajen la vara con el “No se puede”, que casi es un lema nacional, las tres tenemos en claro que no renunciamos a este mundo de la belleza y la moda.
¿Por eso creen que sus marcas son exitosas y figuran entre las más buscadas del mercado?
Evangelina: Yo creo que nos buscan porque le ponemos nuestra impronta .
Cynthia: Y sí, a mí me pasa que muchos diseñadores quieren trabajar con nosotros porque dicen que entienden perfectamente nuestra identidad.
Evangelina: También creo que es el mundo del estilo. Hay mucha gente que no sabe qué se usa, pero ve y le gusta o cree en cada una de nosotras, confía en lo que proponemos.
¿Cómo se mantienen vigentes?
Evangelina: Aprender, escuchar, mirar. Escuchar para abajo y para arriba, las nuevas generaciones son fundamentales. Cuando te quedás cómodo en una silueta o en un look estás envejeciendo.
Cynthia: Yo escucho a los jóvenes porque tienen otro vuelo. Tenés que renovarte y ser osado.
Dolores: También ver lo que te inspira. Viajar, descubrir qué pasa en el arte, los colores que se usan. Y estar atentos a las redes, el público.
Evangelina: Creo que también es trabajar las 24 horas. Estar tomando un café y ver algo, sentir un aroma…
Cynthia: Es todo, ¡todo! Yo estoy atenta a todo, veo un look que me gusta y le saco una foto o me acuerdo y tomo nota de algo. Es fundamental: estás todo el tiempo abierta a absorber.
Premio al esfuerzo
¿No les pesa trabajar?
Dolores: Si no trabajo, me muero.
Cynthia: Nos podríamos haber dedicado a ser madres todas, tenemos muchos hijos. Sin embargo, con hijos y todo, acá estamos.
Evangelina: A mí me matan los feriados o los fines de semana largos. Digo: “¿Otra vez?”. Es mucho tiempo sin trabajar.
¿Son tres workaholics entonces?
Evangelina y Dolores: No, no para nada.
Cynthia: No, yo también tengo mis momentos de conexión. Al principio, sí fue un desafío llegar y crecer, pero después fui aprendiendo. Creo que los años no vienen solos en el sentido de aprender, saber relajarse y confiar más en uno.
Las redes sociales cambiaron las reglas de juego. Hoy las clientas llegan directo a ustedes, existe un nuevo tipo de relación. ¿Lo viven como un cambio revolucionario?
Evangelina: Tengo un tema bastante particular con las redes. Mi cuenta es abierta al público (no es privada) y mucha de la gente que participa y comenta, no es la que consume mis prendas. Es decir, por ahí quedan fascinados con una imagen pero después, a la hora de comprar, no pueden acceder.
Cynthia: ¡Yo soy una desfachatada! Me empecé a crear una imagen y por más de que no soy Dolores Barreiro ni lo seré (risas), empecé a armar looketes, los muestro en las redes y no sabés lo que me escriben.
Evangelina: Yo te sigo (a Cynthia en Instagram) y cuando te veo digo: “Quiero animarme a todo lo que se anima esta mujer!“ Te pone la mesa y te desfila alrededor de la mesa, te prende las velas, hasta hace las stories desfilando…
Dolores: Es como la televisión. La gente cree que te tiene en su casa, pero con otra cercanía. Y también hay otra urgencia, todo tiene que ser “ya”. Hay mucha vorágine en las redes sociales.
Cynthia: Es lo que no hay que dejar nunca, la libertad de imponerte vos. Vos con tu perfil y yo con el mío.Tengo las métricas y la gente compra eso. Ponés una foto perfecta y te bardean, no les gusta y tenés un cuarto de likes. Pero ponés una de mujeres reales y explota.
Dolores: Sí. Las redes sociales son como la tevé. Hago fotos con un fotógrafo, maquillada, producida, y no les interesa tanto. Pero subo una imagen con la nena en el local o con una señora que llega y la saludo y la gente está chocha. Te quieren real, no te quieren de mentira.
Estilo argentino
¿Las argentinas seguimos ajustándonos la ropa como siempre?
Dolores: ¡Sííí! Viste que mi ropa siempre fue grande, suelta, con mucho volumen de tela, vuelo. Y es difícil.
Cynthia: Totalmente, le gusta mucho ese estilo a la mujer argentina. A mí me encanta jugar mucho con las mangas, las hombreras, los volados, los frunces, y eso te levanta. Es más sexy y más fino.
Evangelina: Además, una mujer con las prendas separadas del cuerpo tiene algo para revelar. Hay algo de misterio, algo para encontrar. Es más actual.
Pero hay un cambio social en la mujer muy fuerte.
Cynthia: Es un primer paso a la libertad. Animarte, imponerte, siempre cuidando las formas, emponderarte pero seguir siendo muy femenina. Me parece uno de los desafíos más grandes: el poder ponernos tantas cosas maravillosas y coquetas que el hombre no puede. Ahí me parece que está la principal fortaleza de la mujer.
Evangelina: Hay un gran cambio.Ya la mujer no está de la mañana a la noche con saco y pantalón, ahora es un blazer y un jean, más descontracturada.
Dolores: Para mí, el estilo habla de seguridad y sentirse cómodo con uno mismo, con tu cuerpo y cómo sos, lo demás es accesorio. El estilo es un aprendizaje y viene con los años.
Evangelina: Es conocerse a uno mismo, saber que aunque me ponga algo que usó otro y me encantó, no me va a quedar igual. No forzar el estilo, hacerlo fluir.
Holi. La marca de Dolores Barreiro lleva su estilo, su sello y su personalidad boho chic.
La crisis y la ropa cara
¿Cómo atraviesan este año de crisis, tan difícil para la indumentaria?
Cynthia: Nosotros seguimos con las botas puestas, seguimos generando las colecciones con nuestro mayor potencial posible. Eso hacemos, no nos vamos a achicar y replegar.
Dolores: Es más difícil cuando baja el consumo. Por lo menos en mi caso, que es una empresa muy pequeña, se me complica más. Hay acceso a menos cosas, pero también en las crisis hay oportunidades.
Evangelina: Para dejar de hablar del “No se puede”, fijate Dolores qué interesante lo que nos ocurre a nosotras. Vos ahora estás en un shopping y Cynthia y yo, tratando de exportar. Es encontrarle la vuelta. La Argentina te presenta ese desafío. Habría que ver si la Argentina realmente quiere tener una industria textil con todo lo que eso significa y demanda. Hay un problema para conseguir materiales, trabas insoportables para importar, limitación en la tecnología. Afuera hay máquinas para los dobladillos de los pantalones y acá seguimos con la señora que los tiene que hacer manualmente.
¿Porqué la ropa argentina es tan cara?
Evangelina: La pregunta hay que hacérsela a los impuestos que nos matan.
Cynthia: ¡Los impuestos son brutales!
Evangelina Bomparola. Elegante y minimalista con aires masculinos, así es el ADN de su firma.
Aún así las veo con ganas de seguir firmes.
Cynthia: No nos rendimos, no hay que rendirse ante nada. Apostamos a mil cosas. Pero es real que hay que preguntarse qué relevancia le vamos a dar a la industria en nuestro país. Tenemos mucho diseño y creatividad para dar, pero realmente, si no acompaña el resto, es imposible. ¿Quién puede ser creativo con una sola puntilla disponible, con pigmentos que viran porque no tienen los mismos componentes que antes?
Evangelina: A mí me pasa que si quiero exportar, tengo que fabricar afuera, viviendo en un país que amo y que tiene una desocupación galopante y una cantidad de gente que no sabe qué hacer con las manos y a la que ni siquiera se le puede enseñar qué hacer con esas manos. Por ahí son potenciales bordadoras, potenciales tejedores, potenciales obreras de la industria.
Dolores: Tenemos un país devastado que está cayendo en todo.
Evangelina: Teníamos un país cerrado y ahora un país con una inflación impresionante. Tenemos un mercado local chico, pero hay talento y expertise, podríamos exportar.
Dolores Barreiro en la cena anual de Fundaleu.
¿Creen que la moda argentina va a superar su propia crisis?
Cynthia: No va a depender de nosotras. Tenemos un límite, los límites que hoy estamos viviendo. Pero el interés por dar lo mejor, está. Obviamente no queremos que lo que se montó se derribe.
Estilo Kosiuko. La colección invierno se llama “About us” y tiene la impronta rockera de la marca.
Diseño de autor y marca
¿Siguen existiendo diferencias entre el diseño de autor y las marcas?
Cynthia: Está bueno que exista, son diferentes mercados. Está bueno aceptarnos.
Evangelina: Yo me pregunto por qué siempre tenemos que determinar todo con rótulos. Es la moda: autor o no autor, marca o no marca. Todos vamos a buscar el botón o el cierre al mismo lugar, necesitamos el mismo pigmento…
Familia & trabajo
¿Cómo compatibilizaron la familia con su profesión? ¿Perdieron momentos con sus hijos o situaciones importantes de la vida cotidiana a causa de las responsabilidades?
Cynthia: Estés en el mundo de la moda o seas abogada, odontóloga o azafata, vas a perderte algunas cosas. Por supuesto que hemos perdido cosas y hemos ganado otras en el mundo de la maternidad. Creo que ser madres contentas y realizadas trae alegría a la casa.
Evangelina: Básicamente no somos madres frustradas. Antes, en la clase de mi hijo Beltrán, la mayoría de las mamás no trabajaban. Después, con Esmeralda, la mayoría ya trabajaba, las cosas fueron cambiando.
Cynthia Kern.
Cynthia: Y tampoco nos consideramos madres ausentes porque creo que uno puede estar de diferentes maneras: los llevás a algunas clases, compartís momentos, estás en los momentos importantes. Estás la primera vez que se va a poner una vacuna, la primera vez que se va a poner brackets y también, en el acto del colegio.
Dolores: Exacto, después, el “té de mamis” te lo debo. O el chat (risas)… En mi caso particular, llevo a mis hijos a una escuela diferente, donde las madres suelen estar en sus casas. A veces me tengo que defender porque trabajo mucho. Les digo a mis hijos: “Bueno, mirá, ella es azafata, viaja mucho más que yo y está siempre afuera”. No me hago conflicto, pero sí es una escuela diferente, súper demandante y las madres están muy presentes. Y los chats de WhatsApp ni hablar. ¡Son una locura!
Cynthia: Mis hijos ya me dicen: “Mamá, ni vengas. No vino ni una madre”. Hay que aprender a no ser culposa.
Me gustaría volver al tema del empoderamiento de las mujeres. ¿Ustedes creen que la mujer cambia su forma de vestirse desde este lugar?
Cynthia: Yo siento que la mujer quiere mostrar más.
Evangelina: Hay una dicotomía enorme. Afuera las veo mucho más sueltas, con pantalones y blusas, más de túnicas con pantalón, vestidos.
Dolores: Pero no es un éxito ese conjunto, te digo.
Cynthia: Lo que pasa es que nosotras no somos parámetro. Lo primero que hay que hacer es movernos de nuestros parámetros, si queremos crecer en el mercado. A mí me pasa. Igual lo peleo a muerte porque creo que se puede mejorar. Mi hija Fiona se viste muy net, usa equipos sastretos, pantalones. Si se pone un top, es con un blazer largo. Pero veo a las jovenes de hoy, a sus amigas, y están todas con cosas minis, al descubierto. Eso se ve mucho hoy, las chicas se muestran muchísimo.
Sin embargo, la moda esta más feminista. Basta ver todo lo que ha hecho Dior con su remera “We should all be feminists” (Todas deberíamos ser feministas).
Evangelina: Fijate que la colección de Dior es completamente coherente con ese mensaje. Las polleras son largas, los pantalones sueltos.
Dolores: No es necesario andar con el cachete al aire. Estamos diciendo una cosa y haciendo otra. La provocación es brutal. Pero las mujeres están muy fuertes en la moda. Por primera vez, una mujer dirige Dior y una mujer heredó el puesto de Lagerfeld en Chanel.
Cynthia: Sí, lógico. El rol de la mujer en el ámbito laboral es mucho más evidente.
Bomparola y su pasión por los zapatos. /Guillermo Rodríguez Adami.
Evangelina: Me parece que no se le prestó atención al talento femenino hasta que lo empezaron a demostrar. Yo creo que las dos que revolucionaron la moda fueron Coco Chanel y Elsa Schiaparelli.
Dolores: La sensibilidad femenina está y también la tenían los hombres que estuvieron a cargo de marcas.
Evangelina: No creo que tenga que ver con el sexo/género. Es la sensibilidad y el talento.
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Futuro imaginario
¿Cómo se imaginan de acá a un tiempo? ¿Siempre en la moda?
Dolores: ¡Sí! Con mucho por ver y explorar. Viendo para dónde voy.
Evangelina: Yo también. Me cuesta un poco pensar en la evolución hoy. Estoy en constante movimiento. Ahora tengo la posibilidad de exportar: es un proyecto… puede no resultar. La verdad es que no sé contestar qué va a pasar con mi emprendimiento, si no encuentro por dónde llevarlo porque presentar dos, tres o cuatro colecciones para un mercado tan chiquitito… No quiero pasarla mal, a eso me refiero. Quedarte en un lugar donde todo es igual es como que nada fluye. A mí, la meseta me aburre. No va conmigo, soy ariana.
Cynthia: Estoy confiando en dejarme llevar por lo que está pasando. Siempre me anticipo y soy previsora, no vuelo sin paracaídas, pero por cómo está el mercado y en la etapa en la que me encuentro hoy, voy a dejar que me vaya sorprendiendo un poco lo que viene por delante. Me voy a ir adaptando a lo que me parezca más saludable, friendly, lo que más me haga vibrar.
Pero como no van a renunciar al mundo de las pasarelas y belleza si con la fabricacion de ropa la juntan con una carretilla como es el caso de adriana constantini que paga la confeccion de un chaleco tremendamente elaborado $350 y lo vende al publico$ 7200 y en el caso dr kosiuko …todos los talleres de confeccion que le han trabajado y me incluyo…los fundio….con los plazos de pago mut lejos….desde los 60 dias hasta 120…averiguen en pergamino quien le trabaja y como estan economicamente…no quiere trabajarle nadie a ninguno de los dos…pero ellos siguen confeccionando con bolivianos y peruanos…
Y los.caretas compran ese tipo de ropa pensando que es mejor que otras marcas menos conocidas….que equivocados que estan…por mucho menos plata se consiguen mejores prendas que estas…no careteen mas…hagan publicidad con mejor calidad que estos…