Fuente: BAE ~ La crisis en la cadena de suministro mundial se suma a las restricciones a las importaciones en el país y complican a los grandes locales de indumentaria. Muchos admitieron faltantes y advierten que todavía no tienen fecha para reponer el stock que escasea.
En el último tiempo, en redes sociales comenzaron a circular consultas sobre posibles faltantes de ropa en las cadenas de indumentaria deportiva. El principal problema, aseguraban los usuarios, era la escasez de productos de marcas internacionales como Nike o Adidas, ya que su presencia en muchos locales había disminuido.
Consultadas por BAE Negocios, algunas de las principales cadenas de ropa deportiva admitieron que el faltante de estas marcas es real y que se relaciona con los frenos a las importaciones impuestos y la falta de divisas.
Según admitió la cadena Open Sports, de Ciudad de Buenos Aires, «las importaciones no están siendo tan frecuentes como antes, por eso el poco stock en marcas internacionales». A esto se sumó Sport Line, que cuenta con locales en CABA y en el sur y oeste del Conurbano: «Muchas de estas marcas (en referencia a Nike y Adidas, entre otras) no están teniendo ingresos o son muy limitados debido a que son importados«.
También lo comentó un representante de Solo Deportes, que dijo que debido a las medidas del Gobierno frente a las importaciones hace que muchas marcas internacionales no puedan importar sus productos, y que deban depender de su producción nacional para abastecer a las cadenas de indumentaria.
Un caso muy evidente fue el de las camisetas de San Lorenzo, donde muchos hinchas aseguraron que no conseguían la ropa del club en ningún local de ropa deportiva, y hasta circuló una foto en redes donde una tienda alertaba: «Camisetas titular y suplente agotadas. No sabemos cuándo reingresan. No sabemos por qué Nike no entrega. Lamentablemente, no depende de nosotros».
Faltantes de Nike, Adidas, Puma y otras marcas
La situación que enfrentan las importaciones de indumentaria no son ajenas al contexto internacional. Es que, a nivel local, las fábricas siguen funcionando a pleno —Dass, por ejemplo, produce indumentaria para Nike y Adidas y amplió su dotación de empleados recientemente—, pero no dan abasto para satisfacer la demanda. Por otra parte, hay productos que no pueden producirse en Argentina, camperas impermeables o ciertos modelos de zapatillas, por ejemplo; y de afuera llegan con menos frecuencia.
En este sentido, las cadenas consultadas por este medio admitieron que la importación es «limitada», y por eso se producen los faltantes. Para peor, confesaron que «no disponen de fecha estimada de reposición o nuevos ingresos de mercadería», por lo que el problema podría continuar en los próximos meses.
La situación es similar a la que atraviesa el sector del café, otro muy afectado por las restricciones a las importaciones. En marzo de este año, mediante la comunicación 7466, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) estableció un criterio restrictivo para la liberación de los dólares para importaciones.
¿El objetivo? Evitar que las importaciones no se destinen al sobrestockeo de las empresas. Así, el acceso a divisas se hace más difícil y las importaciones dejan de «fluir». En el Banco Central señalan que se produjeron anticipos de compras» como parte de un comportamiento especulativo».
La guerra Rusia-Ucrania y la cadena de suministro
Por otra parte, las marcas enfrentan problemas a nivel mundial debido a la guerra Rusia-Ucrania, que imprimió un aumento exponencial en todas las etapas de las cadenas de suministro, además de los incrementos en el gas y el petróleo.
Los costos vienen en aumento desde fines de 2021, cuando la pandemia del coronavirus afectaba a Indonesia y Vietnam, los principales productores de indumentaria para las grandes marcas. El responsable financiero de Nike, Matthew Friend, dijo en ese octubre del año pasado: «En los últimos 90 días han pasado dos cosas que la industria no ha sido capaz de anticipar. La primera, que los envíos de largo alcance cada vez tardan más. La segunda, que varios gobiernos han decretado confinamientos en Vietnam y en Indonesia».
De esta manera, las cadenas de indumentaria deportiva deben rellenar su vidriera con productos fabricados nacionalmente, pero que no alcanzan a suplir el faltante de los que no llegan mediante importaciones. Y si Nike comienza a aplicar en Argentina su estrategia de convertirse en una marca de lujo, las cadenas sufrirán aún más escasez.