La ley, según el texto al que tuvo acceso Clarín, alcanzará a quienes fabriquen, confeccionen, comercialicen e importen indumentaria para público mayor a los 12 años. Cuando entre en vigencia, obligará a todos esos actores a respetar los talles estandarizados a nivel nacional en el etiquetado que las prendas deberán exhibir. Esa misma medida, que había recibido media sanción en el Senado en marzo de este año, obliga al Estado a llevar adelante un estudio antropométrico de la población del país cada diez años. La ley prevé que el primer informe para determinar «las medidas de los argentinos» se lleve a cabo durante el primer año de vigencia de la medida: el INTI es el organismo encargado de realizar las mediciones.
El proyecto obtuvo la media sanción que le faltaba para convertirse en ley durante la sesión de este jueves a la madrugada: la diputada Graciela Camaño, de Consenso Federal, fue quien propuso que se incluyera este tema en el plan de labor del día. Hubo amplia mayoría a favor de la aprobación: fueron 163 votos a favor. Fuentes cercanas a los impulsores del proyecto sostuvieron que la medida podría entrar en vigencia en enero. La aplicación de los talles estandarizados, una vez que la ley esté en funcionamiento, será obligatoria en todo el país.
La diputada Marcela Passo, del Frente Renovador, publicó en su cuenta de Twitter: «Es ley el sistema de talles único para la Argentina!!! Gracias a tod@s quienes fueron parte de este proceso en busca de la igualdad, en defensa de los consumidores y de las oportunidades para tod@s!!!».
La llamada «ley de talles» es la primera de carácter nacional tendiente a regular la marcación del tamaño de la indumentaria. Hasta ahora se habían sancionado doce leyes -entre provinciales y municipales- pero la sanción en el Congreso Nacional abre la puerta para que la estandarización alcance a todo el territorio argentino. En su texto, la ley prevé que «los establecimientos comerciales de venta de indumentaria de moda y textiles deberán garantizar condiciones de atención y trato digno y equitativo a los consumidores» y «deberán abstenerse de desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidatorias».
«Esta es una ley que consensuamos entre los productores y los consumidores, y se llegó a un acuerdo, así que estamos contentos. Esto va a hacer que todas las marcas tengan que producir talles estandarizados y que el consumidor sepa qué talle le sirve sin tener dudas. Esto último, entre otras consecuencias, favorecerá el comercio online. Cada marca, no obstante, podrá producir en la curva de talles que decida según su target», asegura Alicia Hernández, gerenta general de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
Ante la consulta de si el público al que le resulta difícil o más caro encontrar ropa de su talle se verá beneficiado, respondió: «En el corto plazo no se van a ver los cambios en ese sentido, pero el estudio antropométrico permitirá establecer una escala más acorde a los cuerpos argentinos. A la vez, hay productores que están trabajando en talles de los que, a escala, se producen menos: los más grandes y los más chicos. En lo que hay que trabajar más es en la difusión de esa producción».
«Estamos contentas. Que desaparezca el talle único, que no cumple con ninguna regla, y que la información sobre los talles esté unificada es un gran paso para los consumidores. A la vez, el estudio antropométrico obligará a los productores a hacer ropa para los cuerpos argentinos actuales. En general, las medidas actuales son las que se usaban en Europa hace treinta o cuarenta años», describió Mercedes Estruch, parte de la ONG Anybody Argentina. Según cuenta, «la organización -una de las que impulsó la ley- trabaja para desnaturalizar los ideales de belleza hegemónica y para combatir el odio corporal».
«En el mediano plazo, creemos que el estudio antropométrico va a derivar en la ampliación de escala de talles. Esta ley, y el control de su cumplimiento, van a hacer que el sistema de producción de indumentaria sea menos excluyente de lo que es ahora», sumó Escruch. Según estadísticas de Defensa del Consumidor de la Nación, el rubro «textil, calzado y marroquinería» ocupa el séptimo lugar entre los reclamos de los usuarios.
Expertos del INTI (el organismo que hará el estudio antropométrico) sostienen que a nivel internacional más de 60 países cuentan con este tipo de análisis. La falta de este insumo técnico en Argentina permitió, de alguna manera, que las empresas definan sus talles utilizando escalas diversas como L, M, S o 1, 2, 3 o bien que la firma considere siempre en base a medidas de otros países y no al cuerpo argentino. Esto generó mucha confusión entre los consumidores y sobre todo un deriva interminable para conseguir la ropa adecuada.
Según la nueva ley, «todo comerciante, fabricante o importador de indumentaria debe identificar cada prenda», la etiqueta debe ser «de fácil comprensión para el consumidor» y debe estar «adherida a la prenda». Por otra parte, los comercios estarán obligados a exhibir un cartel de un mínimo de 15×21 centímetros, en un lugar de fácil visibilización, que contenga la tabla de medidas corporales normalizadas.
Las leyes vigentes
Recorrer locales de ropa y encontrar prendas adecuadas para cualquier cuerpo sigue siendo difícil en la Argentina. Hasta ahora existían doce leyes -entre provinciales y municipales– tendientes a promover la disponibilidad de talles. Pero aún así el tema sigue siendo uno de los grandes problemas que mujeres, y también hombres, enfrentan a la hora de vestirse. Los expertos esperan que la nueva normativa nacional termine por solucionarlo, pero no se hacen ilusiones para lo inmediato: creen que demorará mucho tiempo estandarizar los talles a nivel nacional como propone la nueva ley.
Buenos Aires es la provincia que tiene la ley de talles más antigua, la número 12.665. Fue aprobada en 2001 y reglamentada en 2005. Años después, la Ciudad de Buenos Aires tuvo su Ley 3.330 aprobada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En 2006 la provincia de Entre Ríos obtuvo su propia ley de talles: es la 9.703. Ese mismo año se sumó la provincia de Santa Cruz con la Ley 2.922.
En 2007 fue sancionada una ley de talles en la provincia de Santa Fe con el número 12.841. Un año después, la Legislatura de la provincia de Corrientes sancionó la Ley 6.003. En 2012, la Legislatura de la provincia de Río Negro aprobó la Ley 4.806. Y ese año, en la provincia de San Juan comenzó a regir la Ley 8.323.
En 2013 fue sancionada la Ley 8.579 en la provincia de Mendoza. También ese año una norma sobre talles, la número 7.273, fue aprobada en la provincia de Chaco.
Al año siguiente, la Ley 2.793 entró en vigencia en la provincia de La Pampa. Y en 2015, Córdoba fue la última provincia en sumarse con la Ley 10.302.
Pero la mayoría de ellas, jamás tuvo la aplicación y el nivel control que prometieron. La esperanza, ahora, viene dada por nueva norma.