Fuente: TN ~ El aumento del precio de la indumentaria fue del 121,7% en un año, casi 20 puntos por encima de la inflación general. Hace meses que el rubro lidera el ránking de los que más aumentan.
Comprar un abrigo este invierno cuesta, en centros comerciales, el equivalente a alquilar un departamento de dos ambientes. Un par de zapatos sale lo mismo que dos pasajes a Mendoza. Y así se multiplican los ejemplos para dar cuenta de lo difícil que se volvió comprar ropa en marcas de “primera línea” -pero no de lujo- en la Argentina. La dinámica se replica en lugares más accesibles, como la avenida Avellaneda y Once, donde los valores también aumentaron por encima de la inflación promedio.
El aumento del precio de la ropa fue del 121,7% en la medición interanual a febrero, se ubicó bien arriba de la inflación general interanual (102,5%), y hace meses lidera el ránking de los rubros que más aumentan.
Ese dato tiene un correlato directo en la comercialización: desde el segundo semestre de 2022 se estancaron las ventas y en febrero la caída fue de casi el 17% interanual, según datos de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
La retracción contra febrero de 2020, mes previo al inicio del aislamiento preventivo por la pandemia, fue mayor: una caída de 30% según los datos de la CAC. En el primer bimestre de 2023 acumula bajas del 6% contra el mismo período del año pasado y del 22% frente a 2020.
El retroceso en las ventas de febrero da cuenta de “la pérdida de dinamismo a lo largo de 2022, que paulatinamente se fue acentuando, acompañada de un encarecimiento relativo de los precios del sector en la comparación interanual”, señala el informe de la CAC, que analizó el consumo en febrero con el Indicador de Consumo (IC).
“Con datos de febrero, el IC mostró un avance de 0,8% en términos interanuales, mientras que en la comparación con enero se observó un retroceso desestacionalizado de 1,7%”, detalla el informe. Sin embargo, en la comparación prepandemia todavía cae un 1%.
“Este magro crecimiento interanual visto en febrero da continuidad al proceso de retroceso exhibido por el IC desde mediados del 2022 y su posterior estancamiento. Esta dinámica es consistente con una macroeconomía que se encuentra en tensión y a una capacidad de compra de los hogaresargentinos que mostró una nueva contracción en el segundo mes del año”, añade el informe.
El resto de los rubros analizados -transporte, recreación y cultura y vivienda, alquileres y servicios públicos- tuvieron un avance interanual, aunque no necesariamente recuperaron los niveles prepandemia.
El capítulo de transporte y vehículos mostró un crecimiento estimado del 3,2%, pero sigue un 4% con respecto a la prepandemia. “Esto se da en el marco de un proceso de desaceleración y enfriamiento del sector que continúa hasta el día de hoy, con patentamientos de autos y motos que apenas crecieron 1,8% y 3,3% interanual, respectivamente”, señala el informe.
Recreación y cultura aún muestra tasas de crecimiento significativas (con un avance estimado de 26,2%) “como consecuencia de las abruptas caídas vistas a raíz de la pandemia y un proceso de reapertura y recuperación que fue más lento que en otros sectores”.
“En cuanto al apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos, este mostró un avance estimado de 4,8% interanual en el segundo mes del año, ubicándose más de 15% por encima de los niveles previos a la disrupción sanitaria”, concluye el informe.