Fuente: La Nación ~ En la actualidad, la industria textil es la mayor consumidora de colorantes sintéticos a nivel global. Se han producido alrededor de 10.000 colorantes que se encuentran disponibles en el mercado actual, y con esto se estima una producción anual aproximada de 700.000 toneladas de éstos compuestos sintéticos. Existe una gran variedad de colorantes, que se clasifican de acuerdo a su estructura y a su método de aplicación en el proceso de elaboración de los productos textiles.
Uno de los partícipes de los envíos de este producto al mundo es Sanyo Color S.A, empresa ubicada en la zona de Florida, partido de Vicente Lopez en la Provincia de Buenos Aires, creada en 1973, «como una tradicional empresa pyme familiar, de capitales 100% nacionales», cuenta Carlos De Santo Presidente de la Empresa. «Nuestra actividad comenzó con el abastecimiento de colorantes y productos químicos para la industria textil, pero, con el correr de los años, fuimos desarrollando nuevas unidades de negocios que nos permitieron ampliar el destino de nuestros productos a otras industrias tales como plásticos, masterbatch, pinturas, agro, construcción, entre otras».
Además de la comercialización de productos, prestan servicios de asistencia en la elaboración de proyectos e instalaciones de plantas para tratamiento de efluentes líquidos industriales.
Iniciaron sus actividades con 3 personas, mientras que en la actualidad existe un plantel compuesto por un total de 85.
En sus comienzos, Sanyo operaba desde su planta ubicada en San Martín, pero dado
el crecimiento que tuvo en el mercado nacional e internacional, en 2009 inauguró su nueva planta, la misma les permitió incrementar su capacidad de producción y el desarrollo de las unidades de negocio. La planta actual cuenta con 12.000 m2 destinados a las tareas de producción, administración, logística y laboratorios. Sus procesos cuentan con la certificación de calidad según normas ISO 9001:2015, que es fundamental para el cumplimiento de objetivos relacionados con la internacionalización.
En 2002, con un mercado local deprimido debido a la crisis económica, y con un tipo de cambio favorable para las exportaciones, se comenzaron a generar negocios en el exterior.
«En los meses de abril y mayo nos encontramos con las mismas dificultades que la mayoría de los importadores y exportadores. Cargas retenidas en el puerto, atrasos en los arribos y en los embarques y cierre de fronteras» agrega. «Hacer una proyección en este contexto se vuelve un poco difícil, dado que las exportaciones dependen de varios factores que van mas allá de la oferta exportable que tengamos. Cuando competimos en el mercado local, las reglas son las mismas para todos. Pero cuando se sale a los mercados internacionales, se compite con exportadores de otros países que tienen políticas de promoción de sus exportaciones a largo plazo, con beneficios que se mantienen en el tiempo como políticas de Estado, que trascienden a los gobiernos», advierte.
Como ejemplo, dice que «mientras que nosotros pagamos derechos de exportación, en otros países con políticas estables de desarrollo de mercado reciben reintegros y beneficios fiscales que se traducen en una mayor competitividad del precio final del producto».
En lo que respecta a las regulaciones, los vaivenes de la normativa hacen que, al no tener reglas que se sostienen en el tiempo, se dificulte la proyección.
«Nuestras líneas de productos tienen un alto componente de materias primas importadas, por lo que los actuales regímenes cambiarios afectan de manera directa las previsiones que podamos hacer para los próximos meses.
Lo mismo nos está ocurriendo con las inversiones de bienes de capital importados, que nos permitirían mejorar nuestra competitividad y estar a la altura de nuestros colegas en el mundo.
Pero para poder importar maquinaria tenemos que considerar las limitaciones establecidas en la COM A 7030 y complementarias del Banco Central. Tenemos que utilizar los cupos
distribuyéndolos entre inversión y materia prima,» enfatiza.
Los principales destinos de sus de productos son Bolivia, Chile, España, Paraguay, Perú y Uruguay.
La empresa está trabajando en el desarrollo de nuevos mercados con líneas de pigmentos a base agua para industrias de la pintura y estampado textil; en Ecuador y Colombia con productos para la industria textil y en España para la línea de pigmentos que son utilizados para la fabricación de pinturas..