Funte: La Nación ~ «Hay que aprender a vivir con esto», es la frase más repetida entre los empresarios que, sin subestimar el riesgo sanitario de la pandemia, ven con preocupación que pasan los días y no se retoma la actividad. Por eso, dan como ejemplo algunas industrias que están operando y que no generaron focos infecciosos, y piden ser convocados para crear una mesa de diálogo, en la cual se discuta un plan para el día después.
«El Gobierno hizo muy bien desde el primer día en tomar en serio la situación, han hecho un excelente trabajo en aumentar la cantidad de camas disponibles. Pero creo que la sociedad ya está preparada. Soy de la idea de que deberíamos ir abriendo la economía, puesto que no solo se producen muertes por coronavirus, sino también hay producto de otros malestares. Esto muy probablemente sea para largo, hay que tomar precauciones y la vida tiene que continuar. Hay que aprender a convivir con esto», dijo el empresario textil Teddy Karagozian.
«¿Donde hay que abrir? Si se abren las fábricas y no el comercio, se produce un embudo al revés, porque las empresas vamos a producir, pero no va a estar el consumo. A mi entender, hay que ir liberando el comercio», agregó el presidente de TN & Platex.
En la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) compartieron esta visión. «Una pyme puede estar 20 días sin ingreso en la Argentina. Por más que recibamos ayuda del Estado, todavía las empresas tienen que pagar el otro 50% de los salarios, sin tener ingresos hace dos meses . Esta situación ya se comienza a ver en la cantidad de cheques rechazados, impuestos sin pagar, atrasos en los cobros de alquileres y expensas. Llega el momento en que no alcanza lo que se puede pagar y la pyme tiene que cerrar», señaló Pedro Cascales, y pidió que las pymes, que emplean al 70% de los trabajadores, sean llamadas a una mesa de diálogo. «Necesitamos un acompañamiento real para cubrir los costos que tenemos para no quebrar y cerrar», enfatizó.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), dio como ejemplo para abrir la economía a su propia industria. «Se puede mostrar que la actividad industrial puede desarrollarse en ámbitos de prevención y seguridad, como lo hacemos desde el primer día en la alimentación y la farma, con una performance altamente satisfactoria y con medidas de estándar a nivel internacional», explicó.
«Hay que tomar la evidencia empírica: estamos trabajando con todas las medidas de seguridad y salud, y no hemos producido ni una catástrofe. Hay que buscar cómo ir acelerando producción y actividad económica en el marco de esos protocolos sanitarios», agregó.
En el sector de la construcción, la situación es crítica para las obras privadas, mientras la obra pública logró ser declarada esencial. «Particularmente en el sector nuestro creemos que hay situaciones para avanzar, por ejemplo, en todo lo que tiene que ver con obras industriales, que implican poca mano de obra, pero mucho movimiento económico y no contienen riesgos sanitarios, siempre que la empresa traslade a sus operarios», dice Iván Szczech, presidente de la cámara de la construcción (Camarco).
José Urtubey, director de Celulosa, distinguió dos realidades: los lugares donde no está circulando el virus y en aquellos que sí. «En aquellas provincias donde no circula, deberían tener una situación de normalidad como en pre cuarentena. En el AMBA todavía hay que seguir escuchando a los especialistas epidemiológicos, pero se debería lograr que empiecen a funcionar algunos comercios y sectores productivos con protocolos», comentó.
«A la cuarentena entramos con una situación desastrosa, con altísima inflación, con la situación de la deuda y caída de la actividad económica. Estamos yendo a una de las crisis más fuertes de nuestra historia, incluso más fuerte que la de 2001, porque no es solo un problema de la Argentina y no está la curva ascendente de las materias primas, como hubo en 2002. Bajo ciertos protocolos se debería liberar el comercio», agregó el empresario industrial.
Finalmente, Martín Cabrales destacó que haya un canal de diálogo con el Gobierno, aunque señaló que todavía falta ahondar en las medidas económicas. «Desde el punto de vista sanitario se ataca el virus con mucha contundencia. Hay que tomar más medidas desde el lado económico para ayudar al bolsillo del empleado. Creo que hay que tener mucho cuidado con los contagios, pero hay que pensar cómo se abrirá la cuarentena y qué medidas vamos a tomar. Esto en algún momento se acaba y hay que estar preparados», concluyó el empresario y vicepresidente de Cabrales.