Fuente: Cronista ~ Con el foco puesto en poner en valor la industria nacional y fortalecer la producción local, cada vez son más las pymes que optan por producir e invertir en el país.
«Hoy, las condiciones que motivan la inversión de una empresa son la oportunidad y los nichos de rentabilidad. Y lo que indican los números es que la industria está creciendo y generando oportunidades. Si tomamos los datos correspondientes al primer cuatrimestre del año, vemos que la misma está un 5% arriba de su nivel de producción respecto de 2019. Aún en el marco de la pandemia, ¿qué significa eso? Que la industria recibe inversiones, ve que el mercado se mueve y que hay oportunidades de negocio», acredita Ariel Schale, secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
Eso es lo que captó la empresa de electrodomésticos Liliana, que acaba de lanzar una nueva línea de hornos eléctricos fabricados íntegramente en su planta modelo de la provincia de Santa Fe. «Se trata de una línea de elaboración nacional con cuatro variantes de gran calidad que sustituyen a las importaciones y revalorizan la industria argentina. La puesta en marcha de este desarrollo también implicó una inversión para la ampliación de los sectores de armado y mecanizado de la fábrica y la adquisición de centros de mecanizado, balancines, prensas y moldes para el desarrollo de nuevos productos, tal como una línea de calefacción para exteriores cuyo objetivo es que, en este momento de pandemia, todos podamos seguir utilizando los espacios abiertos en invierno. Así fidelizamos y construimos un diferencial en el mercado, además de generar más empleo», apunta Gustavo Lara Bergese, gerente comercial de la firma.
Por su parte, e impulsada por las barreras y los costos de importación, Ecosan, la empresa de construcción modular de oficinas, laboratorios, viviendas industrializadas, aulas y más, optó por fabricar todos sus módulos, estructuras metálicas y de hormigón premoldeadas también en el país. «Antes, en lo que era módulos, teníamos un 50% de artículos nacionales y un 50% los traíamos de afuera. Hoy esa mitad de equipos importados los hemos reemplazado íntegramente por producción nacional, o sea que ahora el total es de Industria Argentina. Si bien nuestro costos no son más económicos que los de un importado, podemos tener otros volúmenes de fabricación produciendo acá», cuenta Juan Pablo Rudoni, presidente de la compañía. «Asimismo, durante toda la pandemia mantuvimos y hasta ampliamos nuestra planta de personal, por lo que empleamos de forma directa e indirecta a más de 500 personas. Sin duda, este sector tiene un gran potencial de crecimiento por su valor agregado y competitividad para el país», anuncia Rudoni.
En tanto, la firma de Mobiliarios Fontenla acaba de anunciar una mega inversión para su nuevo «lifestyle center» que estará ubicado en el espacio que dejó Falabella en DOT Baires Shopping. «Se trata de una tienda de más de 3000 metros cuadrados que demandó una inversión total de $ 140 millones y que estamos realizando en conjunto con Patagonia Flooring, líderes en pisos y revestimientos de madera, y Grupo (a)2, emblemática empresa de mobiliario corporativo y sillas de oficina. Utilizaremos este espacio para el lanzamiento de nuevas colecciones y presentar las novedades más exclusivas del mundo mobiliario. También va a estar presente Pampita by Fontenla, la cápsula que la marca diseñó en conjunto con Carolina ‘Pampita’ Ardohain y Tienda FC by Fontenla con el objetivo de ofrecer una opción diferente y joven en el amplio universo de los muebles, bazar y electro. Sin duda, esta apertura fortalece la producción local ya que es un espacio más al que debemos nutrir de productos a comercializar, esos que elaboramos en nuestra fábrica modelo propia, única en Sudamérica y con mano de obra especializada capaz de fabricar cualquier tipo de proyecto. Nuestra esencia consiste en demostrar que estamos a la altura de cualquier empresa extranjera del rubro», anuncia Federico Fontenla, director de la empresa.
Además de este proyecto, Grupo(a)2 destinó u$s 370.000 para la adquisición de maquinaria y matricería específica para aumentar la productividad en tiempos de fabricación y calidad. «Sumado a eso, esta inversión nos permite fabricar localmente aquellos productos que importábamos, tales como sillas ergonómicas, sillones y sistemas de patas para puestos de trabajo en grandes corporaciones que ahora fabricamos en el país bajo licencia. Sabemos que muchas veces es más fácil importar los productos terminados, pero entendemos que a largo plazo son más caros debido a los altos costos de los fletes internacionales y a los impuestos a la importación de productos terminados, esto sumado a la disponibilidad ya que es incierta la obtención de permisos para importar productos del exterior. Es por eso que creemos que esta inversión para producir de manera local es muy importante para nuestros desarrollos y crecimiento como firma», afirma el Ingeniero Daniel Cwirenbaum, presidente de la marca.
También se registran inversiones en el rubro de la construcción. «Con la misión de aumentar la capacidad productiva y brindar un mejor servicio, y pese a haber cerrado la fábrica durante dos meses por el aislamiento (ASPO), destinamos $ 50 millones para adquirir nuevas máquinas y continuar apostando en la construcción de una nueva planta de 7000 m2 en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires. La misma permitirá aumentar de 2,5 millones de kilos de productos por mes a más de seis millones de kilos. Los beneficios se traducen en incrementar recursos y priorizar la contratación de postulantes de barrios aledaños a la fábrica. De este modo, se generará mayor empleo local y se promoverá la descentralización del trabajo», revela Alfonso Bonfiglio, cofundador de Anclaflex, empresa especializada en materiales para la edificación.
Barbieri, empresa dedicada al rubro de la construcción, la industria metalúrgica y plástica, es otra de las pymes que también apuesta por el país y por el crecimiento sustentable y sostenible. «Nuestro directorio aprobó hace unos meses una inversión de u$s 5 millones para el armado de una nueva nave de aproximadamente 6000 metros cuadrados que estará equipada con maquinarias de última tecnología y que, a su vez, dará empleo a muchas familias argentinas. A su vez, esto complementaría con mayor oferta y productos de mejor calidad la producción que hoy tiene el país, eficientizando costos y tiempos de respuesta a un mercado que lo está demandando. Y por si fuera poco, hasta tendremos más oportunidades para exportar nuestros productos a la región y al mundo, visión que acompaña nuestro negocio de hacer crecer al país de la mano de nuestras soluciones», devela su director Julio Ángel Barbieri.
Otra apuesta es la de Lulemuu, una empresa argentina dedicada a la elaboración de alimentos saludables a base de arroz, bajos en calorías y certificados sin tacc que comenzó fabricando alfajores y ahora produce tostadas, galletitas, golosinas, snacks y barras de cereales. «Invertimos este año $ 40 millones para poner en marcha una línea de productos que exportaremos a países del Mercosur, Europa y los Estados Unidos. De este modo, estamos aumentando nuestra capacidad productiva y, por ende, generando más empleo, ya que se suman una 30 personas más a este desafío», cuenta Guillermo Sparapani, socio gerente de la firma.