Fuente: La Nación ~ «Tus manos saben cosas que tu mente no sabe. Ahí es donde nace el estilo». Con esa frase plasmada en su página web, ya desde el vamos, Nikole Tursi, artista del vestir, no solo se presenta sino que además procura dejar en claro que su trabajo es artesanal.
Especializada en sombreros, a los 21 años empezó a hacer coronas solamente guiada por la intuición. Después estudió el oficio con Cesar Orlando Núñez y Laura Noetinger, además exploró las potencialidades que pueden tener los textiles con la diseñadora Araceli Pourcel. En el 2016 se anotó en el Taller de Realización de Tutú Romántico en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, y al poco tiempo fue convocada para trabajar en vestuario. Hizo realizaciones para ópera (Aida, La Traviata) y ballet (El Cascanueces, Coppélia, La Italiana en Argel, El Corsario, entre otros). Ahí estuvo dos años, hasta que a fines del 2018 se animó a irse. ¿Cuál fue su mayor aprendizaje? «Que todo lo que se me cruce por la cabeza es posible» señala.
En lo que va de este año ya participó de la London Hat Week, la reconocida celebración de sombreros que, en esta edición, tuvo como tema «World Garden» (Jardín del Mundo). Para ello eligió trabajar con la figura del ceibo. Salió de su impronta clásica -negro, blanco o gris- y realizó tocados en rojo tal cual la flor nacional. Quedó en la selección de los mejores 200 y a su vez de los 32 que tuvieron un encuentro especial con la prensa en la capital británica. Eso pasó al mismo tiempo que cumplía 33 años y sus creaciones eran parte de «Reinos» la muestra montada por las diseñadoras de joyas de la firma Cabinet Oseo en el Museo Nacional de Arte Decorativo en Buenos Aires. Las realizó experimentando con materiales diversos (tul, gasa, organza, plástico y foil, entre otros) fusionándolos para lograr nuevas texturas y un efecto metalizado, como el del cobre o la plata.
En junio ganó el Premio Colbert Argentina que por primera vez se entregó en el país en asociación con la Unesco y el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. El concurso «Mi oficio. Mi historia» contó con la presentación de 100 artesanos y el objetivo fue estimular la puesta en valor y el reconocimiento social de los oficios de excelencia. Además, de recibir una suma de dinero, Tursi viajará a Francia en diciembre para conocer cómo trabaja una de las casas que ella elija y que conforma el prestigioso Comité Colbert; podría ser Chanel, Hermès, Christian Dior, Louis Vuitton e Yves Saint Laurent, entre otras. Antes, en octubre, estará dos semanas realizando un workplacement, una especie de pasantía, en el Royal Opera House de Londres.
«Toda mi vida me imaginé esto que me está pasando» dice, mientras se prepara para aplicar a The Queen Elizabeth Scholarship Trust, conocida como la beca de la Reina. Si la obtiene le permitirá financiar nuevos estudios. Para eso ya tiene armado un cronograma de las clases que va a tomar con expertos en sombrerería a los que fue a conocer uno por uno. Además está realizando diseños a pedido para Burberry, la tradicional marca inglesa. Trabaja freelance para el área vip a donde desarrolla piezas únicas hechas a mano, destinadas a celebridades que las usarán en videos musicales, shows, red carpet o desfiles.
«Siempre me gustó hacer cosas diferentes», reconoce. Así es que se sale de los límites del sombrero en sí; su valor está en el cómo lo hace, las herramientas que utiliza y la búsqueda que emprende con cada trabajo. ¿Su meta más próxima? Hacer conjuntos que incluyan prendas, guantes, sombrero y paraguas, todo con la misma tela. Por eso dice que lo suyo es el «wearable art», el arte para usar. «Quiero que la gente se anime y que use lo que estoy haciendo; llegar a un equilibrio entre la moda que se muestra en la pasarela y la que se ve en la calle», concluye.