Fuente: La Nación ~ Los estampados agregan color, forma y movimiento a las prendas y son un gran aliado si se aprende a combinarlos. Existe uno que no pasa de moda y marca tendencia todas las temporadas y son los cuadros escoceses. Hay diferentes versiones, tamaños y colores, pero uno sobresale por ser clásico y fácil de llevar. Es el estampado que proviene de la realeza: el Príncipe de Gales. Esta trama se reversiona y se adapta a las tendencias del momento para alcanzar a todo el público.
Este patrón combina de manera alternada grandes cuadros con un diseño denominado mil rayas, mezclados con otros cuadros más pequeños en pata de gallo, utiliza un tejido de dos colores y se puede sumar un tercero como perfil. Los tonos que más se usan en el estampado Príncipe de Gales son el blanco, el negro y el gris, aunque también como tercer color podemos encontrar el azul, el rojo y el verde, entre otros. Las primeras prendas con estampado Príncipe de Gales se fabricaron en tweed, que es un tipo de tejido de lana, pero con el tiempo este patrón se fue adaptando a cualquier género. Es por esto que se lo puede incluir dentro de las estampas, a pesar de ser en su génesis un tejido.
“El Príncipe de Gales es uno de los tejidos más tradicionales dentro de la sastrería europea inglesa. Es un clásico, y como todo clásico no pierde vigencia, una vez que se establece en la mayoría de la sociedad, se mantiene. Entran y salen de periodos de latencia, pero siempre están. Es decir, en un momento se usan más y en otro, menos, pero no dejan de estar presentes, sobre todo en aplicaciones clásicas como la sastrería tradicional, que no es tan vanguardista, donde las siluetas se mantienen muy estáticas y cambian desde una perspectiva macro”, explica Gaba Najmanovich, analista de tendencias de consumo.
Su historia se remonta a Escocia, en el siglo XIX, cuando los terratenientes necesitaban un tipo de vestimenta para identificar a los trabajadores, que no tenían el estatus suficiente para llevar la clásica estampa de tartán. Fue la condesa de Seafield quien utilizó por primera vez estos cuadros al convertirlos en el tweed oficial de la guardia de su finca en el Valle de Glen Urquhart. Así nació un motivo de fantasía al que denominaron cuadro de Glen, abreviatura de Glen Urquhart Plaid.
Hacia 1920, fue Eduardo VIII de Inglaterra, duque de Windsor y Príncipe de Gales, quién impulsó el estampado –hasta entonces característico de la clase obrera– al usarlo en trajes de dos piezas, que se convirtieron en su símbolo de identidad. Y aunque obtiene su nombre gracias a él, no fue quién concibió el diseño. Tomó la idea de su abuelo, el rey Eduardo VII, que, hacia fines del siglo XIX, fue el primero en usar el cuadro de Glen, al que le añadió una tercera trama de otro color y lo transformó en el motivo conocido actualmente. “Es ineludible el valor de la presencia de la realeza en su historia y en su uso. Es un tejido que estaba vigente hacía décadas y solamente se impuso como clásico cuando lo usó un príncipe”, cuenta Najmanovich.
Eduardo VIII, conocido mundialmente por su fama de dandy, no solo le dio notoriedad al estampado Príncipe de Gales, también se le atribuyen varias tendencias que se convirtieron en un ícono de estilo. Fue el creador del cuello de camisa Windsor, del nudo de corbata con el mismo nombre, y fue pionero en utilizar zapatos con agujeros en sus remates y calcetines de colores y estampados estridentes. En 1936, abdicó a la corona inglesa por amor, cuando se enamoró de Wallis Simpson, una celebridad americana que contaba con dos divorcios previos, lo que hacía imposible su matrimonio con el soberano.
Pero quien popularizó el estampado Príncipe de Gales como heredero de la corona británica fue Carlos de Inglaterra, el hijo mayor de la reina Isabel II y próximo sucesor al trono. Sus predecesores sentaron las bases de la moda actual y como herencia le dejaron una elegancia innata que lo define como un auténtico gentleman y un referente de estilo.
Este estampado también debe su fama al séptimo arte y, más específicamente, a las películas de James Bond. Sean Connery lo lució en su interpretación del agente 007, en Desde Rusia con amor (1964) y luego, Daniel Craig continuó el legado sartorial en Skyfall, de 2012, con los modelos del diseñador estadounidense, Tom Ford. Este personaje, con su look sofisticado, marcó un ícono del estilo british: elegante, moderno y sobrio.
El tejido que debe su nombre a la realeza tiene por su origen una asociación inmediata a la formalidad y a la elegancia. Ofrece infinitas posibilidades a la hora de usarlo y combinarlo. Se lo encuentra en abrigos, sacos y pantalones, pero también en faldas, shorts, vestidos, blusas y camisas. Esta temporada se llevará en talle extra large, con prendas bien grandes y sueltas para lograr un look oversize. Para conseguir el estilo working girl, o modelo para ir a trabajar, se puede usar en un total look sastrero de saco y pantalón, acompañado de stilettos o botas para un estilo más formal, o de zapatillas para un estilo más urbano. La combinación de saco con esta estampa y denim son excelentes aliados y grandes protagonistas del street style.
En cuanto a los colores, la dupla del blanco y negro sigue siendo un must esta temporada y el clásico estampado en tonos grises sigue vigente. Y no solo se lo encuentra en las prendas de vestir: está presente en accesorios como zapatos, carteras, sombreros, bufandas y corbatas que complementan un estilismo más neutro.
El estampado Príncipe de Gales no es un género que pertenece únicamente a la moda. En este último tiempo se pudo ver su incursión en la decoración, que muchas veces comparte con el mundo fashionista tejidos, colores y estampados. Existen sillones, butacas, alfombras, cortinas y empapelados con este motivo y hasta lo han utilizado en el interior de algunos autos de lujo.
Grandes marcas internacionales como Burberry, Prada, Gucci, Alexander McQueen, Balenciaga, Fendi, Miu Miu, Thom Browne, entre muchas otras, incluyen el estampado como parte de su colección. También las marcas más accesibles como Zara y Mango eligen esta formal pero interesante trama para sus diseños. En Argentina, el espíritu british está presente en casas como Vitamina, Giesso, Portsaid y Jazmín Chebar.
Muchas celebridades optan por este diseño para armar sus estilismos. La reina Letizia de España lució este año en una de sus presentaciones un traje holgado de saco y pantalón Príncipe de Gales de la firma Hugo Boss. La actriz de Gossip Girl, Blake Lively, también eligió un conjunto de tres piezas de maxi abrigo, saco cruzado y pantalón con esta característica trama, de la marca Ralph Lauren para la semana de la moda de unos años atrás. Las modelos del momento, Hailey Bieber, Gigi Hadid y Kendall Jenner demuestran con sus looks que este clásico estampado puede ser joven, sexy y divertido.
Los clásicos forman parte de la historia y se convierten en prints esenciales que permanecen vigentes temporada tras temporada. El secreto está en la elegancia sutil que esta trama representa, en el balance entre lo sobrio y lo llamativo de un básico de la sastrería masculina que alcanzó a todo el público.