Fuente: Clarín ~ Las cuotas “sin interés”, que años atrás eran infaltables, últimamente se volvieron más difíciles de hallar. Cadenas que alguna vez ofrecieron 12 todos los días en su catálogo completo hoy las limitan a unos pocos productos, únicamente con algunas tarjetas y en días determinados. Y fuera de eso, los recargos subieron al ritmo de las tasas de interés, incluso en los planes oficiales “Ahora”. Con distintos grados, el encarecimiento del financiamiento se replica en todos los rubros y la los consumidores, en respuesta, “cuotean” mucho menos.
Datos de una marca líder de tarjetas a los que accedió Clarín revelan que el mes pasado las operaciones con débito crecieron un 16% interanual y las hechas con crédito en un sólo pago, 11%. Pero las transacciones en cuotas se derrumbaron 10%: fue la caída más fuerte en 17 meses, desde el bajón en el consumo financiado causado por el frustrado plan oficial de “Precios Transparentes”.
Más llamativo aun es que la retracción resultó mayor en las financiaciones con los plazos más largos: mientras las compras en 2 o 3 cuotas se mantuvieron al nivel del mismo mes de 2017, las de 4 a 6 cuotas se desplomaron 27%, las de 7 a 12 un 30%, y las de 13 a 24 un 41%. Electrodomésticos (-32%), ropa y calzado (-17), y construcción (-7%) fueron los rubros más afectados por la menor cantidad de transacciones con financiación.
En general se observa que los clientes van migrando de las compras en cuotas a las de un pago, y que usan más las tarjetas de débito”, reconocen en un banco privado, que pidió no ser identificado. “Actualmente, las compras en cuotas se dan a un plazo promedio de 6,5 meses, con una leve reducción en el último año”, suman en el Santander Río, donde además notan que las compras en un pago ganaron participación en los últimos tres años, hasta ser hoy el 60%.
“Hace un año el 48% de los consumos se hacían en cuotas, y en el mes pasado fueron el 42%”, cuentan en otra entidad de primera línea, que también pidió reserva. Esto se dio, dicen en algunos bancos, ante una oferta de beneficios que en muchos rubros cambió el foco.
“En las condiciones actuales, al diseñar las promociones, tratamos de invertir más en dar buenos descuentos que en largos planes de cuotas. Hoy, por ejemplo, estamos con rebajas del 60% y hasta 75%, algo que antes no era habitual”, señaló Mariano Mancurti, gerente de Tarjetas del HSBC, donde el peso de las compras en un pago también aumentó, influido -según cuenta- por un mayor uso del plástico para pagar servicios y por una disminución en el uso de cuotas en ciertos rubros, como el de indumentaria.
Crecen las promociones exclusivas para pago al contado en los negocios de ropa y calzado.
En Naranja, en tanto, notan que el consumo con sus tarjetas de crédito pasó a ser “moderado” desde agosto y dicen que su plan de cuotas más utilizado es el de tres sin interés, con casi un 50% de la facturación. “Valoran mucho ese instrumento”, afirman.
Milagro Medrano, gerenta de Relaciones Institucionales del Banco Macro, sostiene que “las familias siguen usando la tarjeta de crédito como medio de pago» y que en su entidad ese uso creció un 11% interanual en transacciones durante el tercer trimestre. Aunque, puntualmente, las compras en cuotas les cayeron 1%, impulsadas por los plazos de 4 a 12 meses (-14%) y de más de 12 (-29%), contra un alza del 6% en los de 2 o 3. “¿Qué está pasando? Las tasas de interés están afectando el consumo financiado”, razona Medrano.