Fuente: Página 12 ~ El año comenzó con una recuperación en las exportaciones de ropa y una caída de las importaciones. Esto favorece la balanza comercial del sector, que durante todo el año pasado registró el menor saldo deficitario desde el 2009, según analiza la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), durante su último informe de marzo.
Durante enero, los despachos al exterior de indumentaria nacional crecieron 13,1 por ciento interanual, es decir, respecto al valor de enero 2020. Medido en kilogramos, el aumento fue mayor, del 27,7 por ciento. Por el lado de las importaciones de prendas de vestir extranjeras, se desplomaron 67,9 por ciento interanual en enero, y 70,6 por ciento si se toma en cuenta en kilogramos. La información recopilada por la CIAI surge de los datos aduaneros que releva el Indec.
La explicación se debe a un «aumento de la competitividad cambiaria», según destaca la cámara que preside el empresario Claudio Drescher a través de un comunicado. «En efecto, el tipo de cambio real bilateral con China, principal origen de la ropa importada por Argentina, mejoró 11,7 por ciento entre febrero de 2020 y febrero de 2021″, menciona la CIAI, teniendo en cuenta las estadísticas del Banco Central.
Pero además, algo que no está en el comunicado y que cuentan por lo bajo desde el sector textil, es que otro de los motivos se debe a la administración del comercio exterior que realiza el Gobierno, que tiene que aprobar las importaciones. Se trata de una crítica que cada vez suena más fuerte entre los industriales. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo descartan que se trate de un «problema» y lo definen como una «tensión producto del crecimiento». Con este repunte de las exportaciones y una importante caída de las importaciones, mejoró la balanza comercial del sector, que durante 2020 registró el menor saldo deficitario desde 2009.
Estos datos conforman la parte en verde del semáforo que elabora mensualmente la CIAI. Otro de los datos positivos que rescata es que la producción de hilados y telas subió 3,7 por ciento interanual en enero. «Puede ser entendida como un anticipo del nivel de actividad de nuestro eslabón», destacó el documento.
En rojo
En la parte del semáforo en rojo sin duda se encuentra lo que ocurre con el consumo interno, que continúa deprimido y todavía no logra recuperar los niveles previos a la pandemia. Las ventas de indumentaria en comercios minoristas cayeron 7,6 por ciento interanual en marzo, según CAME, aunque se trata de la menor caída desde hace un año. Las bajas fueron todavía más pronunciadas en shoppings y supermercados (34,7 por ciento y 14 por ciento interanual, respectivamente, según el último dato del Indec de diciembre).
«Esta realidad se explica por el escaso dinamismo del poder adquisitivo de la mayoría de la población argentina», explica el informe. La capacidad de compra lleva tres años consecutivos en baja. Para el 2021, el Gobierno apunta a torcer esta tendencia. La caída en las ventas también se refleja en los datos de producción nacional de prendas, que cayó 3 por ciento interanual en enero, según el Indec.
Otro de los ítems en rojo continúa siendo el tema precios. Pese a la recesión y la caída en las ventas, el rubro de indumentaria y calzado fue el que más subió el año pasado (60 por ciento), casi 20 puntos por encima del nivel general. En los dos meses que lleva el 2021, acumula una suba del 4,2 por ciento, casi la mitad del nivel general, que ya alcanza el 7,8 por ciento.
En amarillo, el semáforo de la cámara de la indumentaria incluye el dato de la tasa de interés de adelanto en cuenta corriente, que el año pasado comenzó a bajar después de niveles récords en 2019, y actualmente se encuentra en 34,9 por ciento.