Fuente: Clarín ~ Hay caídas de más de 20 % en las ventas. Lo sufren desde las etiquetas premium hasta las “saladitas”.
En medio de una caída generalizada del consumo, este año las ventas de ropa y de calzado están particularmente afectadas. En especial, si se suma el factor climático debido a un invierno que sigue tardando en aparecer. Lo cierto es que, aún cuando recién se inició la temporada, los comercios están recurriendo a todo tipo de promociones para captar clientes: descuentos de hasta un 50%, la posibilidad de pagar en cuotas y hasta el remanido «dos por uno», se alinean entre las estrategias.
«Vemos una caída muy fuerte de las ventas. Esperábamos una mejoría con el cambio de temporada pero como no sucede, los comercios prefieren vender más barato y hacer efectivo«, explica Alicia Hernández, gerenta general de la Camara de la Indumentaria (CIAI).
Según la ejecutiva, la caída de las ventas (estimada en 20%) es superior a la del año pasado, que ya había sido flojo. Porque esta vez las marcas premium también están siendo muy afectadas. Por su parte, los negocios en los centros comerciales o en las llamadas «saladitas», donde se venden prendas en forma más masiva, la merma es aún más fuerte, explica.
Según datos de la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de indumentaria cayeron en marzo 10,7% en forma interanual. Entre los shoppings centers, las ventas a precios constantes sumaron $ 2.823,9 millones en febrero de este año: un 17,6% menos que en el mismo mes del 2018.
Según Mario Nirenberg, gerente general de la Cámara Argentina de Shoppings Centers (CASC), «los centros comerciales no son ajenos a la situación que vive el comercio en general. De todas maneras, hay situaciones dispares ya que, en aquellos centros comerciales que se nutren del turismo o que son outlets los resultados tienden a mejorar», dijo.
En cuanto a las expectativas para el resto del año, «estará muy marcado por el resultado de las paritarias ya que las mejoras nominales en los ingresos se traducen en un mejoramiento de las ventas», dice.
Según el directivo, «el nivel de ocupación de los locales se mantiene dentro de los estándares de la industria. Sin embargo, la vacancia tiende a acelerarse», estimó.
En cuanto a los precios de la ropa, según datos del INDEC, el rubro tuvo un aumento promedio del 33,3% interanual hasta marzo. Según Niremberg, «los comercios ajustaron sus precios por debajo del índice inflacionario. Junto a bancos y tarjetas de afinidad continúan con promociones que mejoran su competitividad».
En el caso del calzado y los productos de marroquinería, la caída de las ventas promedió 11,7% en el último año (a marzo), según CAME.
«El gran problema es la baja demanda en el mercado interno del poder adquisitivo debido a los mayores gastos que tiene la gente en tarifas y también al desempleo», dice Laura Barabás, gerenta de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC). La entidad, que representa a los fabricantes de zapatos estima una caída de entre 20 y 30% este año en el sector, que es lineal al comportamiento en los negocios.
«El mercado está muerto. No se vende nada. Por eso los comercios adelantan liquidaciones, o apuestan a la venta por internet, que viene en ascenso», agregó la directiva.