Fuente: iProfesional ~ Emplean diseños específicos para la actividad y lograron certificarse como una empresa B. Cuál es el objetivo de la firma y qué esperan para sus clientes
«Apoyamos la práctica del Yoga porque la vivimos y amamos profundamente», es uno de las primeras frases que esgrime Leonardo Mustafá El Abed, de 35 años, con pasado en el mundo de las finanzas en Nueva York, quien fundó, junto a su mujer Luciana, la marca de ropa Luleå, donde emplean diseños específicos para la actividad y que son durables y multi-funcionales.
El objetivo de Luleå es diseñar indumentaria especializada para la práctica del Yoga y que cada prenda sea hermosa y única: “Realizamos con amor cada estampa, donde contamos historias del Universo Yogui”, explica.
Además, apoyan y fomentan el yoga buscando conectar a la comunidad de practicantes en Latinonamérica para generar cambios positivos en las personas y en el mundo.
Y apuntan, además, a ser una empresa genuinamente responsable que inspire a otras empresas latinoamericanas en la misma dirección. Esto significa ser consecuentes con su manera de pensar y sentir siendo amigables con las personas y el medioambiente.
En el proyecto, trabajan 43 personas que están vinculadas a la marca y, a la vez, se dividen en grupos de a tres para tratar distintos temas, que involucran a los clientes y a los proveedores.
“No nos localizamos tanto en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible, según la Organización de las Naciones Unidas -ONU-) si bien no estoy en desacuerdo, hay que hacer cambios más disruptivos, cambios más importantes que los que realiza el establishment, ya que somos activistas ambientales”, revela Mustafá El Abed, en di´álogo con Economía Sustentable.
Más y mejores políticas ambientales
En Luleå asumieron el compromiso de priorizar a las personas y el medioambiente sobre las ganancias, adoptando las mejores decisiones en cuanto a la producción, distribución y comercialización de las prendas.
“Accionamos distintas actividades para cambiar el paradigma de vida en general de las personas, y la manera de contribuir a ser sostenible el medioambiente y la sociedad es cambiar la forma en que pensamos, cambiar la cosmovisión”, argumenta.
Empresa B
Luleå se certificó como empresa B, asumiendo el compromiso de priorizar a las personas y el medioambiente, usando la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.
En la marca se diseñan y confecciona cada prenda bajo la consiga de las 4R: rechazar, reducir, reusar y reciclar, para así evitar el daño innecesario del planeta.
También donan un porcentaje de las ventas y ganancias a algunas reconocidas ONG’s que están orientadas a ayudar a grupos sociales vulnerables y a proteger la naturaleza de distintas comunidades. “Tres de las cuatro son ambientales”, explica Leonardo.
Y agrega: “Una de ellas da clases de yoga en barrios precarios, otra es Surf Rider, quienes cuidan de los océanos y mares, la otra es Quinta Esencia, que es una escuela regenerativa de Mar Chiquita y donde tienen una escuela hecha de adobe, y la cuarta es Kula, que significa familia elegida, y se dedica a la educación ambiental a través de las redes sociales”.
Como reflexión final, desde la marca bregan para que el Yoga se siga propagando y que, en algún momento, todos puedan perder el límite entre el mat (colchoneta sobre donde se practica el Yoga) y la propia vida. “Esto significa que puedan trasladar los beneficios de la actividad a la vida cotidiana”, agrega Leonardo.
“Desde principios de año trabajamos en el proyecto sostenibilidad 100% y es algo que es inalcanzable, porque si lográs lo que querés, se puede ir a la siguiente etapa que es la de regeneración, la cual es infinita, pero sí es importante tener esa meta para poder ser cada vez más amables con el medioambiente, el planeta y con las personas que habitan este mundo”, concluye.