Los hijos de coreanos que facturan $5 millones diseñando ropa de talles grandes

Fuente: La Nación ~ Son hermanos y son hijos de inmigrantes. Emprendieron en un rubro al que no muchos se animaron: el de los talles grandes. Retomaron el negocio familiar y lanzaron una línea juvenil con un acento fuerte en el diseño y una imagen renovada en las redes .


En 2018, un año con números rojos para el consumo , los Lee facturaron $5 millones y triplicaron sus ventas.
Los padres de María José (23) y Rodrigo (32) llegaron a la Argentina en la década del ’70. Se conocieron en el país y hace 30 años crearon un negocio de talles grandes para mujeres. “Ellos hacían ropa para señoras, pero nuestra idea era hacerla para todas las edades y de todos los talles”, narra María José, encargada de marketing y producto de la marca, Syes. Su hermano se ocupa de las áreas administrativa y de finanzas.
Invirtieron $500.000 y juntos abrieron un local en Palermo en marzo de 2017. “Teníamos la idea de convertirnos en la primera marca ‘ plus size’ juvenil e inclusiva del país”, recuerda ella. Hoy fabrican talles desde el 44 (un médium) hasta el 62.

En su cuenta de Instagram, modelos jóvenes de talla grande muestran la ropa: shorts, polleras, tops, vestidos ajustados… prendas que no se conseguían más allá del large hasta hace poco. “Las chicas ahora no quieren disimular porque se aceptan como son. Al principio empezamos con miedo, porque no sabíamos si las chicas se iban a animar a transparencias y ropa corta. Hicimos una transición lenta y hasta hoy nos siguen pidiendo más corto y más escotado”, dice María José.
Los hermanos notaron que faltaban colores: en el mundo de los talles grandes reinaban el negro y el azul marino. Ellos decidieron jugársela por el rojo y hoy es el color que primero se les agota, explican. La mayoría de sus clientas son mujeres de 25 a 35 años que buscaban una renovación del placard.

Los Lee pensaron en una demanda insatisfecha para generar su negocio. Se dieron cuenta de los diseños que faltaban cuando escuchaban las historias de sus clientas, recuerdan: “Están acostumbradas a entrar a locales y que les den directamente el talle más grande sin saber si les va a quedar enorme, o a que les digan, sin haber consultado, que no hay talles para ellas. Creamos un lazo con ellas que va más allá de la compra”, explican.
El año que viene, esperan poder capear los posibles números rojos del consumo simplemente con el corazón de su negocio: “La crisis económica que sufrió el país el año pasado no afectó tanto nuestro modelo de negocios, porque el nuestro es un sector que todavía no tiene sus necesidades abastecidas. Para el año que viene tenemos muchas expectativas y ganas de seguir creciendo mucho más”, concluyen

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