Fuente: Clarín – Datos curiosos sobre el corpiño o brasier.Desde su origen hasta consejos saludables para su uso.
¿Es bueno o es malo usar esa prenda de lencería llamada sostén, corpiño, sujetador o brasier? Una pregunta que puede aclararnos muchas cosas, antes que nada despierta otra inquietud: ¿desde cuándo las mujeres usan sujetador?
Si algo tiene de fascinante la historia de la moda es que nos ayuda a encontrar respuestas acerca del origen y la evolución de muchas prendas de vestir que en la actualidad consideramos “normales”.
Exactamente desde cuándo las mujeres usan sujetador, no lo sabemos. Tampoco se conoce con certeza si el corpiño o brasier se usaba para cubrir, para sostener o para seducir. Pero hay algunos indicios y datos curiosos sobre esta popular prenda íntima femenina.
Por otra parte, ahora que es tan común usar corpiño como no usarlo, cabe otra pregunta: ¿qué tiene de bueno una u otra opción?; o, lo que es lo mismo, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de decidir usarlo o no?
El corpiño en la historia
En la Ilíada de Homero, siglo VIII a.C, Afrodita se quita “un cinto bordado, de variada labor” de su pecho; y Lisístrata, de Aristófanes, año 411 a.C. hace referencia al “strophion” o faja pectoral. En 1907, un armazón de alambres y tela reemplazó al corsé. Y en 1946 se diseñó la primera versión moderna del bikini.
También una serie de mosaicos sicilianos del siglo III d.C. muestra a mujeres deportistas vistiendo una prenda de dos piezas: la serie llamada “la sala de las diez chicas” se conoce como “chicas en bikini”, describe el sitio del diario español La Vanguardia.
Ya en 1907, un hombre, el diseñador Pierre Poiret, creó un armazón con alambres y tela para reemplazar al decimonónico corsé.
Y unos años después, en 1946, Louis Réard, diseñó la primera bikini moderna tomando la idea de “las chicas sicilianas” para vestir a una bailarina del Casino de París, según cuenta la revista National Geographic.
Hay quienes aseguran que Réard la bautizó Bikini por el atolón que lleva ese nombre, situado en las Islas Marshall. Algo de eso habrá ya que el origen de la palabra viene del idioma marshalés, una lengua de la rama malayo-polinesia que se habla en la República de las Islas Marshall. «Pik» significa «superficie» y «Ni» significa «coco».
Lo que hay que saber sobre el uso del sostén
Según indica el portal Mejor con Salud, si decides usar diariamente el sujetador, debes saber también que es bueno librarte de él por varias horas, especialmente por la noche. Es como sacarse los zapatos para dormir bien.Algunas mujeres lo descartan. Si se usa, es conveniente no hacerlo más de siete horas por día. Foto: Clarín.
El uso permanente del sostén puede producir retención de líquidos, dolor de espalda y trastornos circulatorios. Además, no falta quien lo asocia con el cáncer de mamas si el corpiño tiene aros de metal.
Durante la pandemia de Covid19, un altísimo número de mujeres lo ha abandonado, definitiva o transitoriamente. De cualquier manera, muchas lo eligen porque aseguran que el sostén ayuda a dar forma a las mamas y evita la caída por acción del peso, la gravedad y la edad.
Lo cierto es que hay argumentos a favor y en contra del corpiño. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Lo usamos o no? Lo mejor es conocer para argumentar, y saber en tal caso qué modelo elegir, de qué material, cuándo es necesario y cuándo opcional.
El portal Mejor con Salud explica que el corpiño es imprescindible para las mujeres que tienen un busto demasiado grande, ya que ayuda a enderezarse para evitar problemas lumbares y dorsales.Recomiendan que el corpiño sea de algodón o lycra. Los de encaje es aconsejable dejarlos para momentos especiales. Foto: Gentileza Journelle.
También se aconseja un corpiño deportivo en el momento de hacer ejercicio físico. Y sí o sí se recomienda a las embarazadas y durante la lactancia, momentos en que el busto adquiere un volumen y peso excepcional.
La gran variedad en la oferta de brasiers nos permite separar la paja del trigo. Por razones de salud, hay que elegirlos de la talla justa, tanto de contorno como de copa (más pequeños comprimen demasiado, más grandes producen roce e irritación en el pezón).
Conviene también que sean de algodón o lycra, dos telas que permiten que la piel transpire y respire con normalidad. Quedan para momentos exclusivos aquellos que tienen aros de metal, encajes, rellenos y costuras internas.
Si eres de las que usan sostén, ten en cuenta que no debes usarlo más de 7 horas por día. Es bueno sacártelo el resto del día y la noche para que las mamas puedan moverse libremente. De esta manera se evita que haya compresión de ganglios, que se obstruyan los canales linfáticos, que impida la normal circulación de la sangre y que produzca retención de líquidos.
Por último, recomiedan lavarlo después de 4 o 5 veces de uso, pero tener en cuenta el nivel de actividad. «Si vas al gimnasio o tienes una larga noche de fiesta, al día siguiente sera necesario lavar obligatoriamente tu brasier. De lo contrario, puedes propiciar infecciones o el nacimiento de hongos», advierte Lexie Sachs, analista de productos del Institute of Good Home Products, en un artículo del sitio Univision.