Fuente: Cronista – Por la caída de las ventas se extienden las liquidaciones y las marcas salen con precios más ajustados. Sin embargo, la Argentina tiene la ropa más cara de la región.
Llega septiembre y las vidrieras de los principales centros comerciales empiezan a lucir la nueva temporada de ropa. Y como cada año los precios están por las nubes. Las prendas nuevas, en promedio, cuestan un 200% más que el año pasado. El dato positivo: suben por debajo de la inflación interanual que según el Indec, superó el 260%.
Las ventas de indumentaria vienen en caída. Desde el sector hablan de una baja que promedia el 25% en lo que va del año. Por eso para incentivar la demanda las principales marcas vuelven a ofrecer cuotas sin interés y este año acomodan sus precios, por debajo de la inflación.
«Los precios de lista para la nueva temporada vienen por debajo del IPC. Estamos en incrementos anual del 180%. El esfuerzo es grande porque la caída en las ventas supera el 25%«, explicó Alejandro Pernas, empresario textil, dueño de la marca Sastrería González.
Por su parte, una de las principales marcas de indumentaria femenina aseguró que «este nueva temporada registramos incrementos al ritmo de la inflación». Con una particularidad; «nuestro stock es más reducido porque el mercado está muy ajustado», explicaron desde el grupo que concentra tres de las marcas más importantes.
«Muchas pymes textiles reducen su rentabilidad y salen al mercado con precios más accesibles para incentivar las ventas», apuntó Pernas. Además, como ocurrió la temporada pasada, las marcas extienden las liquidaciones, con el objetivo de generar mayor flujo de caja y tratar de reducir los números rojos.
Otro de los cambios que comenzó a verse en el último año es instalar pequeñas zonas de outlet en los locales de primera. «Esto funciona muy bien porque hay precios realmente accesibles y sirve para incrementar el flujo de caja de las marcas», dijeron desde el grupo textil.
Ernesto Del Burgo, presidente de la Cámara Argentina de Innovación Textil y Afines (Caita) reconoció el presente complejo del sector. «Argentina esta en un cambio muy fuerte y eso no escapa al textil». Sin embargo fue optimista con lo que se viene: «el cliente vuelve a ser protagonista después de muchos años. Los insumos y las telas bajan su precio y los productos finales, creemos, que son cada día más competitivos. Las ventas las logran los que hacen rebajas y ofertas que ahora son reales», agregó.
Hoy las marcas están más competitivas que hace un año. «Todos tendremos que adaptarnos, se terminó el comprar porque mañana aumenta. Ahora compras porque tenes productos, servicios y precios», finalizó.
La caída
El rubro de indumentaria y calzado mostró, hasta julio una caída del 19,1% interanual, según los datos arrojados por el Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). «La baja nuevamente se explica por la postergación de consumos no fundamentales, a raíz de una caída del ingreso real de los hogares», explicaron desde CAC.
«En lo que va del año Indumentaria y Calzado cede en su variación de precios hacia un nivel por debajo de la inflación promedio interanual. Las ventas en la temporada invierno no han sido buenas y se han adelantado liquidaciones para financiar capital de trabajo de la próxima temporada» indicó, Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market .
«El financiamiento al consumo con tasas bajas incremento el uso de crédito para la compra tanto en indumentaria como calzado en el segundo trimestre del año respecto del primer trimestre. Sin embargo las ventas minoristas de acuerdo a la CAME caen 3,8% en el acumulado del año aunque el crédito permitió una mejora de las ventas respecto del mes anterior» , agregó el consultor.
«Es difícil mantener números buenos de ventas ante una economía tan inestable. No podemos comparar nuestros precios con los de la región porque las condiciones de juego en la Argentina son muy diferentes», dijo una fuente de la Cámara de la Indumentaria Argentina.
Argentina con precios caros
En el país la ropa es cara tanto en términos absolutos como en términos relativos -en relación con el resto de los bienes y servicios de la economía-. «En términos absolutos una canasta de prendas en la Argentina es 35% más cara al dólar oficial respecto del promedio de la misma canasta en otros países de la región. Al mismo tiempo, en el país los precios de la indumentaria y el calzado en comparación con el resto de los bienes y servicios de la economía son de los más altos del mundo», resalta un informe de Fundar.
«Tenemos un peso apreciado y una devaluación del 300%. No podemos compararnos con economías estables. Es difícil hacer estas comparaciones», explicaron desde CIA.
El informe de Fundar resalta que «la Argentina es relativamente menos cara y más competitiva ropa informal, deportiva y la interior». Al igual que «en ropa de niños y bebés».
Pero, resalta que es «más cara en productos de tejidos planos como el jeans, pantalones, sastrería y camisería y en ropa de adultos». Además aclara que «los precios de la ropa son particularmente más altos en las prendas de marca y alta gama, y no tan caros en la ropa indiferenciada y de gama baja. La otra cara de la moneda de este fenómeno es que la dispersión de precios de la ropa en la Argentina (es decir la distancia entre las prendas más baratas y las más costosas) es, junto con Uruguay, la más alta de la región».
Según datos de CIA, la carga impositiva también explica los precios altos en la ropa. Según describen «El 21% corresponde al IVA , 5% ingresos brutos, 1,2 impuesto al cheque, 2% arancel de tarjeta de crédito». A lo que se suma «20% de cuota simple 12 cuotas y por lo menos 15% de alquiler».