Fuente: Cronista ~ Arrancó la liquidación de indumentaria de verano y las principales marcas de ropa lanzan descuentos para sacarse de encima las prendas que no pudieron vender. Se consiguen rebajas de entre un 10% y un 60% en locales físicos y tiendas virtuales, con cuotas sin interés.
Este año, las liquidaciones tienen una particularidad: la indumentaria es uno de los sectores que más subió sus precios el año pasado (cerca del 65%), por lo que las marcas apuestan a que el sale incentive ventas que, al contrario de lo que ocurrió con los montos de los tickets, todavía continúan por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Así las cosas, con los percheros llenos y obligadas a reducir sus inventarios para que los números les cierren, las principales casas de indumentaria ya comenzaron la liquidación de sus colecciones, con acciones como ‘pre-sale’, ‘we are on sale’, ‘time for sale’ y ‘50% off’, en la previa al lanzamiento de la próxima temporada.
Rapsodia ofrece hasta un 60% de descuento y seis cuotas sin interés. Así, por ejemplo, un vestido que antes costaba $ 26.900 ahora se encuentra a $ 10.760. Unas sandalias que salían $ 24.900 están a $ 9960, mientras que una camisa que antes valía $ 14.900 se consigue a $ 5960.
En Yagmour, los descuentos también alcanzan el 60%. Un vestido que costaba $ 8499 pasó a $ 5099 actuales y un pantalón de $ 7899 bajó a $ 3949, entre las ofertas destacadas.
Paula Cahen D’Anvers lanzó un sale con hasta un 25% de descuento en ropa de mujer y niños. En indumentaria para nenas, sobresale un vestido corto que pasó de $ 3995 a $ 2996. En el segmento femenino para adultos, hay un vestido largo de $ 17.995 que se redujo a $ 15.296.
Portsaid ofrece una amplia variedad de pantalones un 50% rebajados y más de 50 ítems con descuentos. Un mono que antes estaba $ 9650 hoy sale $ 7720 y un kimono que valía $ 10.990 se encuentra a $ 5495.
En una marca que ofrece accesorios, explican que evalúan la posibilidad de aumentar los descuentos actuales del 20% que ofrecen en la línea de productos de verano a un 40% en función de cómo se comporte la demanda. Aunque las ventas fueron «buenas» en la previa de las Fiestas, con estas ofertas aumentaron un 25%, apuntan.
En cuanto a marcas de hombres, en Rever Pass hay entre un 50% y un 20% de rebajas con seis cuotas sin interés. Una remera manga corta pasó de $ 3890 a $ 1945, mientras que un short de baño que antes se conseguía a $ 7390 hoy está $ 5912.
En Bowen, iniciaron descuentos de hasta el 30% con 12 cuotas sin interés, en trajes de baño, ojotas y más prendas seleccionadas. Hay shorts a $ 6980, camisas a $ 10.280 y musculosas a $ 4680.
Desde una marca que se especializa en trajes masculinos, aclaran que los descuentos que las rebajas que lanzaron de hasta el 30% hicieron que las ventas repuntaran un 50% en solo los primeros 15 días del año, un fenómeno que atribuyen a la mayor demanda de estos productos por la vuelta de los casamientos.
Ofertas en una temporada difícil
El sector textil aún no se recupera del golpe ocasionado por la pandemia, en un contexto en el que los precios crecen por encima de la inflación y la demanda sigue por debajo de los niveles registrados antes del brote del Covid-19, tanto en shoppings como en locales a la calle.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el ítem ‘prendas de vestir y calzado’ trepó un 4,8% en diciembre y acumuló un 64,6% de incremento en 2021, cuando la inflación anual fue del 50,9%. Luego de ‘restaurantes y hoteles’, fue el segundo rubro que protagonizó la mayor suba del año. En el anterior, 2020, la ropa y el calzado ya habían tenido un alza del 60%, 18 puntos más que el incremento general de precios, del 42% en ese entonces.
Con un consumo retraído, las ventas en los centros comerciales continúan un 6% abajo comparado a dos años atrás, un 8,3% abajo en los locales a la calle -incluidos sus canales electrónicos- y un 2,9% abajo en los supermercados, según la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
Las marcas tampoco recuperaron el espacio que ocupaban en los shoppings, lo que afecta directamente a las ventas. El 23% dejó los locales que tenía y hoy hay un 10% de vacancia, una situación que, para la cámara, no solo tiene que ver con la cuarentena, sino también con el desarrollo del e-commerce.
En paralelo, pese a la menor demanda, la producción de ropa creció un 30%, mientras que la de hilados y telas subió un 12,7%, con precios de insumos que se encarecieron un 67% en un año, de acuerdo con lods datos de la entidad. La lycra y el algodón ajustaron sus precios en dólares a nivel global, por el tiempo en el que las fábricas permanecieron paradas, lo que desembocó en una escasez de productos.
«El sector fue uno de los más afectados por la pandemia, con siete meses de cierre, lo que repercutió en la situación financiera y económica de las empresas. Con la flexibilización de las restricciones, comenzó a percibirse una leve reactivación comercial en el último trimestre de 2021. Somos optimistas de cara a este año, pero estimamos que la recuperación se va a demorar. El poder adquisitivo está deteriorado«, analiza Claudio Drescher, presidente de la CIAI.
A su vez, la industria encendió las alertas ante el avance de la variante Ómicron. Temen que se disparan aún más los contagios y se frene la incipiente reactivación. Según Drescher -también dueño de la marca Jazmín Chebar-, el sector presenta un 20% aproximadamente de ausentismo laboral.