Ley de talles, una cuestión cultural con mucha tela para cortar

Fuente: BAE Negocios ~ “No, no, acá no hay para vos”. La secuencia transcurre en un local de ropa. El vendedor recorre de arriba a abajo la figura de la persona que entra en la tienda y pregunta por una prenda determinada. Evalúa si algo de la ropa que se vende es acorde a su cuerpo. La respuesta es negativa y el cliente o clienta, con una contextura física que difiere de los modelos de las fotos, recibe esa frase lapidaria luego de la mirada examinadora.

Para muchas personas el simple hecho de ir a comprar ropa es un evento traumático, estresante. Lejos de toda frivolidad en relación a la moda, la indumentaria es fundamental para salir a la calle y, entre otras cosas, influye al momento de tener una cita o una entrevista laboral.

La Ley de Talles llegó para dar el primer paso en el cambio de paradigma cultural que las nuevas generaciones están dando en torno a la aceptación de todos los tipos de cuerpos y a derrumbar la delgadez como modelo hegemónico de salud y belleza.  

La normativa N° 27.521, aprobada por el Congreso en 2019 y reglamentada el 10 de junio pasado bajo el Decreto Reglamentario 375/2021, “establece que la totalidad de la indumentaria deberá ser fabricada, confeccionada, comercializada e importada de conformidad con el Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (Suniti)”.

El Suniti es la gran herramienta que incorpora esta medida ya que una vez finalizado el estudio antropométrico para conocer los cuerpos de argentinas y argentinos se determinará qué medidas corresponden a cada talle según el modelo y diseño para que un 38 de pantalón, por ejemplo, tenga los mismos parámetros en todas las marcas y en todas las provincias.

“El estudio antropométrico es la base científica sobre la cual se va a determinar el sistema nacional de talles. Apostamos a tener una ley nacional porque había normas de parametrización de talles en las provincias pero que no se aplicaban. Lo interpretamos también como un acto de soberanía para pararnos frente al mundo planteando cual es el sistema de talles para todo el país”, explicó a BAE Negocios Marcela Passo, exdiputada e impulsora de la ley en 2019, quien integra la lista del Frente de Todos después de Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán para volver a ocupar una banca en el Congreso.

Existen tres grandes ejes que sostienen la normativa: la pata política, que llevó a su sanción y su posterior reglamentación e implementación; el efecto psicológico en la salud mental de las personas a la hora de vestirse; y la económica, con Pymes  de la industria textil golpeadas tanto por la pandemia de coronavirus como por la crisis de las importaciones.

No obstante, Passo advirtió que la Ley de Talles es un primer escalón para profundizar este tema y generar un “verdadero cambio cultural”. “Creo que es parte de un modelo cultural en la argentina que hay que cambiar, para eso hay que fomentar capacitaciones dentro de lo que son los comercios y en atención al consumidor también para generar el buen trato, que creo que es algo que también falta”, sostuvo la precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.

¿Cómo son los cuerpos argentinos?

La Ley de Talles establece como paso previo a la creación del Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria la realización del Estudio Antropométrico Argentino (EAAr), que definirá cuáles son las medidas reales de los cuerpos y en base a eso conformará las tablas de medidas de referencia.

Se trata del primer relevamiento de la morfología y las medidas de los cuerpos para ajustar la tabla de talles de indumentaria a la realidad de los habitantes en Argentina. Está elaborado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial ( INTI) y ya se realizaron 10 mil escaneos 3D sobre voluntarios de todo el país. Las personas sólo deben asistir con ropa ajustada que permita tomar sus medidas reales, y el escáner 3D se encarga de registrar digitalmente la forma del cuerpo.

En este momento el estudio atraviesa su última etapa y Passo estimó que “para fin de este año tendrán los resultados”. “Ahí se vendrá la etapa de obligatoriedad, de reemplazar prendas, de informar por medio de cartelería y de tener la tabla de talles exhibida en los comercios”, aseveró la dirigente del Frente Renovador y destacó que ese será un desafío que la Secretaría de Comercio Interior tendrá que “llevar adelante” como autoridad de aplicación.

En esa línea, Passo remarcó que los interesados pueden entrar en https://www.argentina.gob.ar/inti/estudio-antropometrico-nacional-argentino y anotarse para ser parte de este estudio. Además, llamó a que sean varones los que se inscriban.

El equipo de muestreo recorre todo el país escaneando la morfología de los argentinos y argentinas 

“Es importante incentivar que sean varones los que se anoten porque el estudio abarca a todos los géneros pero estaban necesitando tener mayor cantidad de datos de varones que hay menos inscriptos. Algunos creen que es sólo para mujeres o para quienes tienen cuerpos más grandes”, apuntó Passo y explicó que “el estudio busca tener la mayor diversidad posible para establecer un sistema de talles entendiendo la antropometría del argentino común”.

Por su parte, la fundadora de Bellamente, organización de la sociedad civil, sin fines de lucro que busca promover la diversidad corporal, Candela Yatche, resaltó a BAE Negocios que el EAAr es “muy importante” porque “están midiendo los cuerpos argentinos” a fin de diseñar las prendas que representan la «diversidad que habita en el país”.

Según Yatche, el relevamiento del INTI servirá para “conocer bien cómo somos y en base a eso que la ropa se adapte a nosotros y que no sea al revés, que nuestros cuerpos tengan que adaptarse  a la ropa”.

Por otra parte, la elaboración del Suniti no sólo tiene un móvil cultural, sino también económico. Un Sistema Único de talles permitirá redireccionar la demanda hacia lo que se vende y que los productores no acumulen remanente de stock en las prendas. Además, la universalidad facilitará la categorización de las exportaciones e importaciones.

Ley de Talles, autoestima y salud mental

¿Qué pasa por la cabeza de una persona que quiere comprar una prenda nueva pero no consigue nada que le quede bien?

En diálogo con este diario, Candela Yatche activista, psicóloga y creadora de la fundación Bellamente destacó que este tipo de situaciones pueden tener un impacto negativo en la autoestima de las personas y “ser el disparador para desencadenar los trastornos alimentarios”, aunque aclaró que estas enfermedades “tienen distintos factores pero uno es el factor socio cultural”.

 “La idea de que hay ciertos talles aceptados y que solo ciertos cuerpos entran en esos talles refuerza el ideal de belleza hegemónica actual que es el del cuerpo delgado”, explicó Yatche quien brindó en 2019 una charla TEDx en Rosario titulada “Deconstruyendo el concepto de belleza”. https://www.youtube.com/embed/ru77Omox_UE

En este sentido, la fundadora de Bellamente hizo hincapié en que la aplicación de esta ley con la conformación del Suniti va a tener un “impacto positivo” en la vida de los sujetos dado que el mensaje que transmite es que “todos los cuerpos están bien y que no hay cuerpos aceptados o deseados más que otros» y que todas las personas puedan expresarse como quieran.

Sin dudas, según Yatche, a nivel psicológico va a ser “una carga mental menos” para todas las personas  que se sienten presionadas por esto y “va a ayudar a la propia libertad de expresión y de gustos”.

Bellamente comenzó como un perfil de Instagram que hoy tiene más de 200.000 seguidores donde el 95% son mujeres. Los números no son inocentes. Esa cuenta se llena todos los días de experiencias de chicas y chicos que se animan a compartir la opresión que sienten dentro de sus propios cuerpos por no sentirse aceptados. La problemática es más que profunda y parte de que “lo personal es político”.

La aceptación o autoestima no se limita a la imagen corporal o a cómo queda la ropa, pero tampoco puede dejarse de lado.

Marcela Passo, que al momento de la aprobación de la Ley de Talles en noviembre 2019 presidía la Comisión  de Defensa al Consumidor, el Usuario y la Competencia del Congreso, sostuvo que “los cambios socioculturales siempre llevan su proceso y su tiempo” pero que está convencida de que “no se van a dar pasos atrás en esta materia y que siempre van a ser hacia adelante por más pequeños que sean”.

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