Fuente: Desde su reglamentación en 2021, algunas empresas del rubro comenzaron a cambiar sus formas de producción. Sin embargo, muchas personas todavía no se encuentran representadas en los talles que ven en los locales.
Mientras los expertos en moda y tendencias anticipan el regreso del talle cero o XXS, el reclamo de los consumidores por la inclusión de todos los cuerpos en la industria se hace cada vez más fuerte. Entre las demandas -que se reproducen en las redes sociales y en los medios- la Ley de Talles es una de las más frecuentes. Y más precisamente, su cumplimiento.
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En junio del 2021, El Gobierno Nacional reglamentó la Ley de Talles (N° 27.521) que establece la aplicación obligatoria en todo el país del Sistema Único Normalizado de Talles de Indumentaria (SUNITI) que hace a la fabricación, confección, importación y comercialización, tanto presencial como digital, de indumentaria.
Esta normativa establece que la totalidad de la indumentaria destinada a la población a partir de los 12 años de edad deberá ser fabricada, confeccionada y comercializada de conformidad con dicho sistema, cuyos talles estarán estandarizados según las medidas corporales de la población argentina, surgidas de un estudio antropométrico.
Cómo influye la Ley de Talles en el día a día de la moda
Si bien la reglamentación de la ley significó una cambio en las forms de producción de muchas empresas ligadas al rubro de la indumentaria, son varias las marcas que aún no han incorporado este sistema único de talles. En la práctica, todavía muchas personas -especialmente mujeres- no encuentran su talle en distintos locales.
“Muchas de las personas que entran a nuestros locales nos cuentan lo difícil que es encontrar pantalones, camisas, sweaters, buzos o remeras en talles grandes y nos expresan su enorme satisfacción y alegría cuando los ayudamos a conseguir una prenda que les queda bien, con la moldería adecuada y a un precio razonable”, comentan Paula Azqueta, titular de Legacy Argentina y encargada de la línea de mujer, y Paz Palma, una de las diseñadoras de la marca.
Pero no solo son las marcas las que se comprometen con el cambio. El INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) cuenta con un grupo de trabajo especializado en la discriminación hacia personas gordas que desde el 2020 trabaja en el abordaje de este tipo específico de discriminación con videos, informes y campañas de concientización, entre otras cosas.
“Entendemos la sanción de la Ley de Talles como una llave. Abrió un camino que se mostró bloqueado durante años… Desde que está ley se aprobó podemos afirmar que está con fuerza y por primera vez en agenda, mediática y politica, tanto la diversidad corporal, como la reflexión en torno a los distintos modos de discriminación y adoctrinamiento sobre los cuerpos que no entran en la norma”, afirman desde el organismo. Y agregan: “Falta mucho por hacer, pero su reglamentación y la realización del estudio antropométrica señalan que vamos por buen camino”.
La Ley de Talles en la práctica
“Desde que se sancionó la Ley decidimos agregar los talle XXL y XXXL y hacer pruebas de calce en modelos con diferentes cuerpos para abarcar talles chicos y grandes y asegurarnos una moldería que se adapte a la gran diversidad de cuerpos y personas”, comentan desde Legacy.
“Tener una amplia curva de talles significa trabajo e inversión, hacer talles grandes es más costoso porque ‘se consume más tela’, pero consideramos que es la única manera de luchar contra la segregación que sufren muchas personas por su aspecto físico o por el tamaño de su cuerpo”, aseguran.
En tanto, desde el INADI agregan: “Que expresemos no solo interés sino también un evidente compromiso institucional con la Ley de Talles nos parece fundamental, no solo porque la ampliación de derechos es nuestro tema y en parte responsabilidad, sino porque el aporte que ofrece la Ley de Talles permite pensarla como una de las primeras políticas públicas en materia de diversidad corporal, una deuda histórica pendiente y muy importante en nuestro país”.