Fuente: Iprofesional ~ El grupo mexicano Siete Leguas vendió la empresa Santista Textil, dueño de ambas marcas nacionales, a un empresario del país vecino
A casi dos años de haber sido vendidas por sus dueños brasileños a un grupo mexicano, las marcas Grafa y Ombú vuelven a manos de un holding con sede en el principal país del Mercosur.
Hasta el 2018, ambas etiquetas formaron parte del pool de activos de la empresa brasileña Santista Textil, propiedad del grupo Mover Participaciones, que ese año vendió su participación en la gigante de la indumentaria a la mexicana Siete Leguas.
Santista es uno de los mayores productores latinoamericanos de denim y líder regional en el segmento de ropas profesionales. Y ahora vuelve a manos brasileñas al haber sido comprada por el conglomerado GBPK, liderado por el empresario Gilberto Mesrtriner Stoche, quien hasta ahora lideraba Santista Brasil.
Se trata del segundo cambio que la fabricante textil sufre en menos de dos años y la operación incluye el traspaso de todas sus operaciones en el área textil, que incluye Santista y sus subsidiarias en Brasil y Argentina.
La textil tiene tres plantas industriales y unos 3.000 empleados, fabrica tejidos denim, brins y workwear en Brasil y en Argentina, donde es propietaria de las tradicionales marcas de indumentaria de trabajo Grafa y Ombú.
Hasta el 2018, Santista Textil perteneció a la empresa Mover Participaciones, marca usada por Camargo Correa en su nueva estrategia y posicionamiento, tras el caso de corrupción conocido como Lavajato en el que se vio involucrado el holding.
La marca Ombú vuelve a estar bajo control de capitales brasileños.
Las operaciones en Argentina
En la Argentina, el año pasado alcanzó una facturación de $3.000 millones, siendo propietaria de una planta en Tucumán que produce 2,5 millones de metros mensuales de tejidos y da empleo a 900 personas.
La empresa nació como Grandes Fábricas Argentinas (Grafa) en 1926, bajo el paraguas del grupo Bunge & Born, con una planta en el barrio porteño de Villa Pueyrredón que se dedicaba a la producción de sábanas y frazadas, pero que con el paso del tiempo fue sumando nuevas líneas de negocios como la marca de ropa Ombú, en la década del 40.
En los años 90, fue vendida al grupo brasileño Santista que le cambió su nombre por el de Santista Textil. Luego, en diciembre del 2018, pasó a manos de los mexicanos de Siete Leguas y ahora vuelve a ser controlada por capitales brasileños.
Expectativas de la industria textil
La industria textil proyecta crear 200.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos tres años, según un informe presentado por la Fundación ProTejer a fines de noviembre.
«A pesar de la pandemia, se estima que las inversiones del sector textil cerrarán el 2020 en u$s100 millones, por encima de los u$s64 millones del 2019», indicó la entidad en el marco previo al inicio de la 16ta. Convención Anual de la Agro Industria Textil y de Indumentaria en la Argentina, que comenzará esta tarde y se extenderá hasta mañana.
La industria textil, clave para el empleo.
«2021 se proyecta como el año con la mayor inversión de la década con u$s250 millones», subrayó Pro Tejer.
El sector se recupera a niveles pre-pandemia, con un nivel de producción en septiembre por debajo del mismo mes del año pasado, pero «en octubre se registró un consumo de energía similar al año pasado, dato que nos adelanta el repunte textil que se reflejará en los indicadores de producción y capacidad instalada del mes (aún no publicados)».
Agregaron que «si las políticas de incentivo al sector se mantienen vigentes durante el mandato de Alberto Fernández y con una administración inteligente del comercio, estimamos que podremos recuperar durante los próximos 3 años, 200.000 puestos de trabajo en toda la cadena agro-textil e indumentaria».
A su vez, aseguraron que la incorporación de sistemas de automatización, permitirán incrementar la competitividad del sector, y generar nuevos empleos de calidad que tenderán a «mejores salarios».
Consultados sobre la legislación laboral, indicaron que «en el corto plazo podemos generar empleo con las normas actuales» porque la demanda principal del sector está en «la creación de nuevos mercados».