Para lograr hacer funcionar un dispositivo capaz de asistir en esos dos movimientos, sus creadores desarrollaron un algoritmo de control que utiliza tres sensores para detectar con una precisión de 99% lo que está haciendo el usuario y responder de manera acorde.
Según sus creadores, este traje reduce la energía promedio que emplea el cuerpo al caminar en 9,3% y en 4,0% al correr.
Los shorts se pusieron a prueba en diferentes situaciones, desde una cinta de correr y una pista de atletismo hasta senderos en colinas. La batería, según Walsh, tiene una duración de hasta 10 kilómetros, ya sea para caminar o trotar.
Este prototipo podría llegar al mercado en los próximos años en sociedad con la empresa de robótica ReWalk, que trabaja para obtener un permiso de comercialización con fines médicos. Su precio estimado será de u$s 30.000.
El equipo de investigadores está probando en el laboratorio dispositivos similares que podrían ayudar a pacientes que sufrieron pérdida de movilidad a caminar mejor y más rápido.