DESAFÍO ECONÓMICO
La elección de colaborar con un refugio fue también un desafío a nivel económico para las fundadoras de In Dogs We Trust. Desconocían por completo el complejo mundo de los negocios, y emprender con el plus de donar mensualmente, no fue tan sencillo en un principio. “Así nos dimos cuenta de que habíamos cometido algunos errores. Durante el primer año donamos más de lo que podíamos, generando así que el refugio recibiera más ganancias que nosotras mismas. Nos dejamos llevar por las ganas de ayudar y nuestra inexperiencia. Recién este año pudimos concentrarnos más en que este proyecto también resulte un negocio para nosotras. Estamos empezando a acomodar nuestros números para que nuestro emprendimiento, además de ser nuestro trabajo ideal, sea un proyecto sustentable en el tiempo y que en un futuro podamos vivir de esto”, destacó Eugenia. “Depende de qué pase con el dólar”, añade entre risas.
Las emprendedoras tampoco tenían idea del funcionamiento del rubro textil. De hecho, Laura viene del mundo del Derecho, mientras que Eugenia, de la Publicidad. Les llevó alrededor de un año encontrar un proveedor de confianza. “Lo encontramos, luego de una exhaustiva búsqueda, y nos enseñó todo lo que sabemos hoy del rubro”, comentan. “Nos lanzamos al mercado con una primera tanda de sólo 100 remeras debido a que nuestro target es muy específico y no sabíamos bien cómo alcanzarlo. De a poco, gracias a las herramientas de las redes fuimos llegando a él y se fueron sumando cada vez más fanáticos de los perros, y hoy tenemos más de 5 mil seguidores en Instagram. También estamos haciendo envíos a todo el país, e incluimos a nuestros productos buzos, stickers y anotadores”, agregan entusiasmadas.
“Estamos creciendo de a poco, y nos llena de emoción ser las fundadoras de un proyecto cuyo objetivo es honrar a los animales más fieles del mundo, y poder hacer una colaboración con las personas que los cuidan con tanto amor”, sintetiza Laura.