Fuente: La Voz ~ Desde el sector apuestan a que en noviembre y diciembre se revierta la caída que ocasionó la pandemia. El regreso de las fiestas y los eventos de fin de año son la gran esperanza.
Después de casi dos años de pandemia, con el avance de la campaña de vacunación, el descenso de los casos de Covid y con menos restricciones, distintos rubros comenzaron a reactivarse.
Uno de ellos es el de la venta de ropa de verano, que está experimentando un tibio despertar en los últimos meses del año. Si bien se está lejos de las épocas prepandemia, en el sector hay una fuerte expectativa, entre otras razones, por el regreso de las fiestas y los eventos sociales.
“Por ahora viene muy tranquila la venta de bikinis. Se comenzó a mover, pero muy de a poquito”, sostuvo Constancia López Tillard, de La Boutique. “El regreso de los eventos de fin de año ayudó mucho a la venta de sandalias, donde hay más movimiento”, agregó la comerciante.
Aumentos de precios
Con respecto al año pasado, López Tillard sostuvo que los precios están un 30 por ciento arriba. Las bikinis de marca rondan los 9 mil pesos, mientras que las sandalias cuestan entre 7.900 y 16 mil pesos.
Distintos protagonistas del sector de venta de indumentaria y calzado coincidieron en que la reapertura de actividades tras la merma en los casos de Covid está impulsando la actividad en Córdoba. En concreto, se espera que en los dos últimos meses de 2021, y sobre todo en las vísperas de Navidad, el volumen de las ventas crezca considerablemente.
No obstante ello, no es un dato menor el fuerte aumento de precios que vienen experimentando estos productos. De hecho, el rubro indumentaria y calzado tuvo subas en octubre que oscilaron entre un tres y un siete por ciento (según la región del país), lo que convirtió a este rubro en el de mayor incidencia en el índice de inflación de ese mes (3,5 por ciento promedio).
“Las ventas se reactivaron mucho después de la pandemia, pero no han crecido con respecto a años anteriores. Ahora se nota un consumo mucho más cuidado y responsable”, apuntó Laura Saenz, de Felicity Urban, quien sostuvo que los precios tienen un 40 por ciento de aumento respecto a la última temporada.
Expectativas
“La demanda comenzó a crecer. Esperamos que siga en aumento a medida que se acerque la Navidad, donde generalmente es muy buena la venta. El panorama es complicado con respecto a años anteriores. De alguna manera, la pandemia nos hizo más austeros, y muchos comerciantes se quedaron con mercadería por lo flojo que fueron estos últimos dos años. Pero la expectativa es buena”, sostuvo Santiago Figueroa, de la firma mayorista Área.
Según un reporte de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (Ciai), en agosto de este año se registró una suba en las ventas del sector del 79 por ciento comparado con el mismo mes de 2020, pero una caída del 21 por ciento respecto a agosto de 2019.
“Por suerte noviembre y diciembre son meses de mucha demanda por las fiestas que hay de fin de año. Los precios vienen con un aumento del 50 por ciento con respecto a 2020″, sostuvo Daniel Linares de la tienda Strawberry, donde un par de sandalias cuesta alrededor de 5.000 pesos y las remeras rondan los 3.000 pesos.
“Esperemos que no venga una nueva ola de Covid”, sostuvo Diego Funes, de Rock and Jeans, una firma que además de ser fabricante tiene locales propios y franquicias.
“Al público la venta es buena por el momento. La gente empieza a cambiar esa costumbre que quedó de la cuarentena de quedarse en la casa y empieza a salir más; por ende demanda”, agregó.
En sintonía con el parecer de sus colegas, el comerciante apuntó que, después de casi dos años de pandemia, muchas marcas no están preparadas para la gran demanda de ropa de noche.
Aumento de costos
La colección de verano llega con aumentos de hasta un 60 por ciento con respecto a los precios del año pasado.
En ese sentido, Funes destacó el aumento en los costos de producción de mercadería. “Nunca fue tan así. Hay que estar controlando los costos todas las semanas. Estamos viendo que los insumos y las materias primas para producir la ropa de invierno están subiendo mucho”, cerró.
Los comerciantes reconocieron que luego de tantos meses de home office la gente se ha volcado a comprar indumentaria más cómoda en lugar de prendas sofisticadas. En julio pasado, La Voz relevó que las ventas de ropa formal habían caído cerca de un 60 por ciento producto de la pandemia.