~Bae~ El sello de paz entre la UIA y el Gobierno sirvió para sacar de la primera plana de los diarios un conflicto que se instaló con fuerza en el interior de las fábricas y que encontró muchos puntos en común que hasta el momento parecían diseminados en la vida fabril. Lejos de encontrar grietas, el conflicto por la competitividad generó una inusitada unidad en la visión de la situación macroeconómica, que llevó a la central manufacturera a hacer planteos públicos de alto impacto para una administración que debió dejar de lado argumentos para planteas situaciones de forma.
Si bien del cónclave participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, la ausencia del presidente Mauricio Macri en la sala «aunque sea para el saludo formal» dejó la sensación del retorno de la «invisibilidad» de la representación industrial. Más allá de los acuerdos, la cúpula industrial dejó claro que no es parte del «club de los devaluadores» porque el encarecimiento del precio del dólar empujó hacia arriba a los costos locales y hacia abajo a las exportaciones.....ver nota completa