Los wearables, como su nombre indica, son dispositivos que llevamos encima; normalmente relojes o pulseras inteligentes, pero en realidad podrían ser mucho más. Los límites de la tecnología actual hacen que tengamos que elegir entre llevar un tipo u otro de dispositivo en la muñeca; pero en el futuro, realmente podríamos “llevar tecnología” como llevamos la ropa.
Para conseguir ese futuro, las fibras que usamos en la actualidad para vestirnos no bastarán. Después de siglos e incluso milenios, pueden dejar paso a una nueva generación de materiales, que no solo nos protejan de la intemperie sino que también ofrezcan funciones adicionales. Estas fibras deberían ser conductivas, pero también lo suficientemente resistentes como para ser hebradas y cómodas para ser usadas.
Fibras para ropa inteligente, ya son posibles
Un nuevo estudio de la Universidad de Nankín puede haber encontrado un buen ejemplo de esta fibra del futuro. Se trata de un cable, que pese a usar plata en parte, puede ser lo suficientemente barato de producir como para ser la base de la industria textil del futuro.
Para desarrollar esta nueva fibra textil, los ingenieros se inspiraron en los capilares de nuestro sistema cardiovascular; los finos vasos sanguíneos que salen de las arterias y venas para llegar a los tejidos. Normalmente, crear cables tan pequeños es todo un desafío de ingeniería; pero el método ideado por estos investigadores puede facilitar las cosas.
En vez de crear cada hilo por separado, crearon una solución basada en plata que se pasa por una serie de tubos similares a las fibras; el efecto es similar al de la sangre transcurriendo por los vasos sanguíneos. Sólo hay que esperar a que la solución se evapore, y el resultado es un conjunto de cables altamente conductivos, cuyo grosor puede medirse en nanómetros.
Pese a eso, los cables son más resistentes incluso que los de cobre, y pueden ser usados para crear telas; aunque por el momento, esto es más una prueba de concepto que un producto real. Si se continúa su desarrollo, podría servir para crear ropa “inteligente”, capaz de obtener información o facilitarnos la vida.