~ La Nación ~ En un contexto mundial de una industria textil y de indumentaria que se desarrolla a costa del medioambiente (derroche de agua y energía, generación de residuos, efluentes y contaminación), que está caracterizada por la flexibilidad que requieren las empresas, la proliferación del trabajo clandestino y la poca durabilidad del empleo y que, a su vez, puede provocar un consumo desmedido e incluso inseguridad por parte de los consumidores, los académicos Miguel Ángel Gardetti y María Lourdes Delgado Luque proponen fortalecer la dimensión personal y preguntarse cómo recuperar los valores para poner en práctica las virtudes. Este es el enfoque del libro que se lanzó la semana pasada: Vestir un mundo sostenible.
El trabajo publicado no circunscribe la sostenibilidad al aspecto material sino que incluye el factor humano, al destacar que para que un desarrollo sea sostenible es esencial que las personas también lo sean.
Los autores relatan experiencias de un humanismo sostenible, como por ejemplo el proyecto empresarial Arrropa, una reversión de los clásicos roperos de Caritas Española que ahora hace foco en reciclar el excedente textil y en transformar las prendas donadas dándoles una nueva utilidad social y económica. A eso se suma que está orientado a la creación de puestos de inserción sociolaboral. O sea que la permanencia es temporaria, ya que el fundamento está en la formación y capacitación para después buscar un nuevo trabajo. El resultado es un modelo de negocio de consumo sostenible y de integración....ver nota completa