Fuente: Diario Norte – El «trabajo y el esfuerzo» que caracterizan al campo argentino, entienden empresarios ligados al sector, sacará al país adelante en el tránsito «por la senda de cambio» en la que «se debe poner fin al despilfarro del Estado».
«El presidente está intentando el cambio que tanto se ha pregonado pero que nadie se animó a hacerlo y creo que como pueblo que está en la producción y el trabajo tenemos que acompañarlo», afirma el contador Alberto María, propietario del Grupo Marfra.
El empresario del algodón mantiene su confianza en que «el presidente (Javier) Milei (Javier), con el plan motosierra, cambie el país». La expectativa es que «el sector productivo, el trabajador, sea tenido en cuenta y se ponga fin a toda la prebenda política y el despilfarro».
LOS «KIOSCOS» POLITICOS
«Hoy nos damos cuenta que están saliendo a la luz todos los kioscos políticos que se tenían y que generaron un Estado que es un elefante, no solamente como estructura, sino también en corrupción y gastos sin control que provocaron que estemos en la situación que atravesamos», agrega el hombre identificado con el cultivo del «oro blanco». «Estamos en una senda de cambio y será seguramente con errores y correcciones», añade.
La clave para salir a flote es «el trabajo y esfuerzo, que caracterizan al campo, para sacar a este país adelante porque el sector agropecuario es un ejemplo de inversión y eso sin presión impositiva sería mejor». «El campo está afrontando un esfuerzo grande porque el sinceramiento pone los costos de producción muy altos, pero tendremos que poner el pecho y salir adelante», remarca Alberto Marian.
QUEDARSE EN EL TIEMPO
«Hemos estancado al país que desde hace quince años que no crece», dice Marian. «En algodón en la década del noventa pasamos el millón de hectáreas en el país y hoy estamos discutiendo si hay cuatrocientas o seiscientas mil, cuando en esos tiempos venía Brasil a ver cómo nosotros producíamos y ahora ellos siembran más de dos millones de hectáreas con una producción que cuadruplica el rendimiento de fibra que tenemos nosotros», resume en la comparación con el país vecino.
«El problema que tenemos con el algodón es que no tenemos biotecnología de punta y seguimos teniendo semillas que en Estados Unidos salieron a finales de la década del noventa en el siglo pasado», señala el empresario Alberto Maria.
TECNOLOGIA EN EL ALGODÓN
El líder del grupo Marfra remarca que «desde entonces en Argentina no se incorporó más tecnología al algodón cuando en el mundo hoy existen materiales resistentes a los hormonales». «Esa tecnología, por citar un ejemplo, en el país no la tenemos y eso provoca que el cultivo se retrase», indica. Entiende Marian que la ausencia de «una legislación actualizada en la temática semillas perjudica porque es de la época en la que la biotecnología no estaba incorporada». «Hoy padecemos carecer de una ley que respalde tanto al productor de semillas como al mismo agricultor», recalca.
«Nosotros nos hemos quedado en el tiempo por tener un Estado prebendario que en todo se mete y finalmente no hace nada», define.
EVADIR PARA SUBSISTIR
«Todo lo que el Estado quiere controlar, en algún momento, termina en corrupción y por eso se armó tanta traba y tanta burocracia: para legalizar el acto corrupto», sigue diciendo el empresario del algodón. El referente del grupo Marfra no deja de lado lo referido a la acción de evadir las obligaciones impositivas, «una necesidad para no desaparecer».
La evasión de impuestos está presente en todos los rangos –dijo– desde el más pequeño comerciante hasta el más grande, «porque si se tiene que cumplir con todo los impuestos, no queda nadie».
«La presión es escandalosa para hacer frente a gastos escandalosos», define Maria. «Tenés un Estado que te saca todo y que no te brinda servicios ni infraestructura», dice. En este sentido menciona que «todo lo que aportó el campo desde que están las retenciones para ni siquiera tener rutas en condiciones para transitar seguros».
«La extracción de recursos al sector productivo del interior fueron para volcarlos a subsidios al transporte y a la energía para los habitantes del gran Buenos Aires», refiere.
SOBRE EL CONTRABANDO DE SOJA
La evasión se hace evidente con los cargamentos de soja que salen del país sin registrarse, entendiendo los que están dentro de la dinámica productiva que «eso se terminará con la unificación del tipo de cambio». «La salida sin registrar surgió cuando el productor liquidaba a un dólar de trescientos pesos y te la llevaban a un cambio billete de entre setecientos y ochocientos pesos», destaca Alberto Maria.
Coparticipación Si, Industrias No
SÁENZ PEÑA (Agencia) – El Chaco, según lo entiende María, «tendría que estar procesando el sesenta por ciento del algodón del país, pero procesa el diez por ciento y las industrias se instalaron en provincias donde no existe el algodón como cultivo».
Los distritos a los que refiere son Corrientes, Catamarca, Tucumán, San Luis, La Rioja «porque el Chaco cambió la promoción industrial por una mayor coparticipación». «Esa coparticipación se la ha despilfarrado porque ni siquiera se la destinó a mayor infraestructura o al apoyo a la producción, sino que fue hacia los piqueteros y otros gastos que nada tienen que ver con el sector productivo y trabajador»,
En la crónica de ese cambio de promoción por la coparticipación «que es sinónimo de caja para las campañas políticas», los senadores que votaron eran los dos líderes de los principales partidos políticos: Deolindo Bitel y Luis León. «Fueron los legisladores que apoyaron la determinación de tener más coparticipación antes que industrias», enfatiza.
Kiosco sin exportaciones
SÁENZ PEÑA (Agencia) – El transporte internacional marítimo por la pandemia soportó una crisis muy fuerte, generando retrasos en la fabricación de barcos y en el mantenimiento de los que estaban navegando. El parate provocó la disminución de la oferta naviera y el incremento de los costos marítimos, una situación que hoy está revirtiéndose.
En la Argentina, «el problema es que es un país que lo convirtieron en un kiosco ya que terminó siendo una economía muy chica en el contexto mundial». «Al no tener importaciones son muy pocos los barcos que llegan a la Argentina, entonces cuando se quiere exportar no hay disponibilidad de container y eso complica ya que, a diferencia de los granos, la exportación de algodón se consolida en los contenedores y hoy no están disponibles», dice Alberto María. «Esa es la consecuencia de que el país se cerrara al mundo y además la escasez encarece los costos de transporte internacional», acotó.