Fuente: Cronista – Penguin salió al mercado en 1955 como una línea de Munsingwear. Todo empezó con un vendedor que tenía que hacer tiempo antes de volver a casa.
El pingüino está en todos lados. En las paredes de sus locales, en cada etiqueta de sus prendas y, por supuesto, en su producto estrella: las chombas. Penguin se posicionó como un ícono norteamericano de la moda masculina con sus diseños simples, sin embargo, pocos conocen el descabellado motivo que llevó a este animal a ser el protagonista de esta marca millonaria.
La primera chomba Original Penguin salió al mercado en 1955. Se trataba de una línea especial de la compañía textil Munsingwear. Pero la firma tenía una larga trayectoria en la industria antes de lanzar este producto.
George Munsing había llegado a Minnesota en 1886. Su plan era abrir una fábrica para producir uniformes laborales, no obstante encontró un nicho en el segmento de la ropa interior de lana. El clima frío de Minneapolis era ideal para elaborar este tipo de prenda. De esta manera, en 1887 fundó Northwestern Knitting Company junto a dos socios.
Además de empresario textil, Munsing era inventor. A fines del siglo XIX recibió patentes por una máquina de crochet y algunos diseños de indumentaria. Pero la ropa interior larga continuó como la principal usina de ingresos de la empresa, que pasó a llamarse Munsingwear.
La insólita historia de Penguin
Un vuelo retrasado, unos vasos de whisky y una tienda de taxidermia. Esos tres factores se unieron para dar origen a Penguin. Si bien la combinación puede sonar extraña, esta es la versión que sostienen desde el sitio oficial de la marca.
Según indican desde la etiqueta, el vendedor Abbot Pederson había viajado a Nueva York como parte de su recorrido de negocios para Munsingwear. Como su vuelo de regreso estaba demorado, decidió pasar ese tiempo muerto con varias copas de whisky en un bar de Manhattan.
Con cierto nivel de alcohol en sangre, Pederson salió a caminar por la ciudad y se encontró con una tienda de taxidermia. «Necesito un compañero de copas», se dijo a sí mismo. El avión no lo abordó solo, sino acompañado de Pete, un pingüino embalsamado que compró en el local.
Al parecer, el vendedor continuó bebiendo durante el vuelo y, en un descuido, golpeó la cabeza del pingüino, que se desprendió y rodó por el piso de la aeronave. Una azafata se acercó, desanudó su moño y lo ató al cuello de Pete para volver a asegurar su parte superior. «Es muy lindo, apuesto a que quedaría bien en una camisa», comentó la empleada de la aerolínea.
De Hollywood a la Casa Blanca
Lo sucedido a lo largo de aquella increíble y etílica jornada, habría inspirado a Pederson para crear la línea Original Penguin lanzada en 1955. Las chombas de la marca pronto eran utilizadas por figuras de renombre, como el actor Clint Eastwood, el cantante Frank Sinatra, el golfista Arnold Palmer y el político Richard Nixon.
Sin embargo, el éxito de Munsingwear se terminó en los 90. La empresa se reorganizó para evitar la bancarrota y adoptó el nombre PremiumWear. Si bien la compañía pasó a manos de la canadiense John Forsyth, la marca Penguin fue adquirida por Perry Ellis, fundada por el diseñador que le da nombre a la firma.