Fuente: Ámbito ~ La inserción digital debe ser un hecho; un camino de ida para dejar de pensar exclusivamente en rentabilidad por metro cuadro y comenzar a pensar en rentabilidad por tasas de conversión.
¿A qué hora es el próximo Zoom? Quizás sea una de las preguntas habituales desde el inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio en este contexto de pandemia por Coronavirus; asimismo, si repasáramos muchas de nuestras conversaciones, sin lugar a duda, harían referencia a: cuántos capítulos faltan para terminar la temporada 2, qué playlist es la recomendada para esta semana, qué nuevo video en YouTube hay para renovar el menú de almuerzo, si ya vieron o no ese TikTok que se hizo viral o aquella historia en Instagram que recuerda la vida de aventura que hoy nos parece tan lejana.
La vida cotidiana ha cambiado, el trabajo ha cambiado y las personas han cambiado; si bien, ya veníamos teniendo una transformación digital desde hace largo tiempo, donde permanecemos conectados a internet por un promedio diario de 8 horas con un uso de redes sociales de por lo menos 3:30 horas al día (estadísticas según reporte Hootsuit 2020), cada vez más, somos usuarios digitales y esta situación acelera la tendencia.
Es inevitable en esta fase de cambios y en este contexto coyuntural que se vean afectados los procesos productivos, la venta de productos y servicios, la manera en la cual las empresas hacen publicidad y se dan a conocer; y sobre todo, los vínculos comerciales con sus relaciones humanas.
El desafío para diversas industrias, pymes, empresas y comercios será encontrar un lugar de existencia (supervivencia y/o subsistencia) que permita la mejor adaptación en un mundo que no será el mismo; porque la pandemia seguramente dejará secuelas económicas, políticas y sociales.
¿Qué podemos hacer?
Desde un punto de vista de Marketing Digital, lo que está sucediendo plantea un nuevo orden de las cosas, una manera diferente de aprovechar el contexto y sobre todo la posibilidad de maximizar los recursos disponibles en búsqueda de no sufrir abruptamente una caída en las ventas.
Cualquiera sea la actividad económica que desarrolle una empresa, hoy se estará cuestionando qué hacer con las oficinas, con los locales y con los comercios a la calle; y principalmente cómo continuar vendiendo. La pregunta, quizás retórica que se debería hacer para encontrar las respuestas a esos cuestionamientos es: ¿qué hice, hago y haré en materia digital?
La inserción digital debe ser un hecho; un camino de ida para dejar de pensar exclusivamente en rentabilidad por metro cuadro y comenzar a pensar en rentabilidad por tasas de conversión. ¿Cuántas personas vieron la dirección, teléfono o producto del comercio en un resultado de búsqueda? ¿Cuántas personas enviaron un mensaje solicitando una propuesta a partir de posteos o anuncios en redes sociales? ¿Cuántos formularios y mails de consultas se recibieron desde la web o desde los envíos de newsletters?
En definitiva, ¿cuántas veces se vendió gracias a las acciones de marketing digital? Si el usuario, si nosotros, hoy más que nunca, decidimos los consumos y hasta incluso los efectuamos de manera online (comercio electrónico), es imprescindible que cualquier empresa y/o comercio esté presente activamente en ese momento crucial de la decisión de consumo/compra. Justamente el marketing digital ofrece las herramientas adecuadas para trabajar con el contenido necesario que nos permite estar presente en dicho momento; porque la persona – el usuario digital – nuestro cliente está constantemente utilizando propiedades digitales (Google, Facebook, Instagram, YouTube, Spotify, Netflix, WhatsApp, etc.).
Para una empresa disponer de una estrategia de marketing digital la ayudará a sobrellevar estos tiempos difíciles, pero a su vez desafiantes que estamos atravesando y cuando estemos viviendo en ese futuro próximo y cercano de esa nueva normalidad se habrán establecido las bases sólidas de inserción digital para definitivamente trabajar con tasas de conversión que faciliten ejecutar acciones de omnicanalidad (sinergia comercial entre locales físicos y propiedades digitales).
Estrategia de Marketing Digital, mínimamente incluye:
- Definición de propiedades digitales a utilizar (página web, redes sociales, buscadores, etc.).
- Generación de contenido (diseño, notas, newsletters, etc.).
- Creación de audiencias (potenciales clientes)
- Presencia en redes sociales (calendarización de posteos).
- Optimización de campañas publicitarias (Google Ads, Facebook Ads, Programática, etc.).
- Seguimiento de metas y objetivos (Analítica digital).