Fuente: La Capital de Mar del Plata, por Natalia Isabel Merlos ~ Los materiales ofrecen oportunidades para la sociedad que el diseño transforma en realidades. Muchas veces se usan para vestir pero otras para transformar entornos y la calidad de vida.
“Un cuadro no se toca, se contempla, en cambio un tapiz se toca y lo que se toca se siente”. Luis Cienfuegos
¿Podemos decir que los materiales hablan? ¿Son los textiles capaces de estimular los sentidos? ¿Influyen en el campo emocional e interactúan con el usuario? ¿Qué nos expresan? ¿Cómo dialogamos como usuarios con los materiales?
El mundo objetual, aquel entorno de productos desarrollados a fin de satisfacer necesidades humanas, podríamos interpretarlo como la convergencia de materialidad, forma, expresión, función y uso, en un todo denominado objeto. Una tela, un indumento es un objeto y los objetos son productos de las tecnologías, se caracterizan por su tangibilidad, y pertenecen al contexto inmediato de las personas, donde tienen el propósito de facilitar sus actividades cotidianas.
Vivimos en una época en la que la constante evolución tecnológica es vital y real. Cada día conocemos nuevos procesos productivos, nuevos materiales o, sencillamente, descubrimos nuevas propiedades de materiales que nos han rodeado siempre. Todos ellos revolucionan el ámbito creativo y nos incita a investigar y trabajar en sus posibles aplicaciones futuras.
Los materiales ofrecen oportunidades para nuestra sociedad que el diseño transforma en realidades. Los materiales textiles aportan experiencias y sensaciones al diseño, que a veces los usa para el vestir, para el hogar; pero muchas otras para transformar entornos y mejorar eso que llamamos calidad de vida.
La expresión del material textil, está determinada -entre otros factores- por su propia naturaleza, sea este un textil natural o sintético, por los recursos tecnológicos puestos en juego para transformarse en productos y también, por el uso.
Considerando como centro del análisis la naturaleza de los materiales textiles, el tipo de tejido: livianos, pesados; podemos advertir comportamientos diferentes teniendo en cuenta, además, la capacidad de transmisión de la luz, resultando tejidos, transparentes. Hay otros que se oponen al paso de la luz, siendo opacos y entre ellos se ubican los traslúcidos; estos últimos dejan ver entre borroso por debajo y tienen un modo de expresar característico.
Podríamos decir que, desde lo expresivo, actúa como un filtro con capacidad para seleccionar lo que se deja pasar permitiendo no ver con nitidez.
En cuanto a la percepción táctil, los materiales textiles pueden ser; porosos o texturados, lisos, suaves o compactos. Por su parte, el material textil es portador de un sonido, olor, se contrae o dilata según las variaciones de temperatura; es capaz de responder a ciertos estímulos, como lo son los textiles inteligentes y por lo tanto es sensible. Podemos advertir entonces que los materiales textiles son sensibles.
La expresión del material textil acompaña e intenciona decisiones de diseño. Es el usuario el que en el momento que percibe y manipula, el que está en condiciones de captar las cualidades, llevando a cabo el proceso de lectura a través de la decodificación de las expresiones de la vía sensorial, según sus pautas culturales.
Potencialidad expresiva
Rangel Nafaile intenta definir a los materiales como la porción de materia a la que se le da un uso particular para desarrollar una actividad específica. Un material textil, por tanto, es la suma de la materia y el uso.
Desde lo expresivo, el uso también promueve la metamorfosis de la materia, el que le otorga variadas apariencias. Después de varios usos, un jean pierde su aspereza superficial y adquiere en cambio un aspecto liso, obra del contacto del usuario con el material; por ejemplo. Ello provoca aspectos de “envejecido o de uso prolongado”, en períodos de tiempo muy cortos.
Se advierte entonces que hasta la materia que en apariencia no tiene vida, está en permanente cambio y, en consecuencia, es capaz de expresar diferentes identidades.
Los diferentes modos de procesamiento de los materiales, a la par que determinan sus características expresivas particulares, también establecen cualidades de la estructura interna.
Comprender el proceso de los materiales para convertirlos en prendas, implicará la técnica de corte y construcción para cada tipo de tejido; desde el punto de vista del cuerpo, la función y la estética.
El universo objetual es tal gracias a la materia que le confiere tangibilidad. Cada material textil es portador de rasgos expresivos particulares según su propia naturaleza, por el modo en que han sido procesados, o también por la importancia que el uso va dejando en los productos, en su contacto directo con el hombre.
El diseño, como actividad proyectual dedicada a la resolución de los aspectos formales, estéticos y tecnológicos de los objetos; extrae las potencialidades expresivas de sus materiales, referenciando la expresión y la capacidad e identidad productiva de un contexto.
(*): Docente Investigadora de la Carrera de Diseño Industrial, Orientación Textil en la Universidad Nacional de Mar del Plata.