Fuente: Cronista ~ La reconocida etiqueta de ropa para hombres que nació hace casi 30 años invertirá $ 100 millones para aumentar su producción. Para el año que viene ya hay planes de llegar a otros países.
Tras dos años con casi nueve meses de locales completamente cerrados, la reconocida marca de indumentaria masculina Bowen comenzó al recuperación y ya está trabajando en un plan de expansión que, en una primera etapa, contempla la digitalización de la firma y el aumento de la producción en un 45% con una inversión de $ 100 millones. Y el resultado de esta apuesta será duplicar la facturación que se estima en $ 2000 millones para este año.
«El 2018 y 2019 fueron años en los que las marcas de indumentaria fuimos a pérdida y después vino la pandemia. Hoy, ya recuperamos los volúmenes de esos años e incluso tenemos una demanda insatisfecha ya que la planificación se hace con un año de anticipación», explica Pedro Chirou, uno de los fundadores, junto a Martín Stok, de la etiqueta que, en sus inicios hace 30 años, tuvo varios socios, entre ellos, a Federico Álvarez Castillo, quien más tarde fundó Etiqueta Negra.
De ahí, que la inversión de $ 100 millones se destinará a la digitalización de la empresa, que hoy emplea a 120 personas y al aumento de producción, este año, en un 45% y en 2023, en un 30%, con el objetivo de llegar a las 500.000 prendas al año.
«Durante la pandemia fue esencial digitalizar la operación, además de lanzar nuestra plataforma de e-commerce que hoy representa el 10% de las ventas», señala Chirou, quien cree que el aumento en la demanda se debe a varios motivos: «una demanda contenida pos pandemia, a que la gente viaja menos al exterior y a que los pesos queman, la gente gasta lo que tiene».
La regionalización de la marca Bowen
En los planes también está llevar a Bowen a toda la región. El primer destino, con el cual ya se está hablando con contactos locales es Uruguay. Sin embargo, sigue la lista con Paraguay y, en una segunda etapa, Chile, Perú, Colombia y Ecuador.
El modelo con el cual plantarán bandera en otros países aún está en análisis. «Cada país es distinto aunque nos gustaría tener un socio local», explica el empresario textil que comenzó fabricando camperas de cuero para las marcas más reconocidas de ese momento.
Hoy, Bowen tiene 11 locales propios, 12 franquicias, cuatro outlets y presencia en 65 tiendas multimarcas en todo el país. Con el aumento de producción se abastecerá la demanda insatisfecha de esta gran red local ya que este año no hay planes de aperturas de nuevas tiendas.
La marca, que tiene presencia en los principales shoppings, se posiciona en un segmento alto con un precio promedio por prenda de entre $12.000 y $ 13.000 y un ticket promedio por en los locales de dos prendas, unos $ 25.000 de cualquiera de sus líneas: la más fashion; la casual con los básicos; la roquera y la nueva, nacida en pandemia, relax, con ropa versátil para estar en casa.
Al hablar sobre el tema precios, Chirou, que aumentó sus prendas entre un 65 y un 70%, asegura que el hecho de que la indumentaria haya sido uno de los rubros que más aumentó en los últimos meses y multicausal: «los commodities aumentaron muchísimo. El algodón, por ejemplo, nuestro insumo básico, aumentó un 80%. Además, los salarios industriales venían muy atrasados y ahora se están recomponiendo».
«La infalción es un tema que nos preocupa y ocupa», asegura Chirou
El empresario aclara que, durante 2016 y 2020, los precios de la indumentaria fueron los que menos crecieron. «Entonces no eran noticia», señala.
Para adelantarse a esta situación, que según Chirou ya sabían que iba a llegar, 70 etiquetas locales reunidas en al Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) lanzaron ‘Acción Moda’, una iniciativa por la cual estas marcas ponen 15 prendas a precios rebajados. «Claramente no vamos a solucionar el problema de la inflación, pero es un gesto», reconoce.
Chirou, además, señala «que hay un gran cuello de botella en al producción». «La principal causa es la falta de mano de obra especializada», asegura.